Tarde Presurosa (Gabe)

La tarde ha caído, él día no fue nada provechoso para la rubia, estuvo de arriba hacia abajo toda la mañana-tarde, pareciera que el mundo desease que no tuviese descanso alguno. Los doctores y psicólogos encargados de organizar la fiesta de la escuela para la cual fue contratada, se la han pasado dándole mucho trabajo, dando vueltas y vueltas por toda la ciudad buscando manteles en color melocotón puesto que la doctora ese color quería, por lo que desde los manteles, servilletas, flores, recuerdos y resto de la decoración tenia que estar en perfecta combinación, por lo que el dolor de cabeza se había hecho más intenso del normal.

- Eso me pasa por hacer tantas cosas al mismo tiempo

Ella misma se comienza a reprender en voz baja, por breves instantes levanta la mirada y sonríe a todo aquel pasa junto a ella, les saluda y sigue su andar, puesto que es su trabajo, los pasos apresurados delatan su andar por los pasillos de los centros comerciales, su pequeña silueta se desplaza a gran velocidad dirigiéndose hacia todos lados, en sus brazos lleva un centenar de artículos, manteles, flores, recuerdos, pedazos de telas, además de un bolso repleto de cosas, móvil, cartera, agenda y demás cosas necesarias para la tarea ardua que le espera.

Su andar se ve detenido por un peculiar sonido, el de su móvil. La rubia se detiene justo en una de las bancas del centro comercial, asienta sus cosas a un costado y al no recordar donde se encuentra su móvil, comienza a buscar en todos lados. Pasa al otro bolso y lo encuentra parpadeando y obviamente vibrando y sonando a todo lo que da, la pantalla revela un nombre, esa voz tiene mucho que no la ha escuchado, su corazón late rápidamente.

-Hola jefe que tal

Su jefe solamente sonríe ante el tono de voz de su pequeña aprendiz, este solamente le saluda, mientras la ojiclara solamente escucha atenta y cuelga nuevamente, seguidamente voltea, coge sus montonal de cosas, pero la fuerza de alguien le hace colapsar contra el suelo, mientras todas sus cosas salen volando, su móvil cae al suelo, pero no le pasa nada y ella cae sentada un medio metro hacia atrás.

-Diablos

Maldice por lo bajo, cosa rara en ella ya que no suele portarse de esa manera(se entiende el sarcasmo), pero dada la circunstancia y dado al día que ha tenido es lo menos que puede decir; sin levantar la mirada gatea hacia sus cosas y las comienza recoger, para que termine pronto y pueda terminar con su trabajo, a mala hora se le ocurrió detenerse, ahora las consecuencias son escorar todo, organizar el trabajo de dos horas se fue con el viento en dos segundos, ahora hay que volver a escorarlo…

Asiente al tipo de té que desea y solo espera a que la cafetera se caliente, para luego solamente sonreír ante los alagos hacia su casa, ya que no suele ser presumida con ese tipo de cosas, aunque bueno se agradece que el exterior admire lo poco o mucho que tienen. Sin embargo, al escuchar hablar sobre lo sucedido con su prima suspira y rasca la cabeza, comenzando a jugar con su coleta y mantiene baja la mirada por un instante para luego sonreír y observarlo – La conozco, y la verdad si ella estuviera en mi lugar haría lo mismo, es lo único que tengo Gabriel y algo le pasara y por mi culpa, nunca me lo perdonaría, de verdad- baja la cabeza por un momento y luego lo observa con cierta ternura –Si lo se, en tan poco tiempo te ganaste mi confianza y eso muy pocos logran, se que cuento contigo y creo darte las gracias esta demás- sonríe y se pone en pie ya que la cafetera comenzó a sonar indicando que el agua ya esta caliente, va a la cocina y saca dos tasas de la alacena busca los tés uno de Manzana y uno con Limón, coloca los sobres en las tasas y vierte el agua para que las infusiones hagan su trabajo.

Rodea la cocina para llegar hasta donde se encuentran, le sonríe y le entrega su tasa, escuchando la distancia hasta donde vive, asintiendo levemente mientras en su rostro se denota que frunce el seño –entonces no te preocupes yo te llevo en el momento que desees - le habla dándole a entender que se puede quedar el tiempo que guste, aunque prefiere aclararlo –No te estoy sacando, por mi te puedes quedar mucho rato no me molesta, todo lo contrario- una vez aclarado ese punto la duda le invade el cuerpo y no puede evitar preguntar –y vives solo o acompañado- pregunta con cierta duda

El cuerpo lo tiene completamente relajado, siente que después de lo que ha pasado a lo largo del día se recompensa estando en su casa, misma que es su santuario, privacidad y más que nada es el lugar donde puede estar en paz consigo misma, aunque esa paz tarde mucho en llegarle o sienta que está muy alejada de ella. En el ambiente se siente una tranquilidad impresionante, sintiendo un cálido aire tranquilo, algo inexplicable, pero, que curiosamente lo ha tenido desde que Gabriel se cruzo en su camino, es totalmente curioso que desde que ambos se cruzaron su ser se a mantenido en calma, no ha manifestado esa hostilidad que suele demostrar al mundo, no ha dejado salir esa dureza e incluso no está molesta y nada de eso, es extraño, muy extraño “y ¿si él es lo que tanto he estado buscando?, y si, ¿en verdad los ángeles existen y él es uno de ellos?... no, no, no, Yaiza estas muy mal, un ángel no se tomaría la molestia de estar cerca de una ‘aprendiz’ de bruja como tú, ¿ho, si?, piensa para ella misma observando al ojiverde y solamente asintiendo a cada una de sus palabras.

-No es molestia créeme, lo hago con gusto- responde mientras sostiene con sus manos, acercando la tasa hasta sus labios, soplando el vaho que despide el vapor de agua por lo caliente que se encuentra, sin perder la vista de él, sintiendo una enorme curiosidad por saber ¿Por qué se siente de esta manera con él?, suspira y luego lo observa con una amplia sonrisa en sus labios –¡de verdad!, yo muero por tener uno otra vez, pero como vez el espacio es muy pequeño para que tenga uno, y pues ya conociste a mi vecina la señora Harrison, esos son los impedimentos que tengo para tener uno, aunque si a todo eso le sumas mi horario de trabajo que puede variar de un día a otro, entonces menos- frunce el seño y continua soplando, para luego dar un pequeño trago, sintiendo como la lengua le arde ligeramente al contacto del vapor y agua caliente, para luego sentir como el calor y el sabor al té de Manzana recorre sus papilas gustativas e incluso garganta –ya veremos más adelante si me animo, o si me dejan- bromea por su comentario recargando la espalda en el respaldo de la silla, para asi estar mucho más cómoda.

-sabes a veces me pregunto ¿Cómo sería mi vida si mi familia no hubiera desaparecido?, tal vez las cosas ahora serían totalmente diferentes e incluso dudo que estaríamos platicando, pero bueno, las cosas por algo pasan y ni hablar- sonríe con cierto aire de melancolía porque de estar vivos tanto sus padres como su hermano, seguramente todo estaría en una orbita totalmente diferente, puesto que incluso Thais no estaría en su vida.

En cierto modo compartían la misma filosofía, puesto que a decir verdad es totalmente cierto, las cosas pasan por algo suceden, aunque le calen los huesos del dolor, aunque en lo más profundo del ser se sienta que te desgarra por dentro, todo tiene un ciclo y si bien cierto, las cosas pasan por algo, y lo único que hay que hacer es saber afrontar las cosas como vienen y no dejarse vencer por lo que a uno le atormenta. Suspira pero, trata de no sentirse caída y sonríe por lo las palabras mencionadas hacia el canino, quien seguramente ha de ser un perro hermoso –¡de verdad!, me encantaría conocerlo de verdad- responde con un brillo especial en los ojos, observándolo con cierta ternura, aunque algo llama su atención un nombre bastante extraño para un perro –¿Queru?, vaya nombre, es muy original- sonríe un poco graciosa, dejando atrás la mirada de niña en cierto modo coqueta de segundos atrás.

Nuevamente suspira y bebe otro sorbo de su té, sintiendo que esta un poco más tibio y menos caliente –Y tienes mucho tiempo con tu perrito, digo, puede ser un cachorro o ya es muy adulto- pregunta con cierta curiosidad, queriendo indagar más en su mascota, dejando salir ese oscuro amor por los animales –desde pequeña me gustan los animales, pero no me dejaban tener porque, bueno, siempre he sido “rebelde” como dirían los señores, primero quise una víbora, luego me dio por un gato, después quise un cuervo, si, un cuervo, se que es extraño pero quería uno, después un conejo, y por último cerdito, pero la respuesta siempre fue NO- recuerda con cierta gracia las veces que rogaba por una mascota, ensañándose en los extremos cada que deseaba una –Hasta que llego “botas” y como te platique, según mi prima se escapo, si es así, espero que este en un casa y lo atiendan bien- frunce el seño para luego sonreírle, puesto que ese amor por los animales desde pequeña lo despertó y aun sigue vivo

Como un golpe de amor le caen las palabras de Gabriel, sin duda alguna es un ser extremadamente maravilloso, posee un alma impresionante y es más crée por que entiende la curiosidad que siente hacia él, puesto que en efecto hay muy pocas personas como él y más por su alma tan altruista –cásate conmigo- musita sonriendo ante lo que ella misma ha mencionado –No es broma, pero enserio ese el gesto más hermoso que se puede hacer- casi, casi salta encima de él pero se contiene, debido a que tiene que guardar la compostura –vaya es aun pequeño y me imagino ha de ser hiperactivo, juguetón y supongo que extremadamente mimetizado contigo por como lo encontraste- comenta en un gesto muy tierno en sus expresiones.

Bebe nuevamente de su té escuchándolo, sonríe nuevamente y responde con una sonrisa en los labios –si los conejos son adorables y las víboras también, almenos para mi, pero mi prima las detesta y me dijo que si traía una a la casa, entonces mis cosas estarían en la puerta- suspira frunciendo los labios –un cerdito que mejor me fuera a vivir a una granja, un cuervo me dijo “es buena idea, pero cuando tengas tu propia casa tenlo, al igual que la granja que tienes en mente”, si, mi prima es perversa- bromea y nuevamente le da un pequeño sorbo a su té

Para sentirse mucho más cómoda, trepa los pies a la silla y los entrelaza, en esa posición siente que esta mejor, ya que puede tener un poco más de libertad en sus movimientos, suspira nuevamente y bebe nuevamente su té degustando ese sabor dulce de la manzana mezclado con el agua tibia, sintiendo como recorre su interior, relajándole los nervios y el ser, bebe hasta la última gota, sonriendo al ver como su tasa se ha quedado completamente vacía, una vez sin rastro de su infusión observa los residuos que han quedado en el fondo, tratando de descifrar lo que hay dentro “Verdad, pasado, presente y amor”, repite para sus adentros tratando de entender lo que el té le dice, puesto que a pesar de ser una aprendiz de bruja o hechicera, aun no domina la lectura del té y el café como su prima; sin embargo asienta a taza en la mesa y aparta de su curiosidad lo que el té le ha rebelado, aunque no entiende lo que este le dice.

-Lo mismo me han dicho muchas personas y la respuesta es… no lo se- se encoge en hombros, sonríe y frota su frente como un pequeño tic; sin embargo hace un gesto ante su mención de los roedores que menciono y sonríe con la nariz arrugada –Thais tubo uno y me traumo, porque se le escapo y no me dijo nada la muy maldita, resulta que el hámster ando por toda la casa y termino por meterse por debajo de mis pantalones y sentí horrible, era una cosa espantosa, porque tenia ganas de gritar, llorar, reír y hay, se siente horrible y lo peor- realiza una pausa mientras sus manos comienzan a hacer ademanes acompañando su relato –que la perversa de mi prima no paraba de reír mientras yo me contorsionaba, para no hacer más largo el relato, termine quitándome los pantalones el hámster vivió y lo peor es que en donde vivíamos antes tenia un ventanal y los vecinos, vieron el show completo y no paraban de reír… fue horrible- trata pero no puede contener la risa puesto que ese recuerdo es totalmente gracioso –ahora me río, pero en el momento odie a esos animales y desde ese entonces… no me gustan los hámsters y por ese motivo no tengo uno- frunce el seño mientras cruza los brazos, y en sus labios se dibuja una enorme sonrisa.

Sin duda alguna sus palabras provocaron un puchero en sus labios puesto que no esperaba esa respuesta de su parte y menos las expresiones en su rostro, aunque su puchero se fue transformando en una enorme sonrisa que no pudo evitar dejar salir –¡que malo!, pero si, almenos tuvieron un show gratis, lo peor es que me daba pena salir a la calle porque todos me miraban y los niños decían “mamá, mamá ahí esta la muchacha” y yo casi corría para que no vieran- sonríe nuevamente intentando que los ánimos se tornen un poco más alegres y menos tristes de lo que fueron hace unas horas.

Sin embargo la conversación dio un giro radical al escuchar sus palabras, se queda un poco sorprendida y alagada a la vez, sonríe por lo bajo, sintiendo algo relativamente extraño en el cuerpo –Gracias- responde tierna y linda ante sus alagos, mordiendo su labio inferior, sintiendo algo complemente extraño en el cuerpo, en el ser y en su interior ya que no esperaba que le dijera eso, comienza a respirar un poco agitada puesto que cierto cosquilleo interno le invade, es extraño y diferente, pero puede que este mal interpretando las cosas, todo lo que ve sea producto de su imaginación “si eso es Yaiza, estas viendo cosas donde no las hay, eso es”, se dice a sí misma para luego tratar de cambiar el tema –Y ¿solo te gustan los perros? O ¿tienes diversidad de gustos como yo?- pregunta un tanto nerviosa, ya que seguramente es ella la que se esta imaginando esas cosas y él solamente es amable con ella… ¿Ho, no?

“Bien, calma Yaz, calma, es solo cuestión de equilibrar los chacras, nada más, respira, inhala… exhala… inhala… exhala” piensa para sus adentros, suspirando y controlándose desde adentro, tratando de concentrarse y almenos estar tranquila y no evidenciando ese nervio que siente en su interior. Más sin embargo más tardo en calmarse que en nuevamente sentirse peor con el “ No hay porque ”, su corazón se acelera y ya no busca que hacer, juega con su coleta y observa el suelo, luego las paredes, algunos cuadros, dejando que este nuevo sentir le invada el cuerpo, siente como si estuviese flotando, dejando que el un ligero aire helado le recorra desde la cabeza hasta el final de la espina dorsal, siente que el tiempo justamente se ha detenido sin siquiera comprender que es lo que esta pasando. Pero luego la calma llego con la respuesta que tanto esperaba.

-Si los perros son encantadores, y a mi si me gustan las víboras, los hámsters no- responde nuevamente asintiendo ligeramente, lleva sus manos hasta su cabello y lo suelta, dejando que ligeros mechones ondulados caigan como cascada sobre sus hombros y espalda, le observa y responde –Y con gusto te recibiré en mi granja y Queru seguramente se divertirá- sonríe nuevamente y estira los brazos –Aunque espero no llegar a los 80 años para tener una granja, entonces estaré arrugada como una “pasa”- sonríe un poco graciosa –seré una “pasa arrugada”, creo que me veré graciosa de anciana- sonríe ampliamente, bajando las piernas al suelo para luego mecerse en la silla –Alguna vez has jugado ¿verdad o reto?, porque si queires podemos jugar para matar el rato ¿Qué dices?- pregunta para darle un giro a la conversación y no ser tan monótona

Extrañamente el cuerpo lo siente radicalmente diferente las emociones están a flor de piel, algo extraño debido a que no la habían tratado de esta manera, puede que sea simple agradecimiento o gratitud al sentir tanta amabilidad y ternura de su parte, pero, no es así, es algo nuevo, único, diferente, es una sensación de alegría entremezclada con la necesidad de saber más y más de él, es algo que le endulza y suaviza los sentidos, al grado de demostrarle solo a él la Yaiza que se esconde tras la careta de mujer fuerte e indomable, algo que no se atrevía a demostrar a nadie que no sea su prima. Por pequeños instantes suspira, evitando caer en la imagen de la niña estúpida suspirando cuando ve al “hombre perfecto”, se rasca y masajea su cabeza, observa el suelo y siente como todo pasa con lentitud, hasta que la voz varonil y gruesa de Gabriel se hace presente, soltando una carcajada ante su comentario, puesto que lleva ese tono de broma –Cálmate Dorian Grey, pero almenos seré una anciana fuera de lo común- realiza una pose de diva y luego continua sonriendo “Miralo…¿apoco no es lindo?... ¿Qué demonios te pasa Yaiza? ¡como te atreves a decir o más bien pensar en eso, él es solo un amigo más!… bueno tú único amigo por decirlo, no seas idiota quita esa cara de mosca muerta que sabes que no te queda… eso es, serénate y ¡hey! Ya te hablo no seas grosera y respóndele, y no pongas esa cara de estúpida… ” se reprende a sí misma para luego escucharlo y responder –Bien, ¿quieres más té?, yo quiero un poco de vino- le sonríe y se pone en pie para dirigirse a la cocina nuevamente –pero pasa al comedor no quedes ahí solito- gira para observarlo, dejando que su cabello se mesa ligeramente, ladea la cabeza hacia un lado y luego se encamina a la cocina.

Estando en la cocina, se agacha y saca del pequeño enfriador una botella de vino Chileno, su favorito, gira y busca el saca corchos de la alacena, retira el sello de la botella y la descorcha, saca una copa y enciende nuevamente la cafetera por si Gabriel desea más té. Regresa al comedor y asienta la botella y la copa, para luego verter del liquido rojizo en su copa -Bien comencemos con algo leve, ¿a que edad te saliste a vivir solo?- pregunta inocente para luego hablarle –no me dijiste ¿Qué vas a beber?- le sonríe levantando las cejas esperando a que responda por lo que beberá y sobre todo su pregunta inocente, puesto que no quiere indagar aun más en él, almenos no por el momento, puesto que puede que con el paso de las preguntas, pueda descubrir algo que le sorprenda e incluso se de cuenta de que es solo un amigo y nada más…¿Por qué así la esta viendo, no?, ¿Cómo amigos?, ¿verdad?.

La sonrisa de Gabriel por un instante le erizo la piel, pero trata de no evidenciarlo. Asiente hacia lo que ha pedido, le sonríe y saca una nueva tasa de la alacena, puesto que el café y el té no se llevan, además de acuerdo a sus conocimientos, la mezcla de este tipo de bebidas atrae malos “presagios” que bien pueden perjudicar a quien lo ingiere –Un café será- sujeta la tasa de Gabriel e instintivamente observa el interior, sorprendiéndose ante lo que ve, puesto que una especie de alas se ven en el fondo observa y no comprende puesto que ha visto demasiadas cosas, pero no algo asi –¡que curioso!, en tu té aparecen unas alas, no se que significa pero es curioso- responde y deja la tasa en el lava bajillas, para luego sacar el azúcar y el café negro para comenzar con la preparación del café, escucha su respuesta y le sonríe –vaya eras bastante joven- sonríe nuevamente y al escuchar su pregunta lo observa con gracia –Acabas de violar una de las reglas sagradas de una mujer, pero no importa… tengo 24 años- responde con gracia mientras comienza a preparar el café, colocando de inicio una cucharada de azúcar y media cucharada del café negro, vierte el agua y revuelve la mezcla observando como se torneando color café oscura la preparación… una vez lista le entrega su tasa y ella levanta su copa para brindar con él –endulzala a tu gusto...bien, ahora ¿Cuál es tu amor platónico?, todos tenemos uno, el mio por ejemplo esta plasmado en un libro, y es el vampiro Lestat - le sonríe tiernamente .

Se apoya en la barra de la cocina y pierde su mirada en él, conteniendo las ganas de saber cual es el sabor de sus labios, si, es extraño pero ese deseo se ha apoderado de ella “BASTA YAIZA, deja de pensar en esas estupideces”, se reprende a sí misma y suspira, para luego cerrar y abrir los ojos muy rápido, da un pequeño trago a su vino, saboreando la dulzura y amargura de este, para luego relamer delicadamente sus labios tratando de que no quede residuo alguno de su bebida.

La rubia sacude ligeramente la cabeza, tratando de desviar lo que por su mente esta pasando. La cabeza le dice, que no haga algo de lo que pueda arrepentirse, es solo un amigo que cayo del cielo para ayudarla, escucharla y comprenderla y nada más, todo gracias a una tarde bastante presurosa llena de cosas que no pensó que le sucedieran, primero que la empujen y caigan sus cosas al suelo algo que le agradece al ser supremo porque gracias a ese sujeto lo conoció y sus destinos se encontraron, luego vino la extraña sombra detrás de él y su increíble comprensión al no prejuzgarla por lo que es, y por último la llamada de ese hombre desconocido que solamente le altero los nervios…¿Quién lo diría?, de estar en el centro comercial y ahora en su cosas platicando y pasando un rato a gusto, dos recién conocidos que entablan una amistad y nada más que eso… pero, por otro lado el corazón le habla de una manera misteriosa y nueva, algo que no esperaba y no sabe como reaccionar ente esto, desea saber todo de él, inmiscuirse en su interior y saber de que esta hecho, descubrir todo de él y desea estar entre sus brazos y fundirse en su calidez. Sabe que es una completa locura, pero ¿Qué hacer cuando la cabeza y el corazón te dicen dos cosas completamente diferentes, aquien hacerle caso?.


Deja salir un pequeño suspiro y la voz de Gabriel la trae nuevamente a la realidad, asiente y sonríe para luego sorprenderse por su edad –vaya que eres joven y mira que coincidencia- sonríe y escucha su edad con bastante gracia, puesto que efectivamente es solamente un año de diferencia entre los dos-Es guapa, y es buena actriz- responde ante su amor platónico y sonrie. Suspira nuevamente atiende hacia la pregunta planteada, baja la mirada y no puede evitar sonreír, puesto que gracias a su carácter explosivo tuvo un tropiezo que no pudo remediar –Si, el primer año de secundaria, resulta que en mi infancia era, demasiado problemática, me expulsaron como 6 veces de las escuelas pero recuperaba el año escolar, pero esa vez no pude, estaban a la mitad y no había como rescatarlo, así que me atrase, luego de eso y a pesar de lo de mis padres y hermano, no me atrase puesto que tenia una motivación por parte de Thais- sonríe dejando escapar una pequeña carcajada puesto que esa etapa de su vida es bastante graciosa y la recuerda con un cariño especial… sin embargo llega otra vez su turno –haber ¿Cuál sería o como crees sea el mejor día de tu vida? - pregunta, aunque puede que esa pregunta sea una verdadera estupidez de su parte, pero lo dicho, dicho esta.

Escucha la pequeña brecha de silencio, da un pequeño sorbo al vino y trata de no mirarlo detenidamente a los ojos, no es que no quiera, simplemente no puede, siente que verlo a los ojos evidenciaría lo que está sintiendo hacia él, que aunque no tiene ni las más remota idea de que pueda ser, es extraña esa sensación de desear que la acurruque entre sus brazos, sentirlo cerca… extraño, estúpido, loco, presuroso, imprevisto y sorpresivo, tal vez esas puedan ser las palabras que describan lo que siente, eso sin mencionar el nerviosismo que siente en el cuerpo, el cosquilleo que le provoca tenerlo cerca. Suspira y deja que su voz la guie hacia un lugar desconocido y nuevo para ella, asiente y frunce los labios descifrando, le sonríe y comienza a pensar en cómo sería ese día que le encantaría repetir –Vamos al comedor, así no estanos parados- le habla y camina pasando ella primero, observándolo y casi rosando su cuerpo con el de él, dejando que su aroma le embriague los poros, sintiendo nuevamente esa extraña sensación de desear tenerlo cerca. Recorre el pequeño pasillo y llega hasta el comedor, jala una silla y se sienta, levantando las piernas y entrelazándolas…

-Mi mejor día… sería , bueno, creo que no ha llegado, de verdad, creo que cuando ese día llegue creo sería algo como… planear la boda de mi prima y estar con ella ese día, porque aquí entre nos… creo que ya pronto será- sonríe ampliamente, bebe nuevamente del vino y observa a Gabriel –Aunque las bodas no me gustan, porque siento que se deja atrás el amor entre la pareja para dar paso a la comercialización, pero, lo que si me gusta, es la mirada entre los novios, eso Gabriel de verdad que no tiene precio, eso es amor puro de verdad- sonríe evidenciando una sonrisa amplia en el rostro. Ahora otra pregunta se ha formulado en su cabeza –¿Cuál es tu mayor temor?, y no me salgas con que las víboras, el mío es, perder lo poco que tengo, y no material, a mi prima, sentirme y verme sola girar hacia todos lados y no encontrar a nadie… eso me aterra, me duele, me hiere y creo que enloquecería, no lo se, la sola idea de perderla es algo que, no tengo palabras para describirlo- frunce ligeramente el seño, sintiendo un poco de miedo deseando que ese temor jamás se haga realidad.

¿Por qué tiene esa manía de ser asquerosamente halagador? ¿Por qué?, si cada uno de sus alagos le remueve cosas extrañas que no había sentido jamás en la vida, y que le causan temor y a la vez alegría, mezclado con lo desconocido. La rubia simplemente asiente, dirigiéndole una sonrisa amable ante las palabras que le ha dedicado Gabriel, bebe de su copa de vino, dejando que el sabor característico de su bebida le embriague el cuerpo, para luego responder –Yo lo veo de otra manera, siento que es la entrega del amor entre uno y otro, sin importar de lo que se este rodeado y con quien se este, mientras estén las personas que se van a entregar, para mi eso es lo importante… aunque para quienes nos dedicamos a este negocio, obviamente nos conviene y solo complacemos los gustos extremos de las novias, quienes normalmente son las que deciden todo- sonríe divertida, puesto que a pesar de todo lo que ella ya ha comentado, ella sale monetariamente beneficiada con las ganancias de planear una boda, que es el evento más caro estando por debajo los sagrados XV años o “dulces 16”.

Pero, el ambiente se torna un poco más serio, puesto que comenzaba el tema de los miedos, algo que compartió con la rubia, que es la pérdida de sus seres queridos, ese supongo que ha de ser el temor de la mayoría de las personas, aunque claro cada quien tiene sus miedos y los vive de diferente manera, la rubia se acomoda en su silla y comienza a jugar con sus dedos, realizando pequeños sonidos en la mesa, hasta que su pregunta llego, provocando que se detenga y sorprenda, ya que esa pregunta es muy compleja y de difícil respuesta –¿si me he enamorado?- tuerce los labios hacia un lado –No, creo que no ha llegado la persona indicada para eso, no sé cómo se sienta o como deba reaccionar ante ese sentimiento, pero por lo que me ha dicho mi prima, es algo diferente en donde comienzas a pensar en aquella otra persona y te preocupas por ella sin importar lo que te pueda pasar, solo piensas en su bienestar- suspira y se queda un poco pensativa, puesto que a su edad no ha sentido aquello llamado "amor hacia un hombre" –Creo que el día que lo sienta, creo que seré capaz de dar todo de mi por esa persona-culmina con una amplia sonrisa en los labios. -Mi turno, haber ¿A qué renunciarías por amor?, claro de estar o de enamorarte… o ¿A qué has renunciado por amor? - pregunta, esperando atenta a la respuesta del ojiverde

Por extraño que pudiera ser, comenzaba a sentir una sensación sumamente extraña, cada palabra que de sus labios comenzaba a salir de Gabriel, provocaba un nuevo sentir en su cuerpo, manifestando que a pesar de todo lo que ha sucedido, tiene la certeza y seguridad de logar todo lo que se propone y más aun cuando quiere algo. El nervio se apodera aun más de su cuerpo, estremeciéndose a cada instante. ¿Qué le esta sucediendo?, ¿será acaso que es por lo similares que son?, porque, que si refiera por el contacto con algún chico, no, ya que bueno una cosa es que no haya experimentando el amor y otra el placer, pero en esta ocasión en diferente, puesto que la pasión, el placer y la satisfacción son cosas a las cuales se ha entregado, sin comprometer al corazón obviamente. Pero ahora no sabe qué hacer o que decir.

Su respuesta casi provoca la fuga de un suspiro, puesto que le pareció de lo más tierna y hermosa su respuesta, ya que muy pocas personas pueden responder de esa manera y más cuando los chicos de hoy (como diría Thais) han cambiado drásticamente y difícilmente se puede encontrar a un caballero de galante armadura que acuda al rescate de cualquier damisela que pida ayuda. Le parece un chico increíble que sea capaz de renunciar a todo con tal de estar con esa persona a la cual pueda amar, aunque ante su siguiente afirmación le pareció aun más certera ya que sabe que las cuestiones del corazón son las peores que pueden haber –Si te entiendo, yo renunciaría a mi vida aquí, por ejemplo que me diga, vente conmigo hasta no sé, África, si de verdad estoy perdidamente enamorada de esa persona, dejo mi trabajo, mi vida ya establecida aquí y me voy con él, pero también renunciaría a estar con él, ya que si estar conmigo le ocasiona problemas y sus problemas se resuelven si no estoy con él, sería capaz de dejarlo libre y que continúe su vida, con tal de verlo feliz, lo haría- sus palabras parecieran delatar que en algún momento ha sentido ese “amor” que muchos buscan y no encuentran, aunque nunca lo haya sentido antes –Pero haces bien, no te enamores, porque si te dijera lo que he visto cuando ese “amor” se acaba, te vas de espaldas- bromea un poco sonriéndole y por un impulso le rosa la mejilla, acariciándolo.

Sin embargo el momento de su pregunta llego, se sorprende un poco y suspira, retirando delicadamente su mano del rostro de Gabriel –Si y No, si porque como cualquier persona me da miedo lo desconocido ya que no se como reaccionar ante lo que pueda suceder o que hacer, además me daría miedo entregarle mi vida, mi alma, mi ser y mi corazón a una persona que no lo merezca y No, porque a pesar de eso me gusta ir hacia aquello que no conozco, me gustaría saber ¿Qué se siente? Si es verdad todo eso que ya he dicho o que me han dicho, también saber si algún día voy a poder reflejar esa mirada que muchas veces he visto en los novios de las bodas- le sonríe con ternura –Si te sientes cansado podemos ir a la recamara, asi te recuestas un momento… si quieres claro, a mi no me molesta en lo absoluto- pregunta por que puede ver un ligero cansancio en sus ojos, pero llego su turno de preguntar -¿Cuál ha sido el peor día que haz tenido? Porque todos tenemos días buenos y malos… ¿el tuyo cual ha sido?- pregunta, sonriéndole graciosa, puesto que puede que ahora al recordar ese días hasta se termine riendo de lo que le haya pasado