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Tarde Presurosa (Gabe)
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Tarde Presurosa (Gabe)
Recuerdo del primer mensaje :
La tarde ha caído, él día no fue nada provechoso para la rubia, estuvo de arriba hacia abajo toda la mañana-tarde, pareciera que el mundo desease que no tuviese descanso alguno. Los doctores y psicólogos encargados de organizar la fiesta de la escuela para la cual fue contratada, se la han pasado dándole mucho trabajo, dando vueltas y vueltas por toda la ciudad buscando manteles en color melocotón puesto que la doctora ese color quería, por lo que desde los manteles, servilletas, flores, recuerdos y resto de la decoración tenia que estar en perfecta combinación, por lo que el dolor de cabeza se había hecho más intenso del normal.
- Eso me pasa por hacer tantas cosas al mismo tiempo
Ella misma se comienza a reprender en voz baja, por breves instantes levanta la mirada y sonríe a todo aquel pasa junto a ella, les saluda y sigue su andar, puesto que es su trabajo, los pasos apresurados delatan su andar por los pasillos de los centros comerciales, su pequeña silueta se desplaza a gran velocidad dirigiéndose hacia todos lados, en sus brazos lleva un centenar de artículos, manteles, flores, recuerdos, pedazos de telas, además de un bolso repleto de cosas, móvil, cartera, agenda y demás cosas necesarias para la tarea ardua que le espera.
Su andar se ve detenido por un peculiar sonido, el de su móvil. La rubia se detiene justo en una de las bancas del centro comercial, asienta sus cosas a un costado y al no recordar donde se encuentra su móvil, comienza a buscar en todos lados. Pasa al otro bolso y lo encuentra parpadeando y obviamente vibrando y sonando a todo lo que da, la pantalla revela un nombre, esa voz tiene mucho que no la ha escuchado, su corazón late rápidamente.
-Hola jefe que tal
Su jefe solamente sonríe ante el tono de voz de su pequeña aprendiz, este solamente le saluda, mientras la ojiclara solamente escucha atenta y cuelga nuevamente, seguidamente voltea, coge sus montonal de cosas, pero la fuerza de alguien le hace colapsar contra el suelo, mientras todas sus cosas salen volando, su móvil cae al suelo, pero no le pasa nada y ella cae sentada un medio metro hacia atrás.
-Diablos
Maldice por lo bajo, cosa rara en ella ya que no suele portarse de esa manera(se entiende el sarcasmo), pero dada la circunstancia y dado al día que ha tenido es lo menos que puede decir; sin levantar la mirada gatea hacia sus cosas y las comienza recoger, para que termine pronto y pueda terminar con su trabajo, a mala hora se le ocurrió detenerse, ahora las consecuencias son escorar todo, organizar el trabajo de dos horas se fue con el viento en dos segundos, ahora hay que volver a escorarlo…
- Eso me pasa por hacer tantas cosas al mismo tiempo
Ella misma se comienza a reprender en voz baja, por breves instantes levanta la mirada y sonríe a todo aquel pasa junto a ella, les saluda y sigue su andar, puesto que es su trabajo, los pasos apresurados delatan su andar por los pasillos de los centros comerciales, su pequeña silueta se desplaza a gran velocidad dirigiéndose hacia todos lados, en sus brazos lleva un centenar de artículos, manteles, flores, recuerdos, pedazos de telas, además de un bolso repleto de cosas, móvil, cartera, agenda y demás cosas necesarias para la tarea ardua que le espera.
Su andar se ve detenido por un peculiar sonido, el de su móvil. La rubia se detiene justo en una de las bancas del centro comercial, asienta sus cosas a un costado y al no recordar donde se encuentra su móvil, comienza a buscar en todos lados. Pasa al otro bolso y lo encuentra parpadeando y obviamente vibrando y sonando a todo lo que da, la pantalla revela un nombre, esa voz tiene mucho que no la ha escuchado, su corazón late rápidamente.
-Hola jefe que tal
Su jefe solamente sonríe ante el tono de voz de su pequeña aprendiz, este solamente le saluda, mientras la ojiclara solamente escucha atenta y cuelga nuevamente, seguidamente voltea, coge sus montonal de cosas, pero la fuerza de alguien le hace colapsar contra el suelo, mientras todas sus cosas salen volando, su móvil cae al suelo, pero no le pasa nada y ella cae sentada un medio metro hacia atrás.
-Diablos
Maldice por lo bajo, cosa rara en ella ya que no suele portarse de esa manera(se entiende el sarcasmo), pero dada la circunstancia y dado al día que ha tenido es lo menos que puede decir; sin levantar la mirada gatea hacia sus cosas y las comienza recoger, para que termine pronto y pueda terminar con su trabajo, a mala hora se le ocurrió detenerse, ahora las consecuencias son escorar todo, organizar el trabajo de dos horas se fue con el viento en dos segundos, ahora hay que volver a escorarlo…
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Localización : En tu cama
Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Las palabra de Gabriel causaban un efecto tranquilizador en la rubia, por alguna extraña razón lograban calmarla e incluso provocaban una sensación diferente en ella, ya que extrañamente esa dureza y frialdad que suele despedir por los poros a su lado simplemente se va extinguiendo poco a poco, logran apaciguar ese instinto agresivo que desde pequeña prevalece. Sin embargo, asiente y sonríe por lo bajo al escucharlo sobre las distracciones que puede tener, se le ocurren muchas en ese momento “Te falto sexo salvaje amigo mio… me callo… no me calles… porque diablos peleo conmigo misma... ya… se acabo”, parpadea rápidamente ante esa lucha interna en su cabeza, sonríe ligeramente tratando de callar sus voces internas. Una vez que han cesado, busca las palabras adecuadas antes de decir una completa incoherencia y ser tachada de “MUJER DESESPERADA BUSCA HOMBRE QUE LE HA ‘EL FAVOR’ ”.
-Yo estén… me distraigo… durmiendo, supongo… aunque duermo poco, pero creo que en eso me distraigo- menciona realizando pequeñas pausas en sus palabras. Sonríe nuevamente hasta que el mesero llega con su orden, Yaiza le sonríe al camarero quien deja los cafés y se marcha, para luego sonreír como niña pequeña ante la palabra perro, puesto que hace mucho tiempo que no tiene un en casa, ya que la señora Morgan detesta que en los departamentos hayan animales.
-de verdad… los perros son hermosos, y ahora que recuerdo mi último perro según mi prima se escapo de la casa…. Y pensándolo bien creo que me mintió- sonríe graciosa, puesto que en efecto “botas” simplemente se fue y nunca volvió. Pero luego analiza bien la respuesta de Gabriel, sintiendo alivio enorme, seguido de la agitación de su corazón al máximo, podía escuchar como este late con fuerza como si se trataran de tambores en su pecho “Yaiza que rayos te pasa… calmate”, se dice así misma tratando de controlarse y no decir incoherencias o estupideces, mismas que pueden ser perjudiciales.
-Yo estén… me distraigo… durmiendo, supongo… aunque duermo poco, pero creo que en eso me distraigo- menciona realizando pequeñas pausas en sus palabras. Sonríe nuevamente hasta que el mesero llega con su orden, Yaiza le sonríe al camarero quien deja los cafés y se marcha, para luego sonreír como niña pequeña ante la palabra perro, puesto que hace mucho tiempo que no tiene un en casa, ya que la señora Morgan detesta que en los departamentos hayan animales.
-de verdad… los perros son hermosos, y ahora que recuerdo mi último perro según mi prima se escapo de la casa…. Y pensándolo bien creo que me mintió- sonríe graciosa, puesto que en efecto “botas” simplemente se fue y nunca volvió. Pero luego analiza bien la respuesta de Gabriel, sintiendo alivio enorme, seguido de la agitación de su corazón al máximo, podía escuchar como este late con fuerza como si se trataran de tambores en su pecho “Yaiza que rayos te pasa… calmate”, se dice así misma tratando de controlarse y no decir incoherencias o estupideces, mismas que pueden ser perjudiciales.
Off: no te preocupes, me gusto como quedo ^.^
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Me quedé contemplando su rostro corroborando que ella era la pequeña Yaiza de hacía unos años lejanos ya. Pero que tonto había sido, como no me di cuenta en el momento que dijo su nombre, ya que no conocía varias Yaiza porque era un nombre no muy común y además porque su cabello y sus ojos eran identicos a los de esa dulce pequeña años atrás.
Me era realmente horrible no poder decirle todas las cosas que habíamos pasado juntos, bueno en realidad ella no lo sabía ya que la mayor parte del tiempo era invisible a sus ojos. Realmente me sentía estúpido al pensar que ella pudiera recordarme tal y como yo a ella, sabía exactamente que eso era imposible y que ni debería de pensar siquiera.
Solté un suspiro y alí de la bola de pensamientos la notar su tartamudez al decir las cosas en las que se solía distraer. No me convenció de mucho ya que titubea al hablar pero deje que eso pasara. Además el mesero vino con nuestras ordenes de inmediato a lo que le agradecí y el gentil hombre se retiro a la cocina una vez más y yo me quedé contemplando el rostro de mi acompañante pudiendo notar en ese instante mi mirada a través de la suya.
Le eché un poco de azúcar a la infusión mientras revolvía con calma y escuchaba las palabras de Yaiza sobre los caninos. El perro del cual hablaba me vino a la mente como un rayo, realmente era adorable - Si, son asombrosos y buenos compañeros. No deberías culparla de seguro eras muy pequeña como para que te diga la verdad de ello- aseguré tomando una factura del plato. - Bon apettit - dije con una sonrisa.
Me era realmente horrible no poder decirle todas las cosas que habíamos pasado juntos, bueno en realidad ella no lo sabía ya que la mayor parte del tiempo era invisible a sus ojos. Realmente me sentía estúpido al pensar que ella pudiera recordarme tal y como yo a ella, sabía exactamente que eso era imposible y que ni debería de pensar siquiera.
Solté un suspiro y alí de la bola de pensamientos la notar su tartamudez al decir las cosas en las que se solía distraer. No me convenció de mucho ya que titubea al hablar pero deje que eso pasara. Además el mesero vino con nuestras ordenes de inmediato a lo que le agradecí y el gentil hombre se retiro a la cocina una vez más y yo me quedé contemplando el rostro de mi acompañante pudiendo notar en ese instante mi mirada a través de la suya.
Le eché un poco de azúcar a la infusión mientras revolvía con calma y escuchaba las palabras de Yaiza sobre los caninos. El perro del cual hablaba me vino a la mente como un rayo, realmente era adorable - Si, son asombrosos y buenos compañeros. No deberías culparla de seguro eras muy pequeña como para que te diga la verdad de ello- aseguré tomando una factura del plato. - Bon apettit - dije con una sonrisa.
Invitado- Invitado
Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Observa atenta casi con la mirada radiante y brillante a la vez. Se mantiene atenta a cada una de las palabras de Gabriel, quien se expresa de una manera tierna hacia su mascota, aunque comienza a recordar la edad que tenía cuando sucedió lo de su cachorro, escucha y sonríe mientras en su cabeza la guerra por los cálculos se hace presente “con Thais vivo desde los 14, a los pocos años más o menos llego ‘Botas’ a la casa, lo que quiere decir que… maldita me engaño”, piensa nuevamente para ella, denotando un gesto fruncido y molesto.
-Ahora que recuerdo tenía 19 años cuando “botas” mi perrito “misteriosamente” se escapo de la casa que alquilábamos, así que no creo que lo haya dicho por mi edad, aunque- menciona con cierta molestia y frustración, aunque de haber muerto, hubiera sido mucho mejor esa mentira piadosa –con todas las perdidas en mi vida, creo que fue buena su mentira- menciona con una pequeña risa amarga en el rostro.
Nuevamente asiente ante las palabras de Gabriel y bebe un poco de su café, sintiendo como recorre el sabor del café mezclado con el licor, sin mencionar el ligero sabor amargo que se quedo estancado en el fondo… sin duda la mezcla perfecta. Sin embargo, comienza a sentir un pequeño escalofrío en el cuerpo, baja la tasa del café y levanta la mirada, pudiendo observar una sombra oscura detrás del ojiverde, por lo que observa por encima de él con cierta sorpresa, ya que desde hace mucho tiempo no le había pasado algo similar –Llámame loca, chiflada, desquiciada o lo que quieras, pero… detrás de ti hay alguien a quien no puedo ver con claridad, se ve como una sombra- la sorpresa se puede evidenciar en su rostro, sin embargo traga un poco de saliva y suspira ya que como esa “sombra” se apareció, simplemente se fue –Ya no esta, que raro- menciona para luego frotar su frente por el sustito-Bueno, hace mucho que no me pasaba, te explico- suspira –Digamos que desde pequeña me pasa lo mismo, siempre he visto sombras e incluso una especie de “personas”, a mi prima también le pasa, aun no se porque me pasa, pero según se hay muchas personas que les pasa… aunque normalmente nos tachen de locos, pero no es algo agradable- menciona y baja ligeramente la mirada, ya que puede que la mire de diferente manera, tal vez salga corriendo y no vuelva hablarle, pero quien sabe
-Ahora que recuerdo tenía 19 años cuando “botas” mi perrito “misteriosamente” se escapo de la casa que alquilábamos, así que no creo que lo haya dicho por mi edad, aunque- menciona con cierta molestia y frustración, aunque de haber muerto, hubiera sido mucho mejor esa mentira piadosa –con todas las perdidas en mi vida, creo que fue buena su mentira- menciona con una pequeña risa amarga en el rostro.
Nuevamente asiente ante las palabras de Gabriel y bebe un poco de su café, sintiendo como recorre el sabor del café mezclado con el licor, sin mencionar el ligero sabor amargo que se quedo estancado en el fondo… sin duda la mezcla perfecta. Sin embargo, comienza a sentir un pequeño escalofrío en el cuerpo, baja la tasa del café y levanta la mirada, pudiendo observar una sombra oscura detrás del ojiverde, por lo que observa por encima de él con cierta sorpresa, ya que desde hace mucho tiempo no le había pasado algo similar –Llámame loca, chiflada, desquiciada o lo que quieras, pero… detrás de ti hay alguien a quien no puedo ver con claridad, se ve como una sombra- la sorpresa se puede evidenciar en su rostro, sin embargo traga un poco de saliva y suspira ya que como esa “sombra” se apareció, simplemente se fue –Ya no esta, que raro- menciona para luego frotar su frente por el sustito-Bueno, hace mucho que no me pasaba, te explico- suspira –Digamos que desde pequeña me pasa lo mismo, siempre he visto sombras e incluso una especie de “personas”, a mi prima también le pasa, aun no se porque me pasa, pero según se hay muchas personas que les pasa… aunque normalmente nos tachen de locos, pero no es algo agradable- menciona y baja ligeramente la mirada, ya que puede que la mire de diferente manera, tal vez salga corriendo y no vuelva hablarle, pero quien sabe
Off: esto de las sombras y eso esta en mi ficha no me lo saque debajo de la manga XD
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Noté como pensaba y fruncía el ceño ante aquel acontecimiento pasado acerca de su perro. Al cabo de unos minutos se mostró un tanto enfadada con su prima, ya que no le había dicho la verdad acerca de Botas, su perro. Pero le daba la razón ya que decía que así por lo menos podía superar un poco todas las perdidas que había tenido anteriormente. Eso me hizo pensar en que había perdido a alguien muy cercano, o al menos eso me daba a entender con sus facciones y sus palabras.
Realmente sabía poco y nada después de su adolescencia ya que Ezequiel me había relevado cuando Yaiza apenas tenía unos once años de edad y más allá de eso su vida era desconocida para mi.
Hice una mueca y bebí otro sorbo de café mientras le miraba. De un momento para otro se mostró asustada o sorprendida y no comprendí el porque hasta que de su boca salió la explicación. Inmediatamente me voltee para ver como un demonio se esfumaba del bar en el que nos encontrábamos. Usualmente solía toparmelos cada vez que salía pero no hacíamos barullo frente a las personas, normalmente los enfrentamientos eran por la noche pero solían aparecerse por doquier.
Pose mi vista en Yaiza quien se ocupaba de explicarme que no estaba loca y que podía hacer eso desde pequeña. -Quizás veas demonios o ángeles, quien sabe- comenté encogiéndome de hombros como quien no quiere la cosa. -Y descuida conozco a alguien que también le pasa y estoy medianamente acostumbrado- dije a modo de tranquilizarla, ya que después de todo el demonio se había disipado del lugar.
Pasé la mano sobre la mesa y le di unas ligeras palmaditas a las suyas antes de retomar con mi café.
off: si ya vi XD
Realmente sabía poco y nada después de su adolescencia ya que Ezequiel me había relevado cuando Yaiza apenas tenía unos once años de edad y más allá de eso su vida era desconocida para mi.
Hice una mueca y bebí otro sorbo de café mientras le miraba. De un momento para otro se mostró asustada o sorprendida y no comprendí el porque hasta que de su boca salió la explicación. Inmediatamente me voltee para ver como un demonio se esfumaba del bar en el que nos encontrábamos. Usualmente solía toparmelos cada vez que salía pero no hacíamos barullo frente a las personas, normalmente los enfrentamientos eran por la noche pero solían aparecerse por doquier.
Pose mi vista en Yaiza quien se ocupaba de explicarme que no estaba loca y que podía hacer eso desde pequeña. -Quizás veas demonios o ángeles, quien sabe- comenté encogiéndome de hombros como quien no quiere la cosa. -Y descuida conozco a alguien que también le pasa y estoy medianamente acostumbrado- dije a modo de tranquilizarla, ya que después de todo el demonio se había disipado del lugar.
Pasé la mano sobre la mesa y le di unas ligeras palmaditas a las suyas antes de retomar con mi café.
off: si ya vi XD
Invitado- Invitado
Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Suspira aliviada ante su comentario aunque por otro lado, se asombra ya que no lo había visto desde ese punto, siempre pensaba que esos seres eran de otra forma o tenían diferente apariencia, no tan igual como en las películas pero al menos de una manera sumamente diferente, suspira y siente que es el momento de hablar y explicar algunas cosas, puesto que siente una extraña empatía y mucha confianza con Gabriel, ya que al estarlo conociendo en tan poco tiempo y en tan pocas horas, puede sentir que no se trata de un lunático, demente-obsesivo e incluso un patán, siente que es todo lo contrario, por lo que con él puede abrirse por completo, sin temor a que la pueda lastimar e incluso burlar como los demás. Sin embargo al sentir su tacto, un pequeño cosquilleo en el cuerpo se hace presente, se contra a ella misma ya que no entiende que es lo que le pasa.
-¿Tú crees?, bueno no lo había visto desde ese punto, pero bueno- ladea los labios hacia un lado, para luego beber tranquilamente su café, le da un sorbo y luego lo observa-Mi madre me decía de pequeña que tenia un angelote a mi lado, ya que siempre que me metía en problemas, salía bien librada de ellos, pero...- suspira nuevamente-digamos que me abandono cuando más lo necesite… bueno en cierto modo no, ya que si es que tengo un angelote como decía mi madre, sin duda me ayudo mucho en todos estos años- habla nuevamente, pero sabe que sus palabras el ojiverde no las va a entender, por lo que suspira y trata de controlarse, ya que esa amarga experiencia aun le duele.
-Para que me entiendas, soy huérfana, mis padres murieron cuando tenia 14 años en un incendio, mi hermano me despertó y me saco de la casa, me dejo a salvo afuera y él entro a por mis padres y nunca más salió- sonríe amargamente, puesto que esa imagen justamente es la que noche a noche durante estos años le ha atormentado-Los bomberos dicen que pudo haber sido un cortocircuito, ya que no hubieron indicios de que haya sido provocado, pero no se, tengo la impresión de que hay algo más en todo lo sucedido, ya que no se encontraron los cuerpos- frunce el seño, evidenciando cierta capa cristalina en sus ojos y su voz se va cortando poco a poco-sabes es extraño ir cada año al mausoleo familiar y dejar flores a una cripta vacía, les hablo pero se que no hay nadie ahí dentro- suspira y controla, puesto que no permite que las lagrimas simplemente desciendan-desde ese accidente vivo con mi prima quien también perdió a sus padres, ella ya era mayor de edad cuando lo de mis padres por lo que se encargo de mi educación, manutención y todo lo que necesite, de verdad Thais es más que una prima, es mi hermana y es lo único que me queda- suspira nuevamente, bebe un poco de su café y lo observa ya con una sonrisa.
-Si te platico esto no es para que mires con lastima y nada de eso, simplemente es para que entiendas lo que he venido diciendo y me taches de loca y esas cosas, ya que… bueno, muchas veces me han dicho algo similar o peor- sonríe nuevamente y haciendo remembranza seguramente sus palabras y lo habrán fastidiado-Perdón, creo que ni al caso lo que te he dicho- se lamenta mordiendo su labio inferior con cierta pena, puesto que seguramente a él no le interesará nada de lo que le ha contado
-¿Tú crees?, bueno no lo había visto desde ese punto, pero bueno- ladea los labios hacia un lado, para luego beber tranquilamente su café, le da un sorbo y luego lo observa-Mi madre me decía de pequeña que tenia un angelote a mi lado, ya que siempre que me metía en problemas, salía bien librada de ellos, pero...- suspira nuevamente-digamos que me abandono cuando más lo necesite… bueno en cierto modo no, ya que si es que tengo un angelote como decía mi madre, sin duda me ayudo mucho en todos estos años- habla nuevamente, pero sabe que sus palabras el ojiverde no las va a entender, por lo que suspira y trata de controlarse, ya que esa amarga experiencia aun le duele.
-Para que me entiendas, soy huérfana, mis padres murieron cuando tenia 14 años en un incendio, mi hermano me despertó y me saco de la casa, me dejo a salvo afuera y él entro a por mis padres y nunca más salió- sonríe amargamente, puesto que esa imagen justamente es la que noche a noche durante estos años le ha atormentado-Los bomberos dicen que pudo haber sido un cortocircuito, ya que no hubieron indicios de que haya sido provocado, pero no se, tengo la impresión de que hay algo más en todo lo sucedido, ya que no se encontraron los cuerpos- frunce el seño, evidenciando cierta capa cristalina en sus ojos y su voz se va cortando poco a poco-sabes es extraño ir cada año al mausoleo familiar y dejar flores a una cripta vacía, les hablo pero se que no hay nadie ahí dentro- suspira y controla, puesto que no permite que las lagrimas simplemente desciendan-desde ese accidente vivo con mi prima quien también perdió a sus padres, ella ya era mayor de edad cuando lo de mis padres por lo que se encargo de mi educación, manutención y todo lo que necesite, de verdad Thais es más que una prima, es mi hermana y es lo único que me queda- suspira nuevamente, bebe un poco de su café y lo observa ya con una sonrisa.
-Si te platico esto no es para que mires con lastima y nada de eso, simplemente es para que entiendas lo que he venido diciendo y me taches de loca y esas cosas, ya que… bueno, muchas veces me han dicho algo similar o peor- sonríe nuevamente y haciendo remembranza seguramente sus palabras y lo habrán fastidiado-Perdón, creo que ni al caso lo que te he dicho- se lamenta mordiendo su labio inferior con cierta pena, puesto que seguramente a él no le interesará nada de lo que le ha contado
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Tenía entendido que varios humanos podían percibir nuestra aura y la de los demonios, aunque solamente era algo muy difuminado pero aún así eran capaces de saber donde nos encontrábamos cuando nos hacíamos 'Invisibles'. Realmente era algo extraño, ya que me había pasado una vez al estar en mitad de un parque junto a la pequeña Kayla, cuando una niña se quedó viendo fijo hacia el lugar en el que yo estaba parado y simplemente me corrí porque pensé que era una coincidencia, pero no lo fue así ya que la pequeña niña me siguió con la mirada. En ese entonces desconfié de que en verdad estuviera siendo invisible para los demás y pregunté a alguien superior que yo a que se debía ese comportamiento. Me explicaron que algunos de los humanos tenían dones que no debía asustarme por ello, pero si que tendría que ser bastante precavido.
Sonreí con una especie de ternura en mis facciones al oír lo que decía sobre su madre y su 'Angelote' que en cierto momento de su infancia fui yo. Aunque la sonrisa se disipó de mi rostro al escuchar que decía que su ángel protector la había abandonado en un momento importante y ciertamente me sentí culpable por ello y una punzada de angustia se clavó en mi pecho. Aunque después aseguró que aún lo tenía por las cosas que le habían pasado en estos años, y en verdad no dudaba que alguno de mis compañeros aún la acompañará y velara por ella. No como los ángeles guardianes para los pequeños pero si custodiando un poco su vida, digamos que esos eran algunos casos especiales para nosotros.
-Claro, yo creo que hay, y también como existe el bien existe el mal. Pero es preferible elegir por el camino correcto en tus decisiones, de esa manera el mal se difumina- le expliqué encogiéndome un poco de hombros.
Entrelacé mis dedos sobre la mesa y escuché con atención el relato que Yaiza tenía, más bien más que un relato era su historia de vida, su infancia, adolescencia y sus tristezas. Hice una mueca al oír lo de sus padres y su hermano y me pareció extraño, al igual que a ella, que sus cuerpos hubieran desaparecido en las cenizas. Y más aún que su hermano no apareciera luego de salvarla a ella. Realmente lo que contaba plantaba ciertas dudas en mi, pero que no quería comunicar para no hacerla indagar sobre ese tema y hacerla entristecer por ello.
Noté como en sus ojos una fina capa de agua estaba queriendo traspasar sus iris, pero por alguna razón permanecían allí sin caer sobre sus mejillas. Fue en ese entonces en el que me quería levantar y darle un abrazo a Yaiza, quizá sonaba algo tonto y loco pero me sentía un poco triste por lo que estaba relatando. Pero en ese momento la oí suspirar y sonreír antes de decirme que no tenía que tenerle lástima por ello, sino que lo decía con el fin de que la pudiera entender y no tachar como una 'loca' acerca del tema de las sombras y aquello que habíamos visto y platicado recientemente.
Solté un suspiro algo ahogado y le devolví la sonrisa. - Vaya historia y en verdad lamento no poder haber estado allí para ayudarte- solté sin pensar bien en lo que decía. Tonto Gabe, siempre haces lo mismo resopló una voz en mi interior, la misma voz que me regañaba cada vez que comentaba algo evidente sobre lo que era. Contaba con que Yaiza solo lo tomará como un comentario de impotencia de una persona que quería ayudar y hacer el bien.
- Lamento mucho lo que te ocurrió y descuida, sabes aunque sea un completo extraño no me molesta escucharte. Además eso supongo que te hace bien, ya que expresarse y sacarse todas las angustias de aquí dentro- comenté señalando el corazón. - liberan una carga enorme del cuerpo haciéndote sentir mejor- aseguré torciendo mis labios en una media sonrisa. -Y yo creo que no eres loca, digamos que eres una persona con un 'don' bastante particular, y en algunos casos es bueno- aseguré sonriendo por completo.
Sonreí con una especie de ternura en mis facciones al oír lo que decía sobre su madre y su 'Angelote' que en cierto momento de su infancia fui yo. Aunque la sonrisa se disipó de mi rostro al escuchar que decía que su ángel protector la había abandonado en un momento importante y ciertamente me sentí culpable por ello y una punzada de angustia se clavó en mi pecho. Aunque después aseguró que aún lo tenía por las cosas que le habían pasado en estos años, y en verdad no dudaba que alguno de mis compañeros aún la acompañará y velara por ella. No como los ángeles guardianes para los pequeños pero si custodiando un poco su vida, digamos que esos eran algunos casos especiales para nosotros.
-Claro, yo creo que hay, y también como existe el bien existe el mal. Pero es preferible elegir por el camino correcto en tus decisiones, de esa manera el mal se difumina- le expliqué encogiéndome un poco de hombros.
Entrelacé mis dedos sobre la mesa y escuché con atención el relato que Yaiza tenía, más bien más que un relato era su historia de vida, su infancia, adolescencia y sus tristezas. Hice una mueca al oír lo de sus padres y su hermano y me pareció extraño, al igual que a ella, que sus cuerpos hubieran desaparecido en las cenizas. Y más aún que su hermano no apareciera luego de salvarla a ella. Realmente lo que contaba plantaba ciertas dudas en mi, pero que no quería comunicar para no hacerla indagar sobre ese tema y hacerla entristecer por ello.
Noté como en sus ojos una fina capa de agua estaba queriendo traspasar sus iris, pero por alguna razón permanecían allí sin caer sobre sus mejillas. Fue en ese entonces en el que me quería levantar y darle un abrazo a Yaiza, quizá sonaba algo tonto y loco pero me sentía un poco triste por lo que estaba relatando. Pero en ese momento la oí suspirar y sonreír antes de decirme que no tenía que tenerle lástima por ello, sino que lo decía con el fin de que la pudiera entender y no tachar como una 'loca' acerca del tema de las sombras y aquello que habíamos visto y platicado recientemente.
Solté un suspiro algo ahogado y le devolví la sonrisa. - Vaya historia y en verdad lamento no poder haber estado allí para ayudarte- solté sin pensar bien en lo que decía. Tonto Gabe, siempre haces lo mismo resopló una voz en mi interior, la misma voz que me regañaba cada vez que comentaba algo evidente sobre lo que era. Contaba con que Yaiza solo lo tomará como un comentario de impotencia de una persona que quería ayudar y hacer el bien.
- Lamento mucho lo que te ocurrió y descuida, sabes aunque sea un completo extraño no me molesta escucharte. Además eso supongo que te hace bien, ya que expresarse y sacarse todas las angustias de aquí dentro- comenté señalando el corazón. - liberan una carga enorme del cuerpo haciéndote sentir mejor- aseguré torciendo mis labios en una media sonrisa. -Y yo creo que no eres loca, digamos que eres una persona con un 'don' bastante particular, y en algunos casos es bueno- aseguré sonriendo por completo.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Trata de controlarse y seguir con su faceta de mujer fuerte e inquebrantable, evitando al máximo dejar que el sentimiento la domine y le gane el corazón, sin embargo unas palabras provocaron que frunza el seño “Vaya historia y en verdad lamento no poder haber estado allí para ayudarte” , lo observa y no comprende a primera vista, pero se repite una y otra vez esas palabras en su cabeza tratando de entender que es lo que sucede, hasta que seguramente pudo haber sido en son de solidaridad y para tratar de darle ánimos y no sentirse mal… ¿Por qué eso dio a entender?...¿verdad?. Luego dio un giro radical a sus palabras, por lo que la rubia entiende lo que quiso decirle hace unos momentos, por lo que mantiene la vista fija en él. Por un largo rato permanece observándolo, por lo que cae en la cuenta de lo que esta haciendo “no seas idiota y deja de verlo de esa manera”, parpadea nuevamente y trata de sonreír.
- Gracias, de verdad agradezco tus palabras - sonríe nuevamente, mientras da un trago a su café y aquella sensación extraña se hace presente otra vez, y no entiende porque le está pasando, es algo entre emoción, alegría, euforia y muchas cosas mezcladas en una, aunque también una sensación de familiaridad que no había sentido, y no se explica que es lo que en realidad le está sucediendo, es que acaso ¿ya lo conocía de antes?, ¿ no imposible?, de conocerlo seguramente se hubiera acordado, puesto que una mirada como la de él es imposible de olvidar, pero, ¿Por qué siente extraño? ¿Qué es realmente lo que le está sucediendo?, ¿Por qué solamente con Gabriel le está sucediendo esto?... las incógnitas se manifiestan en su interior, provocando una enorme confusión.
Se mantiene en silencio un rato, observando a las personas que están ahí, algunos charlan, otros simplemente entran y salen del lugar, e incluso hay parejas que comienzan a darse muestras de amor entre ellos, Yaiza suspira por lo bajo y bebe otra vez de su café, mismo que aun esta a la mitad, para luego, observarlo nuevamente pero tratando de no confundir las cosas –eres una de las pocas personas que sin conocerme, me entienden y no me prejuzgan antes de tiempo- expresa aquellas palabras sonriéndole y observándolo con cierta ternura en los ojos, suspira y trata de dar un giro a la conversación, pero no encuentra las palabras exactas para poder darle el giro pero no las encuentra, por lo que se mantiene callada por unos instantes, tratando de encontrar un tema el cual abordar.
Luego de varios minutos, encuentra algo que bien podría ser interesante o almenos puede ayudar a matar en silencio que se ha hecho presente entre ellos – y ¿Cuándo culmines la carrera que es lo que sigue?, porque supongo que has elegido algo…¿verdad?, no se alguna especialización o algo parecido- pregunta sobre la carrera profesional del ojiverde, tratando de no hacer evidente el silencio o continuar con su autocompasión por lo de su familia, ya que es lo que menos quire.
- Gracias, de verdad agradezco tus palabras - sonríe nuevamente, mientras da un trago a su café y aquella sensación extraña se hace presente otra vez, y no entiende porque le está pasando, es algo entre emoción, alegría, euforia y muchas cosas mezcladas en una, aunque también una sensación de familiaridad que no había sentido, y no se explica que es lo que en realidad le está sucediendo, es que acaso ¿ya lo conocía de antes?, ¿ no imposible?, de conocerlo seguramente se hubiera acordado, puesto que una mirada como la de él es imposible de olvidar, pero, ¿Por qué siente extraño? ¿Qué es realmente lo que le está sucediendo?, ¿Por qué solamente con Gabriel le está sucediendo esto?... las incógnitas se manifiestan en su interior, provocando una enorme confusión.
Se mantiene en silencio un rato, observando a las personas que están ahí, algunos charlan, otros simplemente entran y salen del lugar, e incluso hay parejas que comienzan a darse muestras de amor entre ellos, Yaiza suspira por lo bajo y bebe otra vez de su café, mismo que aun esta a la mitad, para luego, observarlo nuevamente pero tratando de no confundir las cosas –eres una de las pocas personas que sin conocerme, me entienden y no me prejuzgan antes de tiempo- expresa aquellas palabras sonriéndole y observándolo con cierta ternura en los ojos, suspira y trata de dar un giro a la conversación, pero no encuentra las palabras exactas para poder darle el giro pero no las encuentra, por lo que se mantiene callada por unos instantes, tratando de encontrar un tema el cual abordar.
Luego de varios minutos, encuentra algo que bien podría ser interesante o almenos puede ayudar a matar en silencio que se ha hecho presente entre ellos – y ¿Cuándo culmines la carrera que es lo que sigue?, porque supongo que has elegido algo…¿verdad?, no se alguna especialización o algo parecido- pregunta sobre la carrera profesional del ojiverde, tratando de no hacer evidente el silencio o continuar con su autocompasión por lo de su familia, ya que es lo que menos quire.
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Ciertamente la mirada de Yaiza había cambiado desde la primera vez que la vi hacía unas horas atrás. Ahora se mostraba un poco más apaciguada sin el malhumor que tenía hoy por la tarde, aunque era realmente comprensible recordando como la habían empujado y demás. Pero sus ojos mostraban una ternura muy bonita, tal y como la recordaba al ser una pequeña niña.
En verdad lamentaba que me hayan encomendado otra misión en ese instante que la abandoné, por así decirlo, ya que de no haber sido así podría haber permanecido cuidando de ella hasta el fin de sus días. Pero eso tenía sus puntos malos a favor, como por ejemplo que esta conversación no se podría haber dado a cabo. A menos que me mostrará visible para ella como su amigo o algo así.
Medité unos instantes con la mirada fija en sus ojos, intentando pensar que podría pedir un relevo para mi tarea actual y volver a su protección, pero no estaba seguro de ello. Parpadeé dándome cuenta de que tenía la mirada fija en ella y le sonreí. -No me gustan los prejuicios, quizá es por ello- aseguré aclarando mi garganta y bebiendo otro sorbo de la amarga infusión.
Pasaron unos minutos de silencio en el que intenté mandar vibras positivas a mi acompañante hasta que habló. -Bueno en realidad es mi primer año en medicina, es que acabé la carrera de psicología el pasado año y aún siento que curso ese último año. Pero aún no se que haré- le expliqué sintiéndome un poco tonto al haberle dicho que ya estaba por terminar la carrera de medicina. Realmente la mayoría de las veces se me hacía difícil hacer que todos mis datos concuerden con los humanos. Debería agendarlos para no equivocarme o meter la pata para que descubrieran algo extraño en mi.
-¿Tu harás algo o seguirías con la organización de eventos?- pregunté.
En verdad lamentaba que me hayan encomendado otra misión en ese instante que la abandoné, por así decirlo, ya que de no haber sido así podría haber permanecido cuidando de ella hasta el fin de sus días. Pero eso tenía sus puntos malos a favor, como por ejemplo que esta conversación no se podría haber dado a cabo. A menos que me mostrará visible para ella como su amigo o algo así.
Medité unos instantes con la mirada fija en sus ojos, intentando pensar que podría pedir un relevo para mi tarea actual y volver a su protección, pero no estaba seguro de ello. Parpadeé dándome cuenta de que tenía la mirada fija en ella y le sonreí. -No me gustan los prejuicios, quizá es por ello- aseguré aclarando mi garganta y bebiendo otro sorbo de la amarga infusión.
Pasaron unos minutos de silencio en el que intenté mandar vibras positivas a mi acompañante hasta que habló. -Bueno en realidad es mi primer año en medicina, es que acabé la carrera de psicología el pasado año y aún siento que curso ese último año. Pero aún no se que haré- le expliqué sintiéndome un poco tonto al haberle dicho que ya estaba por terminar la carrera de medicina. Realmente la mayoría de las veces se me hacía difícil hacer que todos mis datos concuerden con los humanos. Debería agendarlos para no equivocarme o meter la pata para que descubrieran algo extraño en mi.
-¿Tu harás algo o seguirías con la organización de eventos?- pregunté.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Le observa y por instantes cree que este momento podría tratarse de un verdadero sueño puesto que simplemente esta con la grata compañía de un chico que es, uno en un millón, es atento, caballeroso, comprensivo, alegre, inteligente y con una mirada hermosa, es el hombre perfecto para cualquier chica, incluso para Yaiza, aunque, bueno, eso es lo que percibe a primera vista, eso es almenos lo que ella puede ver en él, todo puede cambiar al cruzar la puerta y deje ver lo que en verdad es. Ante su comentario de no ser prejuicioso, siente nuevamente ese alivio, puesto que en verdad hay muy pocos como él, normalmente hay quienes ruedan los ojos y la dejan hablando, otros que recogen sus dientes en el suelo por haber recibido un golpe por parte de ella e incluso hay quienes la han hecho llorar por su comportamiento… es humana y siente y aunque tenga la careta de mujer dura y sin misericordia alguna, en ciertas ocasiones, la rubia es una mujer que siente y desea en lo más, pero, en lo más profundo de su ser desea encontrar un hombre que le llene, que le haga feliz y más que nada comparta con ella momentos felices, además de llenar el vacio que siente, otorgándole la dicha más grande que jamás pudiera imaginar… aunque eso que ella busca, tal vez este demasiado lejos de encontrarlo.
Sin embargo, la respuesta pronunciada por Gabriel, la hace quedar como una completa idiota, puesto que eso lo había dejado en claro desde un principio, siente cierta culpa y distracción, puesto que si bien, el se ha portado como un verdadero chico atento y comprensivo, la rubia sonríe ante su comentario-Que idiota soy, seguro ya me lo habías mencionado y yo de distraída no preste atención… pero hombre, que inteligente eres, primero Psicología y ahora Medicina, vaya, creo que ya se aquien acudir para que me ayude a controlar mi impulsivo carácter- bromea ligeramente, puesto que se ha sorprendido por lo inteligente que es, sin duda pocos como él, sin embargo escucha y responde, con una amplia sonrisa y cierto gesto de asombro-pues por el momento seguir organizando eventos, pero tengo planes que por mi experiencia tal vez pronto se realicen- realiza una pausa y bebe otro pequeño trago de su café –quiero formar mi propio negocio de Planeación de Eventos, conozco mucha gente que me puede ayudar y pues para eso necesito dinero, socios y demás, por eso ahorro una parte considerable de mi sueldo para un futuro- termina de responder y nuevamente bebe un poco más de café.
Sin embargo, la respuesta pronunciada por Gabriel, la hace quedar como una completa idiota, puesto que eso lo había dejado en claro desde un principio, siente cierta culpa y distracción, puesto que si bien, el se ha portado como un verdadero chico atento y comprensivo, la rubia sonríe ante su comentario-Que idiota soy, seguro ya me lo habías mencionado y yo de distraída no preste atención… pero hombre, que inteligente eres, primero Psicología y ahora Medicina, vaya, creo que ya se aquien acudir para que me ayude a controlar mi impulsivo carácter- bromea ligeramente, puesto que se ha sorprendido por lo inteligente que es, sin duda pocos como él, sin embargo escucha y responde, con una amplia sonrisa y cierto gesto de asombro-pues por el momento seguir organizando eventos, pero tengo planes que por mi experiencia tal vez pronto se realicen- realiza una pausa y bebe otro pequeño trago de su café –quiero formar mi propio negocio de Planeación de Eventos, conozco mucha gente que me puede ayudar y pues para eso necesito dinero, socios y demás, por eso ahorro una parte considerable de mi sueldo para un futuro- termina de responder y nuevamente bebe un poco más de café.
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Sonreí y me avergoncé un poco con los comentarios que hacía Yaiza sobre mi, que en realidad si supiera la verdad no creería que soy tan inteligente. Después de todo tenía bastantes años de ventaja para estudiar y aprender lo que quisiera, aunque para los demás solo contaba con veinticinco años de edad. -Bueno pues no tanto la carrera anterior eran cinco años y la he hecho en seis y un poco más- comenté tomando otra factura para comer.- Y descuida, no eres idiota es que yo me equivoqué- aseguré con una sonrisa comprensiva. -Y serás bienvenida para cuando necesites a alguien que te escuche- afirmé mientras bebía otro sorbo de café.
Escuché lo que tenía pensando para un futuro y eso realmente parecía hacerla feliz y al parecer era muy sensata al ahorrar para hacer un proyecto propio. Asentí con lo que me relataba y sonreí al terminar. Vaya eso sería genial para ti. Recordaré llamarte si algún evento se me presenta- dije riendo un poco.
La rubia me hacía tener un humor un poco mejor que el que tenía siempre, pero quería pensar que era por el sentimiento de protección que a un ángel le queda al ver a su protegido. Aunque definitivamente no era ese el sentimiento que se estaba presentando en mi.
Escuché lo que tenía pensando para un futuro y eso realmente parecía hacerla feliz y al parecer era muy sensata al ahorrar para hacer un proyecto propio. Asentí con lo que me relataba y sonreí al terminar. Vaya eso sería genial para ti. Recordaré llamarte si algún evento se me presenta- dije riendo un poco.
La rubia me hacía tener un humor un poco mejor que el que tenía siempre, pero quería pensar que era por el sentimiento de protección que a un ángel le queda al ver a su protegido. Aunque definitivamente no era ese el sentimiento que se estaba presentando en mi.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Sonríe ampliamente, sintiendo esa tranquilidad que tanto necesitaba, debido a que el día había sido bastante desgastante. Le sonríe y asiente a cada una de sus palabras, realizando gestos ante sus comentarios, realiza unos pequeños ademanes con las manos negando ligeramente, para luego escucharlo y continuar sonriendo, suspira ligeramente y desvía la mirada, observando todo a su alrededor –Claro, para lo que gustes, Bodas, XV años, Dulces 16, Bautizos o lo que se te ofrezca- bromea con su comentario, dando un pequeño y último sorbo a su café, para luego escuchar su móvil sonar, asienta la tasa en la mesa y frunce el seño asustada –seguramente es el doctor- hace referencia hacia quien le contrato, abre su bolso, revuelve sus cosas, escuchando el timbre de llamada, revuelve su estuche de maquillaje, su billetera, bolígrafos, agenda, perfume, antitranspirante, llaves tanto de casa como de auto… y por fin lo encuentra, pero no reconoce el numero, frunce el seño al ver el numero.
-Perdón es solo un momento...-realiza una pausa disculpándose, por la llamada-Si diga- responde a la llamada en un tono amable y cordial, más sin embargo frunce el seño asustada, ya que del otro lado se escuchan una especie de jadeos, que le provocan un poco de sobresalto, justo iba a colgar, hasta que le hablaron.
-Desconocido: No me cuelgues Yaiza, por cierto te habían dicho que luces espectacular este día, si, estas en tu mejor momento… es más en un momento de idiotez pensé que ese con el que estas era algo tuyo, pero veo que no es asi y no te atrevas a colgar la llamada, porque no sabes de lo que soy capaz- le habla con bastante fuerza, provocando un escalofrio en el cuerpo de la rubia, observa a Gabriel con miedo y a la vez con ganas de salir corriendo de ese lugar-Tranquila estoy lejos, solo tenia ganas de escuchar tu voz, hace tantos años que no la escucho… te amo pequeña, pronto nos volveremos a encontrar- la llamada se corta.
La rubia bloquea el teclado del teléfono, manteniéndose sería y sin habla, suspira con sorpresa ya que no es la primera vez que le sucede ya en otra ocasión le ha pasado y Thais casi la saca del país por lo mismo-perdón- responde manteniéndose en silencio, gira hacia todos lados y no encuentra a nadie –no se que es lo que pasa, de verdad- debido al susto unas pequeñas y ligeras lagrimas caen de sus ojos, rápidamente se limpia el rostro –perdón, de verdad lo siento, pero es que esto me supera- justifica sus pequeñas lagrimas y finge sonreir con cierta dulzura aunque no puede
-Perdón es solo un momento...-realiza una pausa disculpándose, por la llamada-Si diga- responde a la llamada en un tono amable y cordial, más sin embargo frunce el seño asustada, ya que del otro lado se escuchan una especie de jadeos, que le provocan un poco de sobresalto, justo iba a colgar, hasta que le hablaron.
-Desconocido: No me cuelgues Yaiza, por cierto te habían dicho que luces espectacular este día, si, estas en tu mejor momento… es más en un momento de idiotez pensé que ese con el que estas era algo tuyo, pero veo que no es asi y no te atrevas a colgar la llamada, porque no sabes de lo que soy capaz- le habla con bastante fuerza, provocando un escalofrio en el cuerpo de la rubia, observa a Gabriel con miedo y a la vez con ganas de salir corriendo de ese lugar-Tranquila estoy lejos, solo tenia ganas de escuchar tu voz, hace tantos años que no la escucho… te amo pequeña, pronto nos volveremos a encontrar- la llamada se corta.
La rubia bloquea el teclado del teléfono, manteniéndose sería y sin habla, suspira con sorpresa ya que no es la primera vez que le sucede ya en otra ocasión le ha pasado y Thais casi la saca del país por lo mismo-perdón- responde manteniéndose en silencio, gira hacia todos lados y no encuentra a nadie –no se que es lo que pasa, de verdad- debido al susto unas pequeñas y ligeras lagrimas caen de sus ojos, rápidamente se limpia el rostro –perdón, de verdad lo siento, pero es que esto me supera- justifica sus pequeñas lagrimas y finge sonreir con cierta dulzura aunque no puede
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Una sonrisa se extendió por mi rostro al ver como Yaiza se daba el lujo de bromear con nuestra conversación. Realmente me hacía sentir tan bien ver en su rostro una pequeña chispa de alegría, la cual no había podido contemplar en el momento que la encontré.
- Creo que los dulces dieciséis los pasé hace bastante, pero tendré en cuenta los demás- bromee rascándome ligeramente la nuca. Un mal habito que había adoptado al estar tanto tiempo sentado, aunque eso no lograra cansarme se sentía bien estirarse un poco y ese movimiento me parecía adecuado.
El Móvil de Yaiza sonó de un momento para otra y ella me advirtió que podría ser el doctor. Me sentí un poco incómodo ya que quizá podrían llegar a regañarla por no cumplir su trabajo y andar holgazaneando. La miré expectante mientras ella revolvía en su bolso para encontrar su celular. Después de varios intentos logró sacarlo de allí y me pidió disculpas antes de atender al interlocutor con un tono amable, justamente el que había conocido en esta misma tarde. Mi sonrisa se hizo presente al oírla con tanta amabilidad, pero de inmediato mi rostro se serenó al ver el rostro de horror en mi acompañante.
Esperé a que la llamada se terminará para preguntarle que ocurría pero de sus ojos comenzaron a brotar algunas lágrimas, quizá las misma que había intentado reprimir anteriormente en nuestra conversación.
Sinceramente no me importo demasiado que estuviesemos en el medio de un café y que no me conociera lo suficiente como para que le diese una muestra de cariño pero necesitaba protegerla en algún caso y verla llorar era algo que me entristecía el alma.
Me paré de mi asiento y fui hacia ella brindándole un abrazo ante lo que sucedía aunque no entendía que era lo que ocurría. -Sabes que aunque llorar todos lo vean como una debilidad es algo que ayuda bastante cuando no puedes más- susurré sabiendo que me oiría a la perfección a causa de la cercanía.
No estaba seguro de como reaccionaría ante lo que hice, pero no podía quedarme sentado de brazos cruzados.
- Creo que los dulces dieciséis los pasé hace bastante, pero tendré en cuenta los demás- bromee rascándome ligeramente la nuca. Un mal habito que había adoptado al estar tanto tiempo sentado, aunque eso no lograra cansarme se sentía bien estirarse un poco y ese movimiento me parecía adecuado.
El Móvil de Yaiza sonó de un momento para otra y ella me advirtió que podría ser el doctor. Me sentí un poco incómodo ya que quizá podrían llegar a regañarla por no cumplir su trabajo y andar holgazaneando. La miré expectante mientras ella revolvía en su bolso para encontrar su celular. Después de varios intentos logró sacarlo de allí y me pidió disculpas antes de atender al interlocutor con un tono amable, justamente el que había conocido en esta misma tarde. Mi sonrisa se hizo presente al oírla con tanta amabilidad, pero de inmediato mi rostro se serenó al ver el rostro de horror en mi acompañante.
Esperé a que la llamada se terminará para preguntarle que ocurría pero de sus ojos comenzaron a brotar algunas lágrimas, quizá las misma que había intentado reprimir anteriormente en nuestra conversación.
Sinceramente no me importo demasiado que estuviesemos en el medio de un café y que no me conociera lo suficiente como para que le diese una muestra de cariño pero necesitaba protegerla en algún caso y verla llorar era algo que me entristecía el alma.
Me paré de mi asiento y fui hacia ella brindándole un abrazo ante lo que sucedía aunque no entendía que era lo que ocurría. -Sabes que aunque llorar todos lo vean como una debilidad es algo que ayuda bastante cuando no puedes más- susurré sabiendo que me oiría a la perfección a causa de la cercanía.
No estaba seguro de como reaccionaría ante lo que hice, pero no podía quedarme sentado de brazos cruzados.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Y de la nada, la calidez que emana del cuerpo de Gabriel la cubre, obligándola a rodearlo por la espalda, sin poder más impedir que las lagrimas se desaten y broten más y más, pero aun tenia un poco de miedo de lo que pueda suceder, ese tipo no era la primera vez que le hablaba, ya había investigado y no hay dados del numero, la persona con la que registro la línea simplemente no existe, no comprende que es lo que sucede, y más porque le dice ese tipo de cosas. Siente apesar de la calidez el cuerpo helado, una punzada que se desliza por toda la espina dorsal, el nerviosismo esta apoderado de ella, la agitación en su cuerpo.
-Gracias, muchas gracias- susurra cerca de su oído, pronunciando esa palabra que infinidad de veces le ha costado muchísimo trabajo decir, suspira y siente una pequeña agitación en el pecho por haber contenido el llanto, trata de calmarse y suspira mas aliviada. Poco a poco se aparta de su cuerpo y lo observa fijamente, sus ojos estan rojizos por las lagrimas –es que, otra vez paso, otra vez- le habla como si el supiera lo que esta pasando, pero al caer en la cuenta, respira con mucho más calma-lo que pasa es que hace años, un sujeto como el que me hablo, hizo lo mismo, sabia donde vivía, sabia de mi familia, de mi prima, de mi, dijo cosas que solo yo sabia y - suspira y controla la voz, ya que esta un poco agitada-dijo que mi hermano esta con vida y que, lo de mis padres fue el comienzo de muchas cosas más, que tanto Thais como yo, lo sabríamos a su debido tiempo- controla la respiración para luego intentar explicar las cosas –mi prima se asusto muchísimo e incluso insistia en salir del país un tiempo, porque se realizaron investigaciones y la persona que registro la línea no existe, no hay rastro de esa persona, pero, aun así no nos fuimos, solo nos mudamos y la dirección es privada y muy difícilmente pueden dar con nosotras y lo más extraño, es que este número es privado, solo mis clientes lo tienen y mi prima, nadie más porque las tarjetas de presentación tienen el telefono de la oficina y no este- explica tratando de que esto no suene a una locura
-Gracias, muchas gracias- susurra cerca de su oído, pronunciando esa palabra que infinidad de veces le ha costado muchísimo trabajo decir, suspira y siente una pequeña agitación en el pecho por haber contenido el llanto, trata de calmarse y suspira mas aliviada. Poco a poco se aparta de su cuerpo y lo observa fijamente, sus ojos estan rojizos por las lagrimas –es que, otra vez paso, otra vez- le habla como si el supiera lo que esta pasando, pero al caer en la cuenta, respira con mucho más calma-lo que pasa es que hace años, un sujeto como el que me hablo, hizo lo mismo, sabia donde vivía, sabia de mi familia, de mi prima, de mi, dijo cosas que solo yo sabia y - suspira y controla la voz, ya que esta un poco agitada-dijo que mi hermano esta con vida y que, lo de mis padres fue el comienzo de muchas cosas más, que tanto Thais como yo, lo sabríamos a su debido tiempo- controla la respiración para luego intentar explicar las cosas –mi prima se asusto muchísimo e incluso insistia en salir del país un tiempo, porque se realizaron investigaciones y la persona que registro la línea no existe, no hay rastro de esa persona, pero, aun así no nos fuimos, solo nos mudamos y la dirección es privada y muy difícilmente pueden dar con nosotras y lo más extraño, es que este número es privado, solo mis clientes lo tienen y mi prima, nadie más porque las tarjetas de presentación tienen el telefono de la oficina y no este- explica tratando de que esto no suene a una locura
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Al parecer no se había enojado por mi muestra de cariño repentina, sino que había correspondido a mi abrazo rodeando mi espalda con sus brazos. Un gesto de cariño que realmente me daba gusto dar o recibir y justamente en este momento sentía que Yaiza necesitaba uno, ya que había estallado en un llanto que era incomprendido para mi aún.
La gente nos miraba como si fuésemos bichos raros pero al fin y al cabo nada importaba más ahora que como se sentía la pequeña rubia que tenía en mis brazos. Dejé que tomará aire y cuando lo hizo soltó sus brazos. Dejé de abrazarla para darle espacio y me senté frente a ella una vez más posando mis manos sobre la mesa por si las necesitaba. Le sonreí de lado cuando agradeció y estiré uno de mis brazos para quitar unas lágrimas de sus ojos.
Al parecer algo había ocurrido anteriormente y volvió a pasar ahora mismo pero no entendía el por qué. Iba a preguntarle el por qué cuando comenzó a explicarme de que iba la cosa. Evidentemente alguien estaba telefonéandola y asustándola con el tema referente a su hermano, del cual me había contando anteriormente. Hice una mueca y tomé sus manos con delicadeza. -Ya veo, esto es algo complicado. -- comenté utilizando con cuidado mis palabras para no infudirle más miedo del que ya tenía. -Así que tomaron medidas y ahora las vuelven a molestar- dije un tanto preocupado. -¿Y has pensando en contratar un guardaespaldas?- inquirí a modo de curiosidad. -¿ No tienes alguna sospecha de quien puede ser el que hace las llamadas, quizá algún amigo o familiar cercano o algo así?- pregunté sintiéndome una especie de detective.
Acaricié levemente sus manos. -Lamento hacer tantas preguntas- murmuré un tanto apenado con el asunto.
La gente nos miraba como si fuésemos bichos raros pero al fin y al cabo nada importaba más ahora que como se sentía la pequeña rubia que tenía en mis brazos. Dejé que tomará aire y cuando lo hizo soltó sus brazos. Dejé de abrazarla para darle espacio y me senté frente a ella una vez más posando mis manos sobre la mesa por si las necesitaba. Le sonreí de lado cuando agradeció y estiré uno de mis brazos para quitar unas lágrimas de sus ojos.
Al parecer algo había ocurrido anteriormente y volvió a pasar ahora mismo pero no entendía el por qué. Iba a preguntarle el por qué cuando comenzó a explicarme de que iba la cosa. Evidentemente alguien estaba telefonéandola y asustándola con el tema referente a su hermano, del cual me había contando anteriormente. Hice una mueca y tomé sus manos con delicadeza. -Ya veo, esto es algo complicado. -- comenté utilizando con cuidado mis palabras para no infudirle más miedo del que ya tenía. -Así que tomaron medidas y ahora las vuelven a molestar- dije un tanto preocupado. -¿Y has pensando en contratar un guardaespaldas?- inquirí a modo de curiosidad. -¿ No tienes alguna sospecha de quien puede ser el que hace las llamadas, quizá algún amigo o familiar cercano o algo así?- pregunté sintiéndome una especie de detective.
Acaricié levemente sus manos. -Lamento hacer tantas preguntas- murmuré un tanto apenado con el asunto.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Se mantiene en una especie de trance, suspira y da pequeños brincos por la agitación del llanto, siente que toda esa pesadilla ha vuelto, que su vida volverá a pasar por ese trago amargo y frio que en el pasado se presento, en ese entonces tenia 19 años, un duro golpe que le hizo creer en la simple posibilidad de almenos tener a su hermano cerca, saber que almenos uno de sus familiares aun vive, tener la ilusión de no sentirse tan sola y volver a ver a su hermano que tanta falta le ha hecho en todos estos años, pero también, odiaría tener que regresar a la realidad de que todo aquello vivido, era solo una maquinación de un ser moustroso que solo deseaba lastimarla, ya que no comprende porque a ella. Traga saliva y dirige la mirada hacia Gabriel, pudiendo notarse un poco pálida y bastante asustada aun.
-Si es más complicado de lo que parece- responde con la voz entrecortada, ya que si para ella es difícil para los demás es aun mucho más. Sostiene sus manos de la misma manera y sintiendo un poco mas de tranquilidad, extraño ya que en estos momento seguramente estaría paranoica o gritando de la desesperación, en otras circunstancias, ya estaría en su auto conduciendo como loca hacia su casa, manejando por calles completamente diferentes a las acostumbradas, pero, no es asi, la cercanía de Gabriel le causa una tranquilidad inexplicable. Sin embargo, sus preguntas comenzaron a revolverla y provocaron una sonrisa en sus labios –No te disculpes, lo del guardaespaldas lo pensamos, pero Thais no quizo, en cuanto a los familiares, pues no están aquí, solo tenemos una tía pero esta en el extranjero y tiene como 80 años, asi que no lo creo, la familia de mi padre… bueno, no tenia y de mi madre, pues como te dije, ya es bastante grande de edad- responde haciendo referencia a la dulce tía Beth, quien a pesar de todo siempre ha estado al pendiente de ellas.
-Gracias por comprender, de verdad- lo observa con la mirada brillosa, debido a lo lloroso de los ojos, siente que con él si puede demostrar ese lado débil, sumiso, tierno e incluso alegre que se enterca en esconder, suspira y desvia la mirada hacia unas señoras que los observan, las mirada con seriedad y de ser balas sus ojos, ya las hubiera aniquilado con la sola mirada, las señoras se van mirándola con recelo y luego de eso regresa la mirada a Gabriel, le sonríe –de verdad, hay muy pocos chicos como tu, de verdad- lo observa con bastante ternura, tratando de olvidar la llamada, pero cuando su prima la vea llegar, sabrá que algo malo esta sucediendo
-Si es más complicado de lo que parece- responde con la voz entrecortada, ya que si para ella es difícil para los demás es aun mucho más. Sostiene sus manos de la misma manera y sintiendo un poco mas de tranquilidad, extraño ya que en estos momento seguramente estaría paranoica o gritando de la desesperación, en otras circunstancias, ya estaría en su auto conduciendo como loca hacia su casa, manejando por calles completamente diferentes a las acostumbradas, pero, no es asi, la cercanía de Gabriel le causa una tranquilidad inexplicable. Sin embargo, sus preguntas comenzaron a revolverla y provocaron una sonrisa en sus labios –No te disculpes, lo del guardaespaldas lo pensamos, pero Thais no quizo, en cuanto a los familiares, pues no están aquí, solo tenemos una tía pero esta en el extranjero y tiene como 80 años, asi que no lo creo, la familia de mi padre… bueno, no tenia y de mi madre, pues como te dije, ya es bastante grande de edad- responde haciendo referencia a la dulce tía Beth, quien a pesar de todo siempre ha estado al pendiente de ellas.
-Gracias por comprender, de verdad- lo observa con la mirada brillosa, debido a lo lloroso de los ojos, siente que con él si puede demostrar ese lado débil, sumiso, tierno e incluso alegre que se enterca en esconder, suspira y desvia la mirada hacia unas señoras que los observan, las mirada con seriedad y de ser balas sus ojos, ya las hubiera aniquilado con la sola mirada, las señoras se van mirándola con recelo y luego de eso regresa la mirada a Gabriel, le sonríe –de verdad, hay muy pocos chicos como tu, de verdad- lo observa con bastante ternura, tratando de olvidar la llamada, pero cuando su prima la vea llegar, sabrá que algo malo esta sucediendo
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
A juzgar por lo que decía el ángel que estaba protegiéndola o había desaparecido o había perdido sus alas en el transcurso de su cuidado, ya que Yaiza se encontraba un tanto desamparada cuando la encontré. Y eso era algo que no veías cuando un ángel hacía bien su trabajo o cuando un ángel estaba haciendo su trabajo.
Solté un pequeño suspiro al verla así y acaricié sus manos hasta que comenzó a explicarme las medidas que podrían haber tomado. Al parecer su prima la cuidaba mucho y seguramente estaría aún más aterrada que la rubia en estas circunstancias al ser mayor y tenerla a cargo aunque a decir verdad Yaiza ya fuera mayor de edad o eso parecía.
Asentí con lo que me relato y sinceramente no parecía estar esa tía involucrada, ya que era bastante mayor. Eso solo daba más sospechas sobre quien podría estar haciendo esas llamadas y con qué fin lo hacía.
Una sonrisa se extendió por mi rostro cuando agradeció y pude percibir un calor en mis mejillas al hacer ese cumplido hacia mi persona. -Te equivocas, hay muchos como yo.- aseguré conociendo a varios ángeles que se comportaban casi de la misma manera que yo . -Y descuida no tienes porque agradecerme Yaiza- comenté con una sonrisa.
-¿Quieres que te acompañé hasta tu casa?- pregunté con cierto temor. Es que en verdad sería algo tedioso y digno de temor irse sola hacia su hogar tras haber recibido ese tipo de llamada.
Solté un pequeño suspiro al verla así y acaricié sus manos hasta que comenzó a explicarme las medidas que podrían haber tomado. Al parecer su prima la cuidaba mucho y seguramente estaría aún más aterrada que la rubia en estas circunstancias al ser mayor y tenerla a cargo aunque a decir verdad Yaiza ya fuera mayor de edad o eso parecía.
Asentí con lo que me relato y sinceramente no parecía estar esa tía involucrada, ya que era bastante mayor. Eso solo daba más sospechas sobre quien podría estar haciendo esas llamadas y con qué fin lo hacía.
Una sonrisa se extendió por mi rostro cuando agradeció y pude percibir un calor en mis mejillas al hacer ese cumplido hacia mi persona. -Te equivocas, hay muchos como yo.- aseguré conociendo a varios ángeles que se comportaban casi de la misma manera que yo . -Y descuida no tienes porque agradecerme Yaiza- comenté con una sonrisa.
-¿Quieres que te acompañé hasta tu casa?- pregunté con cierto temor. Es que en verdad sería algo tedioso y digno de temor irse sola hacia su hogar tras haber recibido ese tipo de llamada.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Poco a poco comienza a llegar la estabilidad y un poco de calma, suspira aliviada aunque esa voz aun retumba en su cabeza, puede sentir como si le hablara cerca, puede incluso sentir como este le respira al oído, suspira y trata de relajarse sintiendo el tacto de Gabriel, lo observa y prefiere olvidar esas cosas “cursis” que recorrieron su cabeza en algún momento, puesto que si la están siguiendo, puede que le causen algún daño y relativamente él no tiene nada que ver en lo que le está sucediendo, le sonríe con cierta ternura –pero los que hay están escondidos, créeme- bromea con la voz un poco nasal y graciosa , por el efecto lagrimoso y rasposo de hace unos instantes, haciendo referencia las personas como él.
Como bendición le caen sus palabras ya que le aterra tener que conducir hasta su casa sola, con el temor de que la sigan o algo parecido, asiente y con la mirada casi le suplica que así sea –Te lo agradecería de verdad- asiente y sonríe un poco apenada por estar en un estado tan deplorable y dejar que los demás vean ese lado, para luego sacar la billetera de su bolso y dejar lo suficiente en la mesa, ya que si bien menciono antes, ella era la que invitaba a los cafés –Vamos, mi auto esta en el estacionamiento- suspira y lo observa, para luego comenzar a agarrar sus cosas, pero antes busca entre su cosas sus llaves, ya que de lo contrario será una travesía enorme buscarlas, las busca y estas se encuentran en el fondo de su bolsa, las agarra y saca, colocando el aro metalico que los une en uno de sus dedos, coge sus cosas y le sonríe a Gabriel –e dije que yo invitaba, vamos- le sonríe para luego limpiar su rostro con la mano libre y asi evitar que queden rastros de lagrimas
Como bendición le caen sus palabras ya que le aterra tener que conducir hasta su casa sola, con el temor de que la sigan o algo parecido, asiente y con la mirada casi le suplica que así sea –Te lo agradecería de verdad- asiente y sonríe un poco apenada por estar en un estado tan deplorable y dejar que los demás vean ese lado, para luego sacar la billetera de su bolso y dejar lo suficiente en la mesa, ya que si bien menciono antes, ella era la que invitaba a los cafés –Vamos, mi auto esta en el estacionamiento- suspira y lo observa, para luego comenzar a agarrar sus cosas, pero antes busca entre su cosas sus llaves, ya que de lo contrario será una travesía enorme buscarlas, las busca y estas se encuentran en el fondo de su bolsa, las agarra y saca, colocando el aro metalico que los une en uno de sus dedos, coge sus cosas y le sonríe a Gabriel –e dije que yo invitaba, vamos- le sonríe para luego limpiar su rostro con la mano libre y asi evitar que queden rastros de lagrimas
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Le dediqué una sonrisa torcida cuando dijo eso y asentí . -De vez en cuando salimos a la luz para ayudar- aseguré con un encogimiento de hombros sabiendo a la perfección que estaba dándole a conocer una gran verdad acerca de los de mi raza. Igualmente estaba encubierta esa oración con otros fines pero estaba seguro de que no le mentía en absoluto con lo que estaba diciendo.
Vi como sacaba su dinero y lo dejaba sobre la mesa. No protesté por ello ya que era algo pre acordado que ella pagaría por los cafés aunque me gustaba invitar a mi. De todos modos no quería contradecirla después de la fea situación que había pasado recién. Cuando sacó sus llaves la tomé de la mano y salimos del café en el que habíamos compartido la tarde.
-No me agradezcas Yaiza- dije un tanto apenado.
Vi como sacaba su dinero y lo dejaba sobre la mesa. No protesté por ello ya que era algo pre acordado que ella pagaría por los cafés aunque me gustaba invitar a mi. De todos modos no quería contradecirla después de la fea situación que había pasado recién. Cuando sacó sus llaves la tomé de la mano y salimos del café en el que habíamos compartido la tarde.
-No me agradezcas Yaiza- dije un tanto apenado.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Sostiene su mano y camina junto a él , trayendo el centenar de cosas que lleva consigo, camina un poco lenta y sin prisa debido a que tanto los manteles y demás cosas se lo impiden, sonríe de medio lado por las palabras de Gabriel, bajando la mirada por un instante, puesto que si bien es cierto no es de dar las Gracias a todo el mundo, debido la dureza que representa, pero justo cuando se decide a decir esa palabra tan difícil para ella, le dice que no lo haga, es complicado, pero seguramente por alguna buena razón lo habrá mencionado –Intentare no hacerlo- sonríe denotándose un pequeño cambio en ella, puesto que esa desesperación de momento ha pasado.
Recorren el centro comercial, hasta llegar a la salida. Las puertas corredizas se abren y sale justo al estacionamiento de este, ya casi el astro rey ha comenzado con su breve letargo, para dar paso a la diosa de Plata que despertara para iluminar todo a su paso, la rubia, camina hacia su Ford 2010 color azul metálico, mismo que se ve casi solo en el estacionamiento, recorre cerca de 200 metros antes de llegar a su auto-Llegamos- musita por lo bajo, anunciando que ha llegado hasta su más grande adoración, que si bien es algo completamente material es algo que con su esfuerzo lo adquirió, le retira la alarma y suelta la mano de Gabriel para abrir la parte trasera del auto y comenzar a meter las cosas. Una vez que todo esta acomodado, cierra la puerta y le retira los seguros para que entre su acompañante; a los segundos entra y sonríe al ojiverde acomoda el espejo retrovisor y los espejos laterales, introduce la llave y enciende el auto –¿Dime que no eres el típico chico que se asusta por que una mujer va al volante?- pregunta puesto que muchas veces ha bajado a muchos de su auto por la misma razón. Sin más pone en marcha el auto, metiendo reversa para salir del pequeño cubículo en el que se encuentra y posteriormente cambia para poder emprender el camino ha su casa
Recorren el centro comercial, hasta llegar a la salida. Las puertas corredizas se abren y sale justo al estacionamiento de este, ya casi el astro rey ha comenzado con su breve letargo, para dar paso a la diosa de Plata que despertara para iluminar todo a su paso, la rubia, camina hacia su Ford 2010 color azul metálico, mismo que se ve casi solo en el estacionamiento, recorre cerca de 200 metros antes de llegar a su auto-Llegamos- musita por lo bajo, anunciando que ha llegado hasta su más grande adoración, que si bien es algo completamente material es algo que con su esfuerzo lo adquirió, le retira la alarma y suelta la mano de Gabriel para abrir la parte trasera del auto y comenzar a meter las cosas. Una vez que todo esta acomodado, cierra la puerta y le retira los seguros para que entre su acompañante; a los segundos entra y sonríe al ojiverde acomoda el espejo retrovisor y los espejos laterales, introduce la llave y enciende el auto –¿Dime que no eres el típico chico que se asusta por que una mujer va al volante?- pregunta puesto que muchas veces ha bajado a muchos de su auto por la misma razón. Sin más pone en marcha el auto, metiendo reversa para salir del pequeño cubículo en el que se encuentra y posteriormente cambia para poder emprender el camino ha su casa
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Después de todo no sabía bien el porque pero Yaiza me hacía sentir bien además de esa extraña sensación que no sabía bien que era en verdad pero no era para nada desagradable. Apreté su mano con delicadeza mientras pasábamos por los centenares de negocios que había en el centro comercial. Ropa, joyas, perfumes y tiendas de comestibles pude apreciar en el transcurso de nuestro viaje hasta el estacionamiento donde se encontraba el automóvil de Yaiza.
La tarde había sido de lo más extraña hasta para mi, ya que me había encontrado con la chica que cuidaba y que debía proteger. Me sentí horrible al ver por todo lo que había pasado y el no haber podido estar allí con ella para brindarle un poco de esperanza y aura protectora. Pero al fin y al cabo lo que había pasado no se podía cambiar en absoluto.
Después de traspasar todo el centro comercial atravezamos las puertas principales del lugar y caminamos con sigilo hasta que la rubia indicó que habíamos llegado a destino. Su auto era un Ford de un azul impresionante. -Bonito auto- dije sin poder omitir ese comentario acerca de su coche.
La ayudé a cargar las bolsas en el asiento trasero y me senté en el asiento del copiloto esperando que la muchacha subiera al del conductor. -Oh no, por supuesto que no. Confío en tus habilidades de conducción-aseguré con una sonrisa torcida mientras veía como salíamos del pequeño cubículo.
La tarde había sido de lo más extraña hasta para mi, ya que me había encontrado con la chica que cuidaba y que debía proteger. Me sentí horrible al ver por todo lo que había pasado y el no haber podido estar allí con ella para brindarle un poco de esperanza y aura protectora. Pero al fin y al cabo lo que había pasado no se podía cambiar en absoluto.
Después de traspasar todo el centro comercial atravezamos las puertas principales del lugar y caminamos con sigilo hasta que la rubia indicó que habíamos llegado a destino. Su auto era un Ford de un azul impresionante. -Bonito auto- dije sin poder omitir ese comentario acerca de su coche.
La ayudé a cargar las bolsas en el asiento trasero y me senté en el asiento del copiloto esperando que la muchacha subiera al del conductor. -Oh no, por supuesto que no. Confío en tus habilidades de conducción-aseguré con una sonrisa torcida mientras veía como salíamos del pequeño cubículo.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Justo antes de emprender el camino a casa se coloco el cinturón de seguridad, regla básica en el manual de manejo, y que no portarlo significaría una muy buena multa para ella, por lo que coloca, mantiene la vista al frente y pone en marcha el auto, haciendo alto cada que los señalamientos se lo indican hasta salir del centro comercial en su totalidad – es un alivio de verdad porque me han pasado un centenar de cosas porque voy al volante, que si conduzco rápido, que porque esto, que por aquello y una sarta de cosas- habla manteniendo la vista al frente, colocando el brazo en su ventana sujetando el volante con la izquierda y dado a que es automático no hay tanto problema por las velocidades. Recorre avenidas que están bastante congestionadas de gente y tráfico vial, frunce el seño al ver que esta bastante congestionado el camino, bufa por lo bajo observando el camino, dobla en una glorieta y continua por una avenida bastante grande, hasta que un alto del semáforo la obliga a detenerse, por lo que apoya el codo en la venta y observa a su acompañante.
- Solo porque estas no comienzo a maldecir, porque me estresa el trafico- justifica que durante el trayecto haya estado en completo silencio –Pero no muerdo, puedes encender la radio o lo que gustes, estas en tu auto- bromea sonriéndole, para luego observar el semáforo y desviar a la mirada hacia la derecha, fijándose en una persona en especifico, su cabello, sus facciones, su sonrisa le mantiene atrapada por un instante, frunce el seño para poder observar bien-¿Jake?- musita para ella misma, parpadea con rapidez, observando detenidamente a ese sujeto, que bien podría ser su hermano solo con más edad de la que cree, hasta que el pitar de los autos de atrás le hacen brincar y arrancar –Lo siento me distraje- sonríe un poco nerviosa y a la vez frunce el seño, sin más avanza y tras unas escasas 5 esquinas llega al edificio donde se encuentra su departamento, llega y estaciona el auto, notando que no se encuentra el de Thais-Llegamos - suspira al sentirse tan cerca de su casa, para luego retirar el cinturón y observar a Gabriel –espero que tu viaje haya sido placentero y no te haya provocado vértigo por mi manera de conducir- imita la voz de las azafatas para luego sonreírle
- Solo porque estas no comienzo a maldecir, porque me estresa el trafico- justifica que durante el trayecto haya estado en completo silencio –Pero no muerdo, puedes encender la radio o lo que gustes, estas en tu auto- bromea sonriéndole, para luego observar el semáforo y desviar a la mirada hacia la derecha, fijándose en una persona en especifico, su cabello, sus facciones, su sonrisa le mantiene atrapada por un instante, frunce el seño para poder observar bien-¿Jake?- musita para ella misma, parpadea con rapidez, observando detenidamente a ese sujeto, que bien podría ser su hermano solo con más edad de la que cree, hasta que el pitar de los autos de atrás le hacen brincar y arrancar –Lo siento me distraje- sonríe un poco nerviosa y a la vez frunce el seño, sin más avanza y tras unas escasas 5 esquinas llega al edificio donde se encuentra su departamento, llega y estaciona el auto, notando que no se encuentra el de Thais-Llegamos - suspira al sentirse tan cerca de su casa, para luego retirar el cinturón y observar a Gabriel –espero que tu viaje haya sido placentero y no te haya provocado vértigo por mi manera de conducir- imita la voz de las azafatas para luego sonreírle
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
La imité y me coloqué el cinturón de seguridad, después de todo mi mente estaba en otro lado con todo lo ocurrido esta tarde por lo que agradecía que la rubia respetará esas reglas.Su manera de conducir me pareció bien, frenaba donde lo tenía que hacer y no iba a una velocidad imprudente, cosas que yo siempre observaba de mañoso que era nada más.- Conduces bien, no se porque habrás tenido ese tipo de problemas- comenté por lo bajo mientras me relajaba en el asiento del copiloto.
Hice una mueca al ver como los autos se amontonaban y algunos de los conductores refunfuñaban y echaban a todo lo que da sus bocinas para atormentar los oídos de los demás.
Mi mente volvió al coche cuando Yaiza pronunció aquellas palabras que me hicieron reír entre dientes. -No te cohíbas por mi presencia, puedes maldecir lo que tu quieras- aseguré encogiéndome un poco de hombros. Después de todo la gente solía hacer cosas que sacaban de quicio a los demás, tal y como lo era tocar bocinazos sabiendo que el conductor de adelante no se podía adelantar a la señal roja del semáforo.
Asentí y sonreí mientras encendía el radio del automóvil y sintonizaba alguna radio, sin buscar una en particular.-A ver que música se encuentra por estas horas- musité.
Al detenernos en una calle la rubia se distrajo con la figura de un muchacho en la acera de la calle que transitábamos. Musitó un nombre, más bien un apodo para si misma y volvió a la normalidad segundos después tras oir el claxon de los otros coches que estaban detrás nuestro. Al parecer Yaiza estaba desconcertada por lo sucedido.
Desabroché mi cinturón al igual que ella y le sonreí ante lo que decía. -Yo creo que te contrataría de Chofer personal, pero sería algo extraño ¿ no crees?- aseguré riendo un poco sobre el asunto y adelantándome a salir para abrirle la puerta a mi compañera. Después de todo lo primero que me habían enseñado en el cielo eran los modales y más aún si se trataba de una dama.
Hice una mueca al ver como los autos se amontonaban y algunos de los conductores refunfuñaban y echaban a todo lo que da sus bocinas para atormentar los oídos de los demás.
Mi mente volvió al coche cuando Yaiza pronunció aquellas palabras que me hicieron reír entre dientes. -No te cohíbas por mi presencia, puedes maldecir lo que tu quieras- aseguré encogiéndome un poco de hombros. Después de todo la gente solía hacer cosas que sacaban de quicio a los demás, tal y como lo era tocar bocinazos sabiendo que el conductor de adelante no se podía adelantar a la señal roja del semáforo.
Asentí y sonreí mientras encendía el radio del automóvil y sintonizaba alguna radio, sin buscar una en particular.-A ver que música se encuentra por estas horas- musité.
Al detenernos en una calle la rubia se distrajo con la figura de un muchacho en la acera de la calle que transitábamos. Musitó un nombre, más bien un apodo para si misma y volvió a la normalidad segundos después tras oir el claxon de los otros coches que estaban detrás nuestro. Al parecer Yaiza estaba desconcertada por lo sucedido.
Desabroché mi cinturón al igual que ella y le sonreí ante lo que decía. -Yo creo que te contrataría de Chofer personal, pero sería algo extraño ¿ no crees?- aseguré riendo un poco sobre el asunto y adelantándome a salir para abrirle la puerta a mi compañera. Después de todo lo primero que me habían enseñado en el cielo eran los modales y más aún si se trataba de una dama.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Le sonríe ante sus palabras, dotadas de un aire bastante gracioso, para luego observar como sale rápidamente del auto y sin previo aviso rodea el auto para abrirle la puerta, para que ella descienda; desciende del auto sonriéndole, y es ella misma quien abre la puerta trascera para poder ver sus cosas, hasta que una voz chillona, metiche y chismosa le habla.
Vecina: Yaizita, buenas noches- la señora la observa y sonríe con cierta falsedad, los observa con una sonrisa, pero poniendo mas interés en Gabriel –Llegando de… trabajar, veo que vienes bien acompañada- la insistencia de la señora provoca un gesto fruncido en sus labios, pero en cierto modo le sigue el juego.
-Buenas Noche señora Harrison, y asi es, llego del trabajo, por cierto ¿ha visto a mi hermana? Porque no veo su auto- corresponde el saludo de la señora para luego voltear la pregunta hacia otra cosa ya que de decirle algo de Gabriel es para que no se la quite de encima en mucho tiempo.
-Vecina: la vi en la tarde entro a tu casa y se marcho como dos horas después pero no me fije de más- la señora deja a relucir su debilidad por los chismes para luego esperar a que alguno de los dos hable. Yaiza saca las cosas de su auto y le entrega unas a Gabriel para que le ayude, abusando de su amabilidad obviamente, termina de sacar sus cosas, cierra la puerta del auto y con la llave en mano coloca los seguros y la alarma, para luego girar hacia su vecina y despedirse dejándole la duda.
-Gracias señora Harrison, hasta mañana- le clava la duda y le hace un gesto al ojiverde en son de cierto desagrado y molestia por la señora. Comienzan a subir los dos pisos que la separan de su casa –Lamento lo que dijo la señora pero es que es muy metiche y chismosa y si le digo que vienes acompañándome y que te acabo de conocer, es para que consiga una cruz me crucifique y me tire agua bendita cada que me vea, porque a los ojos de ella, es pecado meter un hombre a la casa de una “señorita decente”, y eso es algo a lo que llamo Fanatismo- hace rodar los ojos ante lo que ha mencionado puesto que en efecto, la señora es muy entrometida y demasiado chocante cuando se lo propone –Y según ella Thais y yo somos hermanas y por eso vivimos juntas, y para que sacarla de su error, que lo siga pensando y en cierto modo tiene razón, puesto que prácticamente somos hermanas- responde justificando la mención que eran hermanas, para luego llegar hasta la puerta de su departamento, abre la puerta y el aroma a sándalo se hizo presente –Hay no- musita por lo bajo, entrando y dejando las cosas en el sillón que esta muy cerca de la puerta –Pasa Gabriel- le invita a pasar hasta que una nota en la mesa de centro de sala llama su atención.
La rubia frunce el seño y en parte se alegra ya que almenos no ara tanto escándalo cuando sepa lo que le paso, suspira y habla–Genial, Thais salió de la ciudad, mira - le enseña la nota a su acompañante, suspirando y encogiéndose en hombros, para luego sonreírle, se hace una coleta y se quita los zapatos, evidenciando su baja estatura –Te ofrezco algo, agua, café, jugo, vino, algo fuerte como whisky, tequila, ron, vodka, ginebra- comienza a mencionar su repertorio de lo que hay en casa, ya que eso nunca falta en su alacena, debido a que ambas son amantes de los buenos licores y de las demás bebidas mencionadas –dime y te sirvo, pero siéntate hombre no me molesto al contrario- le habla y casi por instinto se acerca a él pero manteniendo la distancia prudente –en parte me agra que estés aquí, de verdad, hoy hiciste mucho por mi y sin conocerme algo que te agradezco y de verdad me siento bien de que estes aquí
Vecina: Yaizita, buenas noches- la señora la observa y sonríe con cierta falsedad, los observa con una sonrisa, pero poniendo mas interés en Gabriel –Llegando de… trabajar, veo que vienes bien acompañada- la insistencia de la señora provoca un gesto fruncido en sus labios, pero en cierto modo le sigue el juego.
-Buenas Noche señora Harrison, y asi es, llego del trabajo, por cierto ¿ha visto a mi hermana? Porque no veo su auto- corresponde el saludo de la señora para luego voltear la pregunta hacia otra cosa ya que de decirle algo de Gabriel es para que no se la quite de encima en mucho tiempo.
-Vecina: la vi en la tarde entro a tu casa y se marcho como dos horas después pero no me fije de más- la señora deja a relucir su debilidad por los chismes para luego esperar a que alguno de los dos hable. Yaiza saca las cosas de su auto y le entrega unas a Gabriel para que le ayude, abusando de su amabilidad obviamente, termina de sacar sus cosas, cierra la puerta del auto y con la llave en mano coloca los seguros y la alarma, para luego girar hacia su vecina y despedirse dejándole la duda.
-Gracias señora Harrison, hasta mañana- le clava la duda y le hace un gesto al ojiverde en son de cierto desagrado y molestia por la señora. Comienzan a subir los dos pisos que la separan de su casa –Lamento lo que dijo la señora pero es que es muy metiche y chismosa y si le digo que vienes acompañándome y que te acabo de conocer, es para que consiga una cruz me crucifique y me tire agua bendita cada que me vea, porque a los ojos de ella, es pecado meter un hombre a la casa de una “señorita decente”, y eso es algo a lo que llamo Fanatismo- hace rodar los ojos ante lo que ha mencionado puesto que en efecto, la señora es muy entrometida y demasiado chocante cuando se lo propone –Y según ella Thais y yo somos hermanas y por eso vivimos juntas, y para que sacarla de su error, que lo siga pensando y en cierto modo tiene razón, puesto que prácticamente somos hermanas- responde justificando la mención que eran hermanas, para luego llegar hasta la puerta de su departamento, abre la puerta y el aroma a sándalo se hizo presente –Hay no- musita por lo bajo, entrando y dejando las cosas en el sillón que esta muy cerca de la puerta –Pasa Gabriel- le invita a pasar hasta que una nota en la mesa de centro de sala llama su atención.
YAIZA:
TUBE QUE SALIR DE LA CIUDAD, NO TE AVISE AL MOVIL PORQUE SE ME DESCARGO, REGRESO EN UNA SEMANA, CUIDATE.
¡ HA! Y SI, TE TRAERE ALGO LINDO.
TE QUIERO.THAIS.
La rubia frunce el seño y en parte se alegra ya que almenos no ara tanto escándalo cuando sepa lo que le paso, suspira y habla–Genial, Thais salió de la ciudad, mira - le enseña la nota a su acompañante, suspirando y encogiéndose en hombros, para luego sonreírle, se hace una coleta y se quita los zapatos, evidenciando su baja estatura –Te ofrezco algo, agua, café, jugo, vino, algo fuerte como whisky, tequila, ron, vodka, ginebra- comienza a mencionar su repertorio de lo que hay en casa, ya que eso nunca falta en su alacena, debido a que ambas son amantes de los buenos licores y de las demás bebidas mencionadas –dime y te sirvo, pero siéntate hombre no me molesto al contrario- le habla y casi por instinto se acerca a él pero manteniendo la distancia prudente –en parte me agra que estés aquí, de verdad, hoy hiciste mucho por mi y sin conocerme algo que te agradezco y de verdad me siento bien de que estes aquí
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Al salir del coche Yaiza fue en busca de todas las bolsas con los manteles y adornitos que el día de hoy habían sido desparramadas por un descuido de parte de un mal tipo. O en realidad quizá estaba apresurado por algo y no tendría tiempo a detenerse a ayudarla aunque en cierta manera me sentía agradecido hacia él ya que había podido 'reencontrarme' con Yaiza después de tanto tiempo.
Tomé la de los manteles que era la más pesada e hice un gesto de saludo a la señora que saludaba a Yaiza apenas descendió del automóvil. No quise acotar palabra alguna sobre el asunto porque al parecer a mi acompañante no le agradaba demasiado la señora Harrison, como le había llamado al despedirse luego de darle un leve protocolo y preguntar por su hermana. Eso me pareció extraño ya que me había dicho que vivía con su prima pero al subir hacia su casa me explicó como era su vecina y las cosas que pensaría de ella si traía a un joven a su casa. Reí levemente y asentí. -Las ancianas del barrio siempre son así, mientras le des la razón y no la perjudique no le veo lo malo- aseguré con una sonrisa mientras dejaba la bolsa a un lado de la pared cuando ingresé a su hogar.-Tienen una casa muy bonita- dije a modo de cumplido.
La joven leyó la nota de su prima Thais y me la enseñó. La leí y pude ver como su prima se ausentaba por una semana, algo que al parecer la alivió un poco ya que no tendría que ligar con el asunto de la llamada.
La rubia se puso cómoda desligándose de sus zapatos y me ofreció algo para beber. -Si no es mucha molestia quisiera un té, si tienes- dije encogiéndome de hombros y sentándome en una de las sillas que había en esta sala.
-A mi también me agrada estar aquí Yaz, puedo decirte así ¿no?- pregunté para asegurarme y le eché una ojeada a la sala. En verdad era un poco diferente a la casa con la que compartía los días con esta muchacha.
Me puse de pie un momento para colgar mi saco sobre la silla en la que estaba sentado, no era como si sintiese demasiado calor pero esa prenda me molestaba a la hora de moverme. Luego de eso volví a tomar asiento en la silla. -¿ le harás saber a tu prima lo sucedido a su regreso o la telefonearas?- pregunté sintiéndome un invasor de la privacidad además de un muchacho curioso.
Tomé la de los manteles que era la más pesada e hice un gesto de saludo a la señora que saludaba a Yaiza apenas descendió del automóvil. No quise acotar palabra alguna sobre el asunto porque al parecer a mi acompañante no le agradaba demasiado la señora Harrison, como le había llamado al despedirse luego de darle un leve protocolo y preguntar por su hermana. Eso me pareció extraño ya que me había dicho que vivía con su prima pero al subir hacia su casa me explicó como era su vecina y las cosas que pensaría de ella si traía a un joven a su casa. Reí levemente y asentí. -Las ancianas del barrio siempre son así, mientras le des la razón y no la perjudique no le veo lo malo- aseguré con una sonrisa mientras dejaba la bolsa a un lado de la pared cuando ingresé a su hogar.-Tienen una casa muy bonita- dije a modo de cumplido.
La joven leyó la nota de su prima Thais y me la enseñó. La leí y pude ver como su prima se ausentaba por una semana, algo que al parecer la alivió un poco ya que no tendría que ligar con el asunto de la llamada.
La rubia se puso cómoda desligándose de sus zapatos y me ofreció algo para beber. -Si no es mucha molestia quisiera un té, si tienes- dije encogiéndome de hombros y sentándome en una de las sillas que había en esta sala.
-A mi también me agrada estar aquí Yaz, puedo decirte así ¿no?- pregunté para asegurarme y le eché una ojeada a la sala. En verdad era un poco diferente a la casa con la que compartía los días con esta muchacha.
Me puse de pie un momento para colgar mi saco sobre la silla en la que estaba sentado, no era como si sintiese demasiado calor pero esa prenda me molestaba a la hora de moverme. Luego de eso volví a tomar asiento en la silla. -¿ le harás saber a tu prima lo sucedido a su regreso o la telefonearas?- pregunté sintiéndome un invasor de la privacidad además de un muchacho curioso.
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Escucha los alagos hacia su casa y sonrie por lo bajo, mirandolo -Gracias, mezclamos gusto y este es el resultado, Thais gusta por los tonos claros y un poco Marroquis y a mi me gustan mas lo moderno, te podras dar cuenta en las luces y algunos cuadros, y pues creo que quedo bien- sonrie nuevamente y suspira aliviada y con una sonrisa en los labios, puesto que le agrada que este con ella y más que nada el detalle de acompañarla hasta su casa es algo que muy pocas personas pueden tener con ella, escucha su pedido y sonríe –enseguida esta, solo una cosa lo quieres de Manzanilla, Manzana, Verde, Verde con Limón, negro tenemos una amplia variedad porqué a mi me gusta el de Manzana y el Verde con Limón y a Thais los demás, pero ya que están pues hay que consumirlos-sonríe encogiéndose en hombros, para luego ir a la cocina para poner agua en la cafetera y así evitar encender la estufa, la llena y coloca en la base, la enciende y regresa a la sala para sentarse en un asiento cercano a Gabriel, lo escucha y frunce el seño –después de que regrese, porqué la conozco si le hablo y le cuento, es capaz de dejar todo y volver y pues es por trabajo por lo que se fue y seria muy egoísta de mi parte hacer eso- menciona para luego tratar de cambiar el tema y no regresar a lo mismo.
-Vives lejos de aquí, porque no te preocupes por eso te puedo llevar a tú casa, de verdad no es molestía-pregunta un poco angustiada, puesto que no pretende que se marche solo y más si vive lejos
-Vives lejos de aquí, porque no te preocupes por eso te puedo llevar a tú casa, de verdad no es molestía-pregunta un poco angustiada, puesto que no pretende que se marche solo y más si vive lejos
Yaiza Miller- #} ordinary people
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Re: Tarde Presurosa (Gabe)
Sonreí ante lo que decía y desvié mi vista hacia los cuadros de los que ella hablaba y sí tenía la razón ya que combinaba a la perfección con los tonos que la casa tenía. Era de esperar que el gusto combinado de dos mujeres diera tan bien en una ciudad. -Además de organizar eventos se te da bien la decoración de interiores- aseguré con una sonrisa mientras volvía mi vista a mi acompañante.
-Con limón me gustaría- comenté refiriéndome al sabor del té. Esperé a que Yaiza pusiera el agua a calentar y tarareé la canción que estaba escuchando en el coche. Simplemente se me pegaba a la memoria todo tipo de música, ya que era amante de esa arte.
Cuando regresó le dediqué una sonrisa e hice una mueca con lo que decía acerca de su prima. Realmente me parecía adorable lo que hacía por ella, sabía de antemano que Yaiza era una muchacha de buen corazón, lo sabía desde que era pequeña se podía ver que su aura era limpia y pura. -Es un gesto muy bueno que no la quieras preocupar pero si necesitas algo puedes contar conmigo, ya sabes ya que ahora conozco algo del tema- aseguré con una media sonrisa.
-Vivo a unas treinta calles de aquí si me llevas te lo agradecería- aseguré mientras me acomodaba el cabello ligeramente.
-Con limón me gustaría- comenté refiriéndome al sabor del té. Esperé a que Yaiza pusiera el agua a calentar y tarareé la canción que estaba escuchando en el coche. Simplemente se me pegaba a la memoria todo tipo de música, ya que era amante de esa arte.
Cuando regresó le dediqué una sonrisa e hice una mueca con lo que decía acerca de su prima. Realmente me parecía adorable lo que hacía por ella, sabía de antemano que Yaiza era una muchacha de buen corazón, lo sabía desde que era pequeña se podía ver que su aura era limpia y pura. -Es un gesto muy bueno que no la quieras preocupar pero si necesitas algo puedes contar conmigo, ya sabes ya que ahora conozco algo del tema- aseguré con una media sonrisa.
-Vivo a unas treinta calles de aquí si me llevas te lo agradecería- aseguré mientras me acomodaba el cabello ligeramente.
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