Una de esas noches [Libre]

Recuerdo del primer mensaje :

Después de las breves vacaciones con las que se nos recompensaban por los viajes largos realizados, debía regresar a la universidad a reportarme. Ni siquiera llegué a descansar una semana. Pero no podía quejarme, me daba gusto poder entregarme a la tarea de examinar lo encontrado. Había traído conmigo varios recuerdos de África.

Una tarde con mis colegas estudiando restos fósiles se fue en un suspiro. Me entretenía con tanto entusiasmo como un niño, increíble, tenía amigos que se burlaban de mi particular manera de divertirme. Al terminar, ya de noche, me despedí dirigiéndome sin mucho pensarlo a la estación del metro. Entonces recordé que en mi piso solo me esperaban unas galletas como cena, por lo que unas cuadras antes de llegar me detuve en un bar a buscar algo comestible. ¿Dónde estaban los puestos de comida rápida cuando uno los necesitaba?

Nada comestible, solo bebible. Pedí un trago al encargado tras la barra, sentándome en uno de los taburetes que había allí. Saqué mi móvil del bolsillo de mi cazadora y vi en la pantalla el anuncio de dos llamadas pérdidas de mi padre. Genial, había perdido la posibilidad de ganarme una invitación a una cena casera. Suspiré con todo el desgano acumulado.

- Ya es más que suficiente.

Estaba distraida, las palabras de Ethan me habían llegado realmente y además con el intercambio de telefonos pues simplemente me descuidé. Eso fue más que suficiente para que Genesis se metiera en problemas, en su defensa diré que el tipo con el que se topó andaba buscando una excusa para sacar a la bestia que llevaba dentro. Creí que la golpearia pero por suerte Ethan se entrometió aunque los resultados no fueron mejores.

- Apartate Ethan no vale la pena que pierdas tu tiempo con alguien así. Genial ya te lastimaste.- Aquel hombre no pareció sentirse muy contento de que lo ignoraran me cojió del hombro y me volteo bruscamente, bastaba mirarlo a los ojos para darme cuenta de que no estaba para nada lucido- ¿Porque me obligas a hacer esto?

Se supone que creía en la paz y esas cosas pero cuando alguien venía buscando violencia solo había una manera de contentarlo. Un rodillazo en la entrepierna el cual le propiné con todas mis fuerzas que no eran pocas, había tenido muchisimo tiempo para entrenar. Lo vi agarrarse sus partes chillando como un cerdo. Tuve que apartarme de él e intentar respirar para no perder el control, la ira es un pecado que está muy a mi alcance y uno de los que mas me cuesta mantener a raya.

- Vaya si que tiene fuerza- dije haciendo a un lado mi camiseta dandome cuenta que el hombro me había quedado morado- bueno pronto pasará. Deberiamos decirle a alguien que saque a ese tipo de aquí o tal vez solo irnos.

Le di una mirada fugaz , ni siquiera estaba mirando a mis amigos, lo unico que podía pensar es en no perder el control. Sin embargo el hecho de que haya atacado a las dos personas más importantes en mi mundo me había descolocado por completo.

Realmente por un momento creí que ese hombre iba a cometer la cobardía de golpearme, bueno probablemente lo hubiera hecho si no hubiera llegado Ethan de metiche tomandome de la cintura para llevarme con él, la verdad no se por que lo seguí en vez de irme pero bueno no importa, lo importante es que termino dándose de madrazos con el otro chico por lo que suspire resignada al ver la situación mientras meditaba si le decía a Alex que hiciera algo para detenerlos o no pero al final no tuve que decir nada ya que si fue a detenerlos y darle un buen rodillazo al tipo que me estaba molestando al cual acudieron sus amigos por lo que me acerque a ella antes de que las cosas empeoraran y toque uno de sus hombros - cuidado con el pecado capital no querrás perder tus alas, aunque bueno si lo haces seré feliz - dije con una leve sonrisa divertida mientras iba dando saltitos a donde el cantinero para pedir hielo.

Una vez que me dieron un vaso con hielo lo puse en mi pañuelo para luego dirigirme a donde Fred para ponérselo en la herida solo que no logre ponérselo ya que cuando me estaba agachando para estar a su altura alguien me jalo haciéndome caer a suelo algo lejos de Ethan, lo que significaba que las cosas no habían terminado y que podía que empeoraran y la verdad por mas que fuera todo lo que era no quería que ellos salieran heridos o mas heridos - Hagamos un trato... - le dije algo que en un principio parecía que no les importaba pero al escuchar mis siguientes palabras pareció que ya les intereso puesto que voltearon a verme - ...yo por ellos - dije con lo que uno contesto - ¿Que propones? - al parecer si estaban interesados en lo que yo diría - esto empezó por mi ¿verdad?... todavía percibo sus deseos, por lo que yo me iré con ustedes a cambio de que los dejen en paz - dije sin volver a ver ni a Ethan ni a Alexa, realmente odiaba ese lado mio que aun tenía la pureza y buena voluntad de un ángel además de su auto-sacrificio, aun así parecía que mi propuesta le intereso a los chicos que se alejaron de mis "amigos" por lo que me acerque a ellos dándole a Alex el hielo y un estuche con medicamentos pomadas y ese tipo de cosas que siempre andaba en el bolso para que curara a Ethan para luego ir con el recién nombrado y darle una tarjeta con mi numero...

Sin que me hubiese percatado, Alex estaba a mi lado apartándome de ese hombre. Pero aunque la seguí cuando toda mi intención era seguir descargando la rabia que ya bullía en mi fuero interno, le lancé una mirada a Nessie para ver que me decía su expresión. Ese instantre de despiste, me valió para descuidar a Alex que por molestoso, le dio un buen golpe al tipo. La tironeé del codo para alejarla de él, no fuera que reaccionará contra la morocha.

- Pues que lo saquen a él, yo no pienso irme.- dije irritado, viendo de soslayo como Nessie le susurraba algo a Alexa. Le lancé una mirada fulminante al hombre, que se quejaba bochornosamente.- O que se mantenga lejos.

Le di la espalda a él, y al grupo de amigos que ya se acercaban para consolarlo. Detestaba a esa clase de hombres, que por presumir delante de sus camaradas se pasaban de listos con otras personas. Dimos alcance a Nessie que ya se encontraba en la barra, y cuando me preparaba para poner los ojos en blanco al imaginarme que le estaba pidiendo al barman algo para tomar, vi que ponía en su pañuelo unos cubos de hielo. Y otra vez esos tipos.

- ¿Qué demonios...?- salté, pero uno de ellos puso su mano en mi pecho para darme un empujón. Le di un puñetazo en el mentón que lo hizo trastrabillar, y a mi me permitió pasar de él para hacer a un lado a dos de esos que me impedían llegar hasta Nessie. -¿Qué mierda crees que estás haciendo? ¿Estás loca?- la regañé a gritos. A la rubia la levanté del suelo de un tirón de muñeca y la arrastrá conmigo. Con pasos largos y casi corriendo, nos metí entre el tumulto de gente para que nos perdieran de vista. Dando empujones nos abrí camino hasta una de las puertas de emergencia laterales, miré sobre mi hombro rogando que Alex también tuviera la brillante idea de desaparecer de escena. Salimos a un callejón y solté la muñeca de Nessie que tenía sujetada con demasiada fuerza.- ¿Cómo se te ocurrió siquiera el irte con ellos? No tienes todos los jugadores en la cancha, amiga.- exclamé, gesticulando con los brazos en alto. El apodo cariñoso no era más que puro sarcasmo. Le di una patada al tacho de basura más cercano.

Luego saqué del bolsillo de mi chaqueta mi móvil, y busqué el nombre Alex entre los primeros de mi lista de contactos, para llamarla dandome cuenta que tenía arrugado en mi puño la tarjeta que Nessie me había extendido donde figuraba su número. Lo guardé en el bolsillo de mi pantalón, comenzando a dar vueltas sobre mi eje impaciente al escuchar el sonido de espera...

Le sonreí a Genesis de una manera agradecida por su preocupación, de hecho me bastó escuchar su voz para calmarme y sentir que nada había pasado. Sin embargo aquellos no eran la clase de personas que se detienen facilmente. Controlados por sus demonios y sus pulsiones, sinceramente me asqueaban, habían tenido su advertencia y no la escucharon. Como es que dios puede perdonarlos a ellos y no a un ángel.

- Ni siquiera lo...- no pude decir nada más Genesis no me escuchaba ella estaba arreglando las cosas a su manera, como siempre. Le entregué al barman el dinero por nuestros tragos, pensaba seguirlos siendo invisible para atacar cuando menos lo esperaban. Con un poco de suerte salvaba sus almas aunque mi objetivo era unicamente proteger a Nessie.

Dicen que en la vida es mejor tener amigos que dinero y la prueba era Ethan que antes de que mi hermana cometiera alguna locura la cogió del brazo perdiendose entre la gente, por la hora cada vez llegaban más personas. Sin embargo yo seguía allí sentada mirando a esos hombres, que no tardaron en acercarse. Le dejé la tarjeta de un psicologo que conocía al que parecía mnos peligroso.

- Tu amigo la necesita.- dije mientras salía corriendo haciendo invisible a sus ojos- Disculpe oficial.

Me acerqué a un policía que miraba las calles con cierto recelo, para informarle que habían unos hombres causando revuelo en un bar cercano. Admito que exageré un poco diciendo que tuve que salir de allí porque quisieron aprovecharse de mi, aunque querían aprovecharse de Nessie pero no podía hablar por ella si no estaba allí. Le pedí que echara un vistazo porque yo no quería más problemas.

Ser un angel en un momento así es bastante útil, fue gracias a ello que pude encontrarlos facilmente. Caminé por el callejón con una mirada sombria y amenazante. El estilo de Rockstar ayudaba bastante a que me viera especialmente mala.

- Ya no hay que preocuparse me he ocupado de ellos. - pasé mi dedo indice por mi cuello insinuando de esa forma que los había matado y luego solo reí mucho más relajada.- En realidad solo le avisé a la policia, es que no quería manchar mis manos. Aunque creo que ustedes están muy bien aquí solitos... ya no me miren con esos ojos solo intento hacer que se relajen es eso o enojarme con Nessie por venderse de esa manera. No se supone que las princesas salven a los caballeros.

La miré directamente a sus preciosos ojos sonriendole con tranquilidad metiendo mis manos en los bolsillos. Recordando con esa frase mi manía de sentirme como el principe en medio de los cuentos de hadas.

Bueno digamos que las cosas pasaron tan rápido que ni me percate bien de lo que pasaba hasta que me encontraba en otro lado con un Ethan molesto y gritándome y una Alexa diciendo tonterías, bueno la verdad no es que las cosas pasaran tan rápido, en realidad lo que paso fue que los chicos aceptaron el trato pero a mi "amigo" no le pareció por lo que me tomo fuertemente de la muñeca y me saco del lugar rumbo al callejón casi que arrastrándome para luego volver a gritarme como en el bar pero al menos esta vez me soltó la muñeca - ay - le dije apoyándome en la pared sobándome la muñeca que me dejo marcada por el fuerte agarre y luego el tobillo que me medio doble en la carrera - la próxima ten mas cuidado, me medio doblaste el tobillo y me dejaste marcada la muñeca - le dije ignorando el anterior regaño por un momento.

- Por otro lado estoy mas cuerda que cualquiera y se cuidarme sola, no hubiera pasado nada de haberme ido con ellos, se lidiar con tipos de su calaña después de todo pase mucho tiempo en lugares como estos después de que me desterraran - dije como si nada mientras miraba a Alexa.

- Alex no digas cosas que tu no harías y que te costarían las... - deje la frase a medias mientras me acomodaba y alisaba el vestido para después respirar hondo e intentar tranquilizarme ya que realmente en ese momento tenía muchas ganas de darle un buen golpe, razón ninguna en especial solo me apetecía pero no lo haría - y por lo que mas quieras no digas cosas que hagan querer golpearte, por favor - le dije principalmente por su regaño ya que no estaba de humor para eso, con los gritos de Ethan medio basto para molestarme y que Alex empezara lo empeoraría todo.