Una de esas noches [Libre]

Después de las breves vacaciones con las que se nos recompensaban por los viajes largos realizados, debía regresar a la universidad a reportarme. Ni siquiera llegué a descansar una semana. Pero no podía quejarme, me daba gusto poder entregarme a la tarea de examinar lo encontrado. Había traído conmigo varios recuerdos de África.

Una tarde con mis colegas estudiando restos fósiles se fue en un suspiro. Me entretenía con tanto entusiasmo como un niño, increíble, tenía amigos que se burlaban de mi particular manera de divertirme. Al terminar, ya de noche, me despedí dirigiéndome sin mucho pensarlo a la estación del metro. Entonces recordé que en mi piso solo me esperaban unas galletas como cena, por lo que unas cuadras antes de llegar me detuve en un bar a buscar algo comestible. ¿Dónde estaban los puestos de comida rápida cuando uno los necesitaba?

Nada comestible, solo bebible. Pedí un trago al encargado tras la barra, sentándome en uno de los taburetes que había allí. Saqué mi móvil del bolsillo de mi cazadora y vi en la pantalla el anuncio de dos llamadas pérdidas de mi padre. Genial, había perdido la posibilidad de ganarme una invitación a una cena casera. Suspiré con todo el desgano acumulado.

Esa noche no tenía mucho que hacer, bueno ni que tuviera una agenda muy ocupada y llena de actividades que no pudiera posponer o simplemente dejar de asistir si es que no tenía ganas de ir, la verdad es que mi vida era tan desastrosamente caótica que nada me impedía estar en una fiesta de perdición o leyendo una novela en la comodidad de mi cama o en este caso estar entrando en un bar para tomar algo por no tener nada mejor que hacer, aunque bueno mejor dejaba ese tema de lado que la verdad no tenía ninguna importancia y era estresante.

Al entrar se dirigió a la barra con paso firme pero sensual lo que provocó que muchas miradas la siguieran, algunas eran del tipo "quiero comerte" mientras otras tipo "quiero matar a esa z**" lo que hizo que inevitablemente sonriera de lado mientras llegaba a la barra donde vi a un chico que se me hizo sumamente conocido solo que en ese instante no recordaba de donde o como se llamaba solo sabía que lo conocía por lo que mejor solo presto atención a lo que le pediría al encargado - Me podría dar un trago de Vodka por favor...

Existen momentos en los que una mirada basta para que el mundo se detenga. Para que el entorno se vuelva borroso, y nuestra atención completa sea absorbida por un objeto de interés. No, un objeto no, una bella mujer. Existen esos presentimientos que nos dan una descarga de electricidad en todo el cuerpo: un deja vú. Algo me decía que esto yo ya lo había vivido, que la joven rubia sentada a mi lado una vez ya estuvo sentada allí.

- ¿Por qué algo tan fuerte? La noche recién empieza y no querrás perdértela.- le dije, mirándola sobre mi hombro, esperando ver su rostro completo a fin de que la opresión en mi pecho disminuyera. No la conocía, pero era difícil decirlo al apreciar solo su perfil.

Sentía el corazón latirme en los oídos, la presión aumentando. No sabía que esperaba que sucediera, pero ahí estaba esa sensación. Ese instante de ansiedad al borde de la decepción, quizás, o de la sorpresa.

Escuche las palabras del joven las cuales me hicieron sonreír inevitablemente antes de hablarle al encargado - creo que el joven tiene razón mejor liguemelo con una soda - le pedí al cantinero antes de volver a ver al joven, era un joven sumamente atractivo de ojos azules, estaba segura que ya lo había visto que lo conocía de alguna parte - ¿nos conocemos? - no pude evitar preguntar, sabía que si lo conocía pero con eso de mi amnesia no podía estar completamente segura de eso sin embargo algo me decía que si, a mi mente venían recuerdos de un bar, una chica, alguien molestando, yo defendiéndonos y... no pude evitar sonreír de lado no estaba segura pero algo me decía que estaba en lo correcto ese chico era el torpe y molesto chico que nos intento defender o al menos estaba casi segura de eso pero no hizo comentario alguno de momento solo le dedico una encantadora sonrisa algo fría pero encantadora

Esbocé una sonrisa ladeada al darme la chica rubia la razón. Entonces me miró. Y mis ojos estaban fijos en ella, por lo que pude observar su rostro con toda libertad. La descarga eléctrica volvió a dejarme aturdido. Existen esas miradas en los que la vida se te va por un segundo, un dichoso segundo. Es como cuando te enamoras a primera vista, dos personas que cruzan la mirada y sienten esa química. Pero no era eso, era mucho más, era una mirada de reconocimiento. Un “¿tú?” atorado en mi garganta. La presión que se suavizaba. Respiré hondo y casi imperceptiblemente liberé el aire contenido.

- Puede ser…- contesté secamente. Y sí, la conocía, ¿cuánto tiempo había pasado? ¿dos, tres o cinco años? En un bar de luz menguante como en el que nos encontrábamos en ese momento, sentados en una barra con una bebida de algo más fuerte en esa ocasión, ellas eran hermosas. Y esta noche, ella estaba sola. “Ella es el ángel, tú eres el demonio” “¿Qué? ¿Y eso por qué? Yo siempre me porté mejor que ella” “No es por eso, ella me inspira buenos sentimientos, tú me das ansías homicidas”. Lo recordaba, claramente, y eso que habíamos estado bien alcoholizados.

Le sonreí ampliamente.
- ¿Crees en el destino? Una vez me dijeron que hay personas con las que estamos destinadas a encontrarnos en esta vida, no lo creí hasta esta noche.- le dije, en un murmullo bajo.

Algunos recuerdos de esa noche llegaron a mi en especial una conversación donde decía que la morocha era un ángel y yo un demonio, la verdad no estaba tan errado, ella era el verdadero ángel, para aquel tiempo yo ya había desertado y todo por una tontería lo que hizo que por un leve segundo mostrara un semblante melancólico al recordar eso pero inmediatamente lo cambié por una encantadora pero gélida sonrisa mientras escuchaba sus palabras - si te digo la verdad me rijo por el destino, después de todo tomes el camino que tomes siempre llegaras al mismo lugar al que estabas destinado a llegar, yo hoy pude hacer otras cosas sin embargo algo me trajo a este lugar y mira te encuentro justamente aquí después de tantos años - dije con una media sonrisa, antes de darme media vuelta en taburete quedando de espaldas a la barra donde me medio apoye mientras miraba el techo.

- ¿Cuanto ha pasado de ese día 3 0 4 años? - pregunte mientras recordaba que ambos hasta nos presentamos y dijimos nuestros nombres sin embargo yo no recordaba el de él, sabía su nombre pero no lo recordaba.

- Me da miedo esa idea.- confesé, girándome en mi banqueta como ella, y apoyando un brazo en la barra mostradora.- No me gusta creer que mi vida tiene una única dirección, sea para bien o para mal. Me hace sentir prisionero del destino, como si no pudiera escapar de él. Suponte que un día al Destino se le ocurra hacerme caer en un charco, no quiero creer que sea como sea, terminaré embarrado.- y eso más bien sonaba una metáfora, aunque la idea del charco estaba fija en mi mente. Ya me imaginaba cayéndome de bruces.

¿Hacía cuánto tiempo? Tenía una fecha aproximada, el recuerdo de dos rostros, nombres prácticamente olvidados y que ahora me encontraba rebuscando en mi memoria. Tomé un sorbo de mi bebida para darme tiempo a contestar.

- En ese entonces estaba en la universidad pero no a punto de recibirme, habrá sido como hace tres años.- decidí, los años ya no importaban. Es como si se hubieran borrado de un plumazo.- Es increíble, sabes, sabía que reconocería tu rostro donde fuera. Nunca me olvidé de ustedes…- ya, eso no quería decir, se me escapó. Es más, ¿cómo explicar que más de una noche en un bar me hallé buscando con la mirada a dos mujeres desconocidas? Podía olvidarlas al estudiar, al trabajar, al salir a pasear con Rex, pero esas noches en las que la gente se aglomeraba en un lugar, siempre las buscaba.- ¿Y tu amiga? Alex, ¿verdad?- pregunté de improviso.

Escuche atentamente sus palabras sin embargo no comenté nada al respecto, la verdad algunos ya teníamos nuestro destino escrito mientras otros tenían mas libertad de elección, yo iría de fijo al infierno ya que no tenía lugar en el cielo, mientras él tenía hasta la posibilidad de ir tanto al infierno como al cielo dependiendo de sus actos, realmente eso era deprimente por lo que solo pudo respirar hondo y exhalar suavemente por la boca mientras pensaba en lo injusta que era la vida y como por un simple error tu vida dejaba de ser la misma y se convertía en una pesadilla.

Mientras intentaba borrar su pensamiento de la mente tomo un trago de su bebida hasta que escucho nuevamente la voz del chico - Vaya cuando tiempo ha pasado - respondí mirando el techo antes de escuchar sus siguientes palabras - la verdad eso es sorprendente, a mi me paso lo mismo, con la diferencia que hace poco perdí parte de mi memoria pero de casualidad a ti asombrosamente no te olvide solo que no me recuerdo si te llamas Ethan, Marco, Valerio, Aleks, Fred, Julian, creo que era Dorian o ese era el personaje de un libro? - dije finalmente sin saber que el primer nombre de mi lista era el nombre de él, la verdad los nombres no se me daban como se podía apreciar.

- ¿Mi amiga?, ¿la chica morocha? ¿así es que se llama? - no pude evitar preguntar la verdad recordaba a una morocha pero no sabía que relación teníamos y mucho menos recordaba su nombre - creo que la última vez que la vi fue ese día

Hay cosas que no pueden olvidarse y personas de las que aunque queramos no podemos alejarnos. Esa era la razón por la que siempre que la nostalgía me ganaba paseaba por los lugares que Genesis solía visitar pensando en que si tenía suerte me encontraría con ella. Efectivamente más de una vez tuve la suerte de acompañarla pero por alguna razón ella no podía verme. Había sido testigo de sus execesos, de su sufrimiento y de todos los cambios que había tenido desde el día en que perdió sus alas, bueno en realidad no de todo hay días en que mi corazón simplemente no resistió el verla así.

Esta noche fue una de esas en que la suerte estuvo de mi lado, al entrar por la puerta del bar guiada por mi instinto celestial no imaginé que hayaría más de lo que buscaba. Precisamente en la barra estaba ella, tan bella como siempre llamando la atención de más de una persona, incluyendo a un muchacho humano de ojos claros. " No puedo creerlo es él" los designios de dios son muy curiosos cuesta un poco entenderlo pero todo tiene un motivo y al parecer esta noche me había traido hasta aquí para darme mas de una sorpresa.

Nerviosa como nunca me apoyé en la barra junto a Nessie sin estar segura si podía verme, aunque mi corazón me decía que si podría. Miré fugazmente a los ojos a Ethan y luego de que mis ojos se clavaran en el espejo dije en voz baja pero asegurandome de ser oida por ambos.

- Alexa en realidad era su nombre, Alex solo era el diminutivo.

“A ti asombrosamente no te olvidé”, esas palabras surgieron un efecto mágico en mi fuero interno, pueden llamarlo ego, el mal de los varones, si quieren. El sentirte especial, jodidamente especial en la vida de alguien, incluso de una chica con la que compartí una sola noche, que entre brumas de alcohol recuerdo era capaz de ponerme los pelos de punta, de conseguir de mí las respuestas más mordaces, y a pesar de todo, caerme tan bien por ser justamente de esas personas de una honestidad bruta que te dejan boquiabierto admirándolas. Hay algo asombro en el poder de sacar de quicio sin caer en la violencia y creando una lazo –frágil y momentáneo- de confianza.

- Ethan.- dije mirando el contenido de mi vaso, con una sonrisa que se insinuaba. Clavé mis pupilas azules en las de ella del mismo color:- Me llamo Ethan. Y tú…- el nombre de la otra chica me había venido en una inspiración, como si se hubiese mantenido guardado celosamente en mis recuerdos, sabía que allí también se encontraba el de ella. Recordaba un nombre peculiar.

Me dijo que esa noche fue la última que vio a su amiga, y eso no tenía por qué causarme dolor alguno, no había razones, ¿no? Sin embargo, un dolor punzó en mi pecho, puede que sea nostalgia, de esas que se sienten por cosas pérdidas que nunca fueron nuestras. Cuando extrañas algo que en realidad, nunca estuvo ahí. Las luces del bar, de pronto, me parecieron más tenues. Me giré hacía la barra susurrando un “ah”.

Como si estuviese esperando la mención de su nombre, como si siempre hubiese estado ahí, su voz me llegó suavemente. Me quedé paralizado mirando las botellas apiladas tras la barra, sin verlas en realidad, pendiente de la presencia a mi espalda. Hay noches que se insinúan tranquilas, comunes y corrientes, parecen ser una más de esas noches, y terminan siendo como aquella de hacía años. Entonces sí creí en lo que la chica rubia me había dicho, el jodido destino existía. Es quien termina poniendo todas las cosas en un orden que los estúpidos humanos ni siquiera notamos. Con el torso encorvado sobre el mostrador, con mis manos jugueteando con las paredes de mi vaso, reuní coraje para darme la vuelta. Y encontrarme con la preciosa chica morocha que había respondido al llamado de un recuerda esa noche.

-- Si, lo recuerdo, Alexa, el ángel.- dije con el amago de una sonrisa cuando recuperé la voz.

- Oh, era el primero de mi lista - dije con una leve sonrisa la verdad no estaba segura de que fuese ese y daba la casualidad de que si era - Génesis - le respondí, la verdad por mucho tiempo no había usado ese nombre, creo que desde esa misma noche lo deje de usar sin embargo como si fuera un deseo del destino hace poco lo había vuelto a usar aunque fuese con pocas personas.

Tome otro trago de mi bebida mientras levemente mis pensamientos llenaban mi cabeza y yo solo sostenía el vaso sin percatarme demasiado de lo que pasaba a mi alrededor en ese momento hasta que una voz irrumpió en mis pensamientos haciéndome regresar a la realidad y dejar caer el vaso que estaba sosteniendo con solo escucharla y dirigir la vista hacia ella para verla, realmente hace mucho que no la veía, sabía que ella siempre o casi siempre estaba a mi lado sin embargo yo no la veía, hace mucho había decidido hacer como si no estaba pero sabía que ella no me dejaba sola la mayoría de las veces, sabía que ella me cuidaba después de todo muchas veces me decía "Usted si que tiene un gran ángel para que no le pase nada" o cosas así parecidas que me hacían saber cuando esa morocha me acompañaba y cuando no, ya que cuando corría la peor suerte era cuando esta se alejaba de mi lado, seguramente al ya no soportar ver cuanto daño me hacía a si misma.

Un par de minutos pasaron desde que deje caer el vaso hasta que me di cuenta que estaba en el piso roto por lo que volví a ver al cantinero con una mirada de disculpa y que me diera algo sumamente fuerte lo cual me dio con lo que me lo tome de un solo trago antes de poner el vaso en la barra y ver como limpiaban el vaso que reposaba en el piso, además de escuchar las palabras que Ethan le dijo a Alexa, las cuales aun me dolían un poco, el saber que ella seguía siendo un ángel y conservaba sus alas mientras yo solo tenía las cicatrices de donde una vez estuvieron aun así me obligue a mi misma a sonreír aunque fuese solo una gélida mueca que cumplía con la función de no demostrar como en realidad me sentía, y las ganas de irme de ese lugar que sentía.

- Alexa - fue lo único que susurre.

Me reí de los puros nervios que sentía y por la reacción de ambos, por una parte Ethan que se había quedado mirandome con cara de bobo, aunque eso no era una sorpresa y Genesis que hasta dejó caer el vaso que tenía entre sus manos. Aproveché de pedirle al barman un vaso de jugo de manzana lo más frío posible. Tenía demasiados sentimientos acumulados revolviendose en mi estomago, por un lado la alegría de volver a verlo y por otro lado el miedo a la reacción de Genesis.

- Me alegra ver que aún me recuerdan yo no los olvide a ninguno de los dos. Aunque yo los recordaba más habladores.

Apoyé mi mano en la de Nessie cuya sonrisa nada sincera no me daba muy buena espina. " te extrañé" murmuré en voz muy baja tratando de que me mirara a los ojos. Respiré profundamente no era un buen momento para llorar y mi orgullo me lo impedía además sabía que al menos de su parte no iba a tener una buena respuesta.

- Y que ha sido de tu vida Ethan- dije apartando mi mano de la de la rubia- fue una verdadera lastima no volver a saber de ti.

Por supuesto que no iba a hacerle esa pregunta a mi... amiga porqué yo ya sabía la respuesta y probablemente ella no querría hablar de eso.

- Lo siento- me disculpé con una sonrisa de lado.- Me gustan las sorpresas, pero solo puedo sobrellevarlas de a una. Cuando vienen en combo entro en shock.- expliqué, recuperando ese don que ella me había reprochado de perder minutos antes.

Le señalé la banca disponible a mi lado, invitándola a unirse a nosotros esa noche. El barman recogió los fragmentos de vidrio luego de darle su trago a Alexa; le dirigí una mirada fugaz a Génesis que se veía realmente aturdida por la presencia de la morocha en el bar. Entonces si le creí que era cierto que no se habían visto desde hacía tiempo. Pero era más que eso, se notaba una tensión. Algo que yo desconocía, pero claro, ellas eran amigas, o lo habían sido, y yo el chico con el que cruzaron sus vidas una noche. Pero aun así…

- Yo seguí mi camino solitario, y algo me dice que ustedes dos también, lo que me extraña. Suponía que eran amigas.- recosté mi espalda y codos en la barra para quedar en medio de las dos sin bloquear el contacto visual entre ambas. Miré a la morocha y arqueé una ceja:- Si querías saber de mí, podrías haberme buscado o como mínimo, haberme dado esa noche tu número de móvil.- le regañé con un dejo de broma.

Escuche las palabras de Alexa y solo solo pude evitar contener una risa algo amarga e irónica mientras miraba la mano que puso sobre la mía para luego leer sus labios que me hicieron reír inevitablemente mientras quitaba mi mano ya que el simple contacto era como ácido para mi, realmente aun no la perdonaba además la culpaba de todas las cosas malas de mi vida aunque sabía que ella no era la culpable de nada.

La verdad solo me limite a escuchar las conversación de ambos, mientras pensaba en una buena escusa para poder escaparme de esta situación solo que en este momento no se me ocurría nada por lo que respiré hondo antes de volver a hablar - como dije antes por mi parte perdí la memoria hace poco así que no se muy bien cuando fue la última vez que la vi aunque estoy segura que ella me ha visto mas de lo que yo a ella o al menos recuerda mas nuestros encuentros que yo - dije con frialdad en todo sentido mientras miraba a otro lado menos donde estaban ellos, realmente no tenía muchas ganas de quedarme ahí, pero ya me iría, tal vez en un par de segundo o mas por lo que pedí otro trago fuerte ya que realmente lo ocupaba.

Decidí hacerle caso a Ethan era obvio por el aura que emitiía Genesis que mi presencia tan cerca le molestaba. Me mordí el labio con fuerza reprimiendo de esa manera cualquier sentimiento inoportunamente triste que pudiera surgir, no era el momento para hacerle una escena. Controlar mis impulsos parecía más fácil cuando ella no podía verme o al menos finjía no hacerlo.

- Aunque me hubieras dado tu numero probablemente lo hubiese perdido, soy una gran despistada me han robado el celular demasiadas veces, espero que el que tengo ahora me dure más.- Me reí un poco aunque me detuve al ver a Nessie allí tan seria bebiendo como si no hubiera un mañana aprete el vaso que sostenía.- Tu tampoco me pediste mi numero que yo sepa y me consta que no nos buscaste. Pero se te perdona porque la verdad debes haber estado demasiado ocupado al igual que yo lo estuve, ya sabes el trabajo.

Hablar me relajaba e impedía que le soltara un sermón de los grandes a mi hermana, algo que no hubiese servido de nada por cierto. Lo que no llegaba a comprender es porqué me era tan díficil aguantarme las ganas de regañarla cuando con la gente en general yo no era así. Intenté soltar el comentario suavemente aunque no estoy segura de si soné tan despreocupada como quería.

- No bebas tanto te arrugaras- era el tipico argumento que usaba.- La verdad eso del camino solitario no me convence es imposible estar realmente solos, siempre hay alguien que cuida de nosotros aunque sea a la distancia.

Jugué con mi vaso revolviendolo mientras lo miraba fijamente, tomando delicados sorbos. Por alguna razón sentía la garganta realmente seca y las manos me temblaban un poco.

- Contigo Ethan no tengo excusas, pero a ti Genesis preferí no molestarte parecías ocupada. Lamentablemente para mi tengo una memoria demasiado buena así es que recuerdo cada momento incluso aquellos que desearía olvidar.- sacudí la cabeza.- si sigo así me pondré muy emo, igual que los adolescentes que trato... dios me libre.

Y entonces di cuenta que me encontraba en medio de un drama de mujeres; literalmente en el medio de dos jóvenes cuya amistad habían perdido con el tiempo, por razones que desconocía, en parte me sentía excluido de ese intercambio entre ambas. Conteniendo un suspiro, bebí un trago largo de mi bebida escuchándolas hablar. Las conocía, es cierto, pero de una sola ocasión, no eran lo que se podía decir amigas mías, por lo que me sentía algo confundido de que decir.

- Vale, entonces Alexa y yo tenemos al trabajo como justificación, y Nessie su amnesia. Supongo que era el destino.- vaya ironía, yo que minutos antes había dicho que no creía en tal. Nessie. No me había dado cuenta, pero la había llamado así y lo reconocí como su apodo.- Ya no importa, el destino nos tenía planeado este encuentro.

Miré a la morocha arqueando a una ceja, me recordaba a mi hermana diciéndome que siempre había alguien cuidando de nosotros. Ángeles custodios, los llamaba. Después siguió explicando el por qué permaneció alejada, de Nessie, el por qué se había alejado de mí ya quedó claro.

Tanto en las palabras de Alexa como las de Nessie noté un toque de angustia y reproche. Como no entendía los mensajes que se enviaban entre líneas, opté –con la libertad propia de un extraño que se considera amigo por una noche- por dar un comentario.

- Es agua pasada, lo que pasó ya pasó, un sabio refrán dice: “Las personas que se quieren siempre, pero siempre, terminan reencontrarse”.- cité, y luego me encogí de hombros- Lo leí en una galleta de la suerte.

Escuchaba las cosas que ellos decían sin aportar mucho a la conversación hasta que Alex le dio por meterse en lo que tomaba o no por lo que le dedique una mirada de "no es de tu incumbencia" para luego escuchar eso del ángel guardián - Hazle caso a Alex en eso de que nunca o casi nunca estas solo, ella tiene experiencia en el tema y yo también la tengo un poco después de todo casi siempre me dice "Usted si que tiene un gran ángel que la cuida para que no le pase nada malo" o algo así ya que nunca les presto mucha atención pero es cierto, casi siempre que esta nada malo pasa pero cuando se pierde... - deje la frase sin terminar además Alex entendería después de todo eso mas que nada iba dirigido a ella, la ángel guardián.

- Si definitivamente esto es obra del destino - dije mientras seguía valorarme si era cuestión de joderme o de hacerme un favor el hecho de que en este momento estuviera con esas personas aunque casi todo me decía que era el gusto de este de joder a los demás y en especial a mi pero bueno no podía hacer mucho al respecto mas que aguantarme mi mala suerte al encontrarme ahí con ese chico y ella.

Aun así fueron las últimas palabras de Ethan las que mas risa me causaron - Interesante, lastima que en mi caso la mayoría de las veces por no decir siempre no aplica así y tienes a Alex que lo confirma - dije con una media sonrisa, realmente en mi caso la mayoría de las veces que me reencontraba con alguien era alguien indeseable pero bueno no quedaba de otra que aguantarlo. En eso sonó mi celular por lo que me puse de pie dándoles a entender que tenía que contestar con lo que salí del bar a responder la llamada.

Normalmente me hubiera reido con los comentarios de Ethan pero tuve que morderme la lengua para no reprocharle alguna cosa a la rubia mordaz que aprovechaba cada uno de sus comentarios para alejarme más y más. No mentiré era exactamente como lo había imaginado aunque el hecho de dejar a Ethan al medio no me parecia del todo correcto. Suspiré de alivio cuando salió aunque no dejé de estar pendiente de su presencia era muy capaz de seguirla si es que era necesario.

- Dios esta mujer va a matarme.- dije golpeando mi cabeza contra la barra ganandome más de alguna mirada del tipo " esta ya se pasó con las copas- Disculpame Ethan, como verás las cosas no andan muy bien entre nosotras. Aunque si me permites desahogarme y ser irracional por un segundo diré que es culpa de su testarudez.

Le extendí el vaso al Barman para que me sirviera más jugo luego de beberlo al seco fue como si me llenara de energía nuevamente. Al menos la energía necesaria para recomponerme y resistir los proximos arrebatos de Genesis quien no me daba tregua como el mar no le da tregua a las rocas.

- Creo que hasta olvidó cuanto la quiero, pero confiaré en la sabiduría de tus palabras aunque hayan salido de una galletita. - hice una pausa dejando escapar otro suspiro- Por favor no le digas que perdí el control por favor, me sentiría muy avergonzada si la hiciera pensar por un segundo que ya me rendí con ella. Será muy extraño que te pida un abrazo, si creo que si después de todo ha pasado mucho tiempo.

Aunque resultara increíble, Nessie cedió la razón a Alexa en cuanto a los ángeles guardianes. A excepción de ello, nada más. La rubia se retiró del bar para responder a un llamado, dejándome a solas con una afligida Alexa que se notaba, sufría por el distanciamiento entre ambas. Nessie podía mostrarse dura, pero eso demostraba lo difícil que también era para ella. Bien, era momento de que dejara mi sonrisa de “aquí no pasa nada” y ponerme en sintonía para intentar entender que pasaba. Odiaba sentirme en medio de una mesa de ping-pong.

- Alex, llevo años sin verlas y un único encuentro no me da la confianza necesaria para intervenir en sus asuntos.- dije, dejando mi vaso en la barra y pensando en que ese único encuentro fue un detalle importante en mi vida, encontrarlas y conocerlas marcó un antes y un después. En mi vida eran contadas las personas que como Alexa de solo verlas me trasmitían tanta paz y afinidad. Que como Nessie, me envolvieran en una bruma mística, de quien está entre nosotros y no pertenece a este mundo. Por eso no podía olvidarlas, porque no había personas con quien pudiera compararlas.- No soy demasiado tonto como para no darme cuenta que hay un problema entre ambas, que tú estás intentando un acercamiento y que ella es…- miré la puerta por donde se había marchado- muy terca y orgullosa - bufé.- como para hacerlo posible.

Sin necesidad de que me diera más explicaciones, crucé mi brazo por sus hombros y la acerqué para darle un abrazo fuerte. Recosté mi mejilla sobre los cabellos de su coronilla, colocando un mechón tras su oreja.

- Ya, las buenas amigas perseverantes como tú se merecen abrazos gratis de vez en cuando. Tu secreto está a salvo conmigo, también.- le dije riendo, a fin de animarla. Después me distancié unos centímetros de ella para no apabullarla.- Supongo que es muy atrevido de mi parte preguntar qué ha pasado, pero si quieres desahogarte…

La llamada que me salvo de tener que estar mas tiempo en ese lugar era de mi representante un hombre sumamente molesto y desagradable el cual no soportaba pero al ser el mejor pues no me quedaba mas que soportarlo y hablarle con amabilidad aun cuando lo único que hiciera en ese momento era fastidiar tanto que me dieran ganas de estrangularlo mientras hablábamos y nos poníamos de acuerdo en las sesiones de esta semana la cual se suponía que tenía libre pero según parecía a él se le olvido y me lleno la agenda hasta el tope lo cual me estaba enfadando mucho en especial por que estaba segura que fue al propio por lo que empecé a discutir con él durante ese tiempo todavía fuera del bar y solo viendo de vez en vez dentro pero sin hacer nada por entrar solo caminar de un lado para el otro intentando arreglar las cosas, algo que me parecía imposible por el mal humor que me tenía desde que vi a Alex.

[FdR: Como se nota todavía estoy fuera de escena para que tengan mas tiempo de conversar a solas XDD]

Me dejé acurrucar un momento por el abrazo de Ethan, llevaba un buen tiempo sin refugiarme en nadie no por orgullo si no simplemente porque parecía que todos estaban peor que yo y no tenían tiempo para apoyar a otros. Así que aproveché al maximo ese momento que se me estaba obsequiando. Mi mirada se clavó en mis ojos a travez de espejo que estaba tras la barra.

- Lo que sucedió pues...- como explicarlo sin exponer a Genesis y que sonara normal.- mmm digamos que tengo algo que a ella le fue negado y lo peor de todo es que fui yo quien tuvo que darle la noticia de que jamás podría recuperarlo. Ya sabes al final se termina odiando al mensajero porque es lo más sencillo.

Siempre dudaba, creyendo que jamás me perdonaría pero luego al rato encontraba nuevamente las fuerzas para seguir intentandolo. Creo que la presencia de Ethan me lo hizo mucho más sencillo. No solo porque impidió que Nessie negara mi presencia si no que además fue un buen apoyo cuando creí que mis fuerzas me fallarían. A veces los angeles también necesitamos sentirnos protegidos.

- Creí que dandole tiempo se le pasaría y no funcionó, ahora intento acercarme y tampoco funciona. Creo que lo mejor será arriesgarme a estar más cerca de su persona después de todo las cosas no pueden estar peor de lo que están ahora.

Cuando Alexa me explicó sin mayores detalles lo sucedido, intenté hacerme una idea. Primero creí que "lo que fue negado" a Nessie, pertenecía ahora a Alexa, pero como se había referido a sí misma como mensajero ese dato me confundía. ¿Alexa poseía lo que Nessie deseaba? Como típico problema entre amigas, creía que ese algo podía ser alguien. Un novio, quizás. Pero tampoco podía descartar la posibilidad de algo material. Dinero, por ejemplo, mucho dinero. Nessie podría haber pérdido una inmensa fortuna... Era una probabilidad.

Terminé de escucharla antes de dar mi opinión, admirándola por su perseverancia. Se notaba que Nessie era para ella una persona realmente importante, y se esforzaba por recuperar su amistad. Oprimí su hombro como un gesto cariñoso, para decirle con una sonrisa animosa:

- Lo estás haciendo bien, Alexa, ella terminará dándose cuenta de que necesita tu amistad o quizás ya se ha dado cuenta, y lo que pasa es que sigue dolida. Quizás todavía no superó esa pérdida.- puse los ojos en blanco al agregar:- Tampoco podemos olvidar que es una cabezota.- me reí porque aunque pareciera una broma, no lo era,- Y tranquila, yo tampoco creo que las cosas puedan empeorar, y si ella termina asesinándote, pierde cuidado, seré el primero en declarar en su contra.

No lo había notado, pero la estaba mirando fijamente, sin pestañear ni una sola vez. Entonces sonreí.
- ¡Dios, está es una suerte de cielo!- exclamé. Saqué mi móvil del bolsillo trasero de mi pantalón y se lo entregué, sonriendo como un tonto:- Y no la desperdiciaré esta vez, así que agenda tu número, por favor. Esa noche cuando nos encontramos en el bar, era como si las conociera de siempre, desde entonces he tomado copas con quien sabe cuantas chicas y... ustedes dos son diferentes a cualquiera de ellas.- hablé de tirón, poniendo en voz alta todo lo que cruzaba por mi mente, abriendome a ella:- Es como si siempre hubiesen estado conmigo, y esa noche recien reparara en ustedes...- y quizás era cierto.

Después de una larga discusión Génesis no logró nada lo cual la enfado sobre manera y se notaba o al menos eso era lo que ella creía hasta que un ingenuo o iluso tuvo la brillante idea de molestarla cuando entraba, al parecer a ese pobre hombre se le ocurrió la brillante idea de intentar coquetear con ella lo cual solo consiguió hacerla enfadar aun mas - Mira arremedo de hombre con la extraña idea de ser un galanazo de telenovelas y un casanova, vete a molestar a otra mujer por que la verdad yo no tengo la intención de tener que aguantar tus tonterías. Y si es que alguna vez una chica te hizo saber que eras un buen partido, guapo y que merecías salir con una modelo como yo, pues te engaño puesto que eres mas feo o inútil que el esperpento de mi representante, hasta él chico con la morocha parece un adonis en tu presencia... - Siguió diciendo haciendo enojar al hombre ese, como era de esperarse, además con lo que dijo de Fred realmente como lo dijo seguramente su compañero puede que no supiera sentirse alagado o insultado pero la verdad eso era cosa de él por lo que solo siguió molestando con palabras ácidas al pobre hombre en plena crisis de mediana edad, algo alcoholizado, con apariencia de tomar testosterona y que parecía un tipo normal y sin gracia aparente según la percepción de ella, quien le gustaban los hombres delgados o bien definidos, nada parecido a ese hombre con cuerpo de físico-culturista y panza cervecera, sin contar que desde antes estaba molesta por los acontecimientos, empezando con Alexa, siguiendo con su representante y finalizando con ese tipo. Génesis realmente estaba molestando al hombre con sus palabras hasta que...

FdR: Muchas tristezas y conflictos entre nosotros, cambiemos un poco el panorama, aunque Nessie sea la que salga mal librada XDD
Por cierto lo dejo a decisión de ustedes lo que pasa a continuación, tomemos en cuenta el alcohol, una mujer que te pone en ridículo al frente de tus amigos ya que él tipo estaba acompañado y la testosterona ingerida por él que lo hace mas agresivo. Por lo que realismo, se que Nessie no saldrá bien librada pero no puedo ser yo quien ponga lo que pasará, bueno si puedo pero para mayor neutralidad lo dejo en sus manos XDD

Mi mirada se desvió hacía atrás al escuchar la voz prepotente de la rubia aludida, por un instante fugaz creí que era el receptor de su enojo, pero luego de reparar en el tipo que la acompañaba -o seguía- até cabos y entendí que la estaba molestando. Como por instinto o fuerza de costumbre, me levanté de mi butaca dejando el móvil sobre la barra y aunque no lograba entender todo lo que modulaba Génesis con sus labios, supe por su cara que estaba en un ataque de enojo por lo que era muy probable que el hombre terminara con la cabeza rota. Acorté la distancia que nos separaba en pocos pasos, viendo como el hombre que a pesar de que ella lo mantenía en raya la miraba con los ojos hambrientos de un depredador. Una plaga de hombre.

- Oye, amigo, ella está conmigo. Puedes irte.- le dije, tomando la mano de la rubia para arrastrarla conmigo. El tipo murmuró otro par de palabras con la intención de ofenderme, pero no le presté atención pues ya llevaba sujeta a Nessie por la cintura hacía la protección de la barra. Por eso me tomó por sorpresa el que me sujetara por el hombro para obligarme a darme vuelta y enfrentarlo. Se notaba que solo buscaba líos. Por mis reflejos percibí que se preparaba para darme un puñetazo, y al encontrarme más lúcido, fui el primero en atacar.- ¿Qué parte de "ella está conmigo" no entendiste?

Puedo llegar a dar un gran uso a las palabras, lamentablemente nunca fui muy diplomático en los hechos. Al poco ya comenzamos un intercambio de golpes que me dejó un buen corte en el labio inferior.

FdR: Me lo han dejado a mi XD

- Ya es más que suficiente.

Estaba distraida, las palabras de Ethan me habían llegado realmente y además con el intercambio de telefonos pues simplemente me descuidé. Eso fue más que suficiente para que Genesis se metiera en problemas, en su defensa diré que el tipo con el que se topó andaba buscando una excusa para sacar a la bestia que llevaba dentro. Creí que la golpearia pero por suerte Ethan se entrometió aunque los resultados no fueron mejores.

- Apartate Ethan no vale la pena que pierdas tu tiempo con alguien así. Genial ya te lastimaste.- Aquel hombre no pareció sentirse muy contento de que lo ignoraran me cojió del hombro y me volteo bruscamente, bastaba mirarlo a los ojos para darme cuenta de que no estaba para nada lucido- ¿Porque me obligas a hacer esto?

Se supone que creía en la paz y esas cosas pero cuando alguien venía buscando violencia solo había una manera de contentarlo. Un rodillazo en la entrepierna el cual le propiné con todas mis fuerzas que no eran pocas, había tenido muchisimo tiempo para entrenar. Lo vi agarrarse sus partes chillando como un cerdo. Tuve que apartarme de él e intentar respirar para no perder el control, la ira es un pecado que está muy a mi alcance y uno de los que mas me cuesta mantener a raya.

- Vaya si que tiene fuerza- dije haciendo a un lado mi camiseta dandome cuenta que el hombro me había quedado morado- bueno pronto pasará. Deberiamos decirle a alguien que saque a ese tipo de aquí o tal vez solo irnos.

Le di una mirada fugaz , ni siquiera estaba mirando a mis amigos, lo unico que podía pensar es en no perder el control. Sin embargo el hecho de que haya atacado a las dos personas más importantes en mi mundo me había descolocado por completo.