Un Cafe Para Relajarse [Annelysse/Libre]

Después de un largo vuelo llegamos a casa deje mis cosas y le dije a Henry que me sacara de la casa a cualquier lugar solo que no quería estar en el mismo lugar que mi padre o comenzaría a hablarme de su trabajo y de cosas que para mi no tienen importancia solo quería ver si me encontraba con algún amigo y despejarme un rato. Me monte en el auto miraba por la ventanilla por las calle por donde pasábamos, solo me fui por unos días y siento que fuese mas - Se encuentra bien?- Pregunta Henry mirándome por el retrovisor

- Si tranquilo solo quiero relajarme

- Se a donde llevarlo- Sonreí y dejo salir un suspiro, a la mente se me vino una pregunta ¿como estará Gisselle? no sabia de ella desde que me fui no tuvimos comunicación alguna y extrañaba ver su hermosa sonrisa.
En unos cuantos minutos paramos frente a un Starbucks Henry sabia que me encantaba pasar cada dia por uno

- Gracias Henry me alegraste el dia

- No hay de que Sr Lutz estoy a sus ordenes- salí del auto y entre mire a todos lados y me senté en una mesa q estaba en una esquina en donde se veía todo el local y se podía ver hacia afuera

Hacía una tarde agradable y no me apetecía estar encerrada en la casa, sobre todo porque ni papá ni mamá estaban, ni siquiera Evan, así que el encierro no era una buena opción, podría volverme loca y terminar hablando con el espejo o con algún mueble. Tampoco es que fuera de salir muy a menudo, pero hoy de verdad sentía deseos...o necesidad de que el sol me ofreciera algo de vitamina D. Decidida, me levanté de la cama y dejé el libro a un lado, colocando el separador para no perder la página en la que me había quedado. Estaba leyendo La Huésped de Stephenie Meyer, esa mujer tenía demasiada imaginación, además de que sus tramas era verdaderamente buenas, fuera de lo común.

Terminé por colarme en unos jeans deslavados y una blusa gris. Pasé una cinta por mi cabello y salí de casa, con mi bolso no tan exagerado donde llevaba únicamente el móvil y las llaves, entre otras cosas que solemos cargar las chicas. Mi casa se situaba en la zona centro, así que tenía todo al alcance. Se me ocurrió enviarle un SMS a Giselle, tal vez quisiera encontrarme en el Starbucks y charlar un rato.

No tuve que caminar demasiado para llegar al lugar, así que en menos de quince minutos ya estaba frente al café. Entré y busqué una mesa antes de pedir, si Giselle llegaba pronto, pediría cuando estuviera con ella. Mis ojos recorrieron el lugar topándose con grupos de amigos, personas mayores y Thomas Lutz. Me sorprendió verlo solo. Así que me acerqué hasta su mesa con una sonrisa, tal vez esperaba a alguien así que preguntaría antes de decidir sentarme con él. —Ey, Tom —saludé alegremente, acercándome para besar su mejilla —¿Cómo estás? ¿Cuándo volviste de tu viaje? —pregunté, quedándome de pie a su lado. Tom era mi amigo, después de que le hubiera dicho que no hacía ya un tiempo, él no me guardó ningún resentimiento, cosa que adoré de su parte, además era un buen chico, y Giselle estaba loca por él.

Estaba sin auto cosa que me molestaba pero esta noche lo tendria conmigo de nuevo, sentado ahi con la mirada fija en las personas que pasaban frente al local una voz conocida me saco de mis pensamientos y al mirar de quien se trataba sonreí de inmediato - Anne!- me levante de la silla y correspondí a su saludo - Pues ahora estoy mejor gracias por preguntar y tu?- ella era una de las pocas personas que sabían que estaba de viaje - Acabo de llegar hace un rato....- me fije que venia sola así que por educación... - ven siéntate, claro si así lo deseas- sin duda estaba igual que como la deje antes de irme de viaje, ella es una chica alegre y muy buena amiga aunque en el fondo aun seguía ese pequeño sentimiento que tenia por ella en realidad la quería como una amiga y era ella quien me informaba de Gisselle cuando no podía comunicarme con ella.
Heché un poco hacia atrás la silla que estaba a mi lado en señal para que se sentara un rato conmigo ademas de gustarme su compañía (y su mejor amiga ) ella me ayudaba en la conquista de Gisselle

Con una sonrisa jovial, escuché lo que Tom tuvo para decirme. Me gustaba ver esa sonrisa en su rostro cada vez que me veía, no porque me sintiera importante ni mucho menos, era sólo que luego de lo que había pasado... venga, no todos lo toman tan bien. Siempre fue una de las cosas que me agradaban de ese chico. Además de compartir tiempo en la academia, todavía nos quedaba más para pasar una tarde de amigos en la ciudad. Por otro lado, podía asegurar que la felicidad de él no era sólo por haberme visto, sino porque sabía que yo le diría lo que él quisiera saber sobre mi mejor amiga. —Me alegra escuchar esas palabras —respondí, para agregar en seguida —. Estoy perfectamente bien —era la verdad, con todo y que hace apenas unos minutos me hubiese estado muriendo de aburrimiento.

Thomas me invitó a sentarme, moviendo la silla como el caballero que siempre fue para que me sentara. Lo hice, ya consciente de sus movimientos y acomodé la bolsa en un espacio de la mesa, lejos de nuestras manos para que no estorbara —Gracias —dije, mirando como él regresaba a su lugar —¿Y qué tal te fue? —pregunté con curiosidad. —Me hubieras avisado que llegabas para planear algo o no sé, una salida con Giselle... ya sabes —le regalé una mirada de cómplices cuando mencioné lo de planear una salida con mi amiga, si algo sabía era que esos dos estaban locos uno por el otro.

Ella sabia perfectamente mi felicidad pero también me agradaba verle con ella he pasado buenos momentos y con Gisselle claro y ahora encontrándomela aquí creo que llego en el momento justo – Que bueno de verdad…- Volví a mi sitio después de que se sentara en la silla que le ofrecí, un toque de electricidad sentí al escuchar el nombre de su amiga no sabia nada de ella y tenia unas ganas tremenda de preguntar por ella pero tenia que ser algo atento con Annelysse tampoco era que la buscaba solo Giss.

Hice seña para que algún camarero viniera a tomar nuestras órdenes y espere a que viniera mientras continuaba con la charla que tenía con Anne – Bueno lo siento por eso pero ese era el punto que casi nadie supiera que estoy aquí solo es una sorpresa…- y le guiñe el ojo sabia a quien quería sorprender, siempre le tenia un trato especial con Giss era algo automático tenia la necesidad de darle ese toque especial de cuidarla pero lo malo aquí era que no podía decirle que le quería no solo como un amigo uno…. Mi inseguridad y dos…. Mi padre ese se entera que esta conmigo y haría lo que fuese por dañarla o separar que es lo mismo y no quería eso – Pero nunca es tarde para organizar algo ya estoy aquí en cualquier momento podemos planear algo- me acomode un poco en la silla y coloque mis manos sobre la mesa – A ver Anne que haz hecho sin mi en esta ciudad- dije sonriendo a verse era algo gracioso con los amigos cercanos.

Asentí a sus comentarios sobre que nadie tenía que saber que él había vuelto, de momento no entendí a qué se refería pero luego le seguí el hilo a la conversación. No estaba segura de si Giss creería que aquello iba a ser una sorpresa pues a veces me parecía que a ella no le interesaba mucho o, más bien y aclarando, se hacía la desinteresada, incluso y con todo de que casi sudara cuando Thomas estaba delante de ella o cosas así.

Seguida de su entusiasmo, sonreí amplíamente, nunca fui muy fiestera, pero ya venía planeando una cita para mis dos amigos, una en la que, con mucha suerte, se declararían su amor, así que una fiesta de bienvenida sonaba bien... aunque tendría que convencer a los demás invitados, si es que había más, de irse temprano para dejarlos solos. Valla, no cabe duda de que cuando quería podía planear hasta una boda en quince minutos. —Genial, mira que yo estoy disponible y estoy segura de que Giselle no diría que no —sin duda.

Él tomó su lugar y dijo algo que me hizo dramatizar, poniendo una cara de fingido sufrimiento y reproche, como si su ausencia me hubiese afectado al extremo —Fue tan difícil hacer todo lo que hice sin ti, Tomy —mascullé, con ese tono bromista particular —. Veámos... —puse gesto pensativo — En realidad no hice muchas cosas, ya sabes, soy una aburrida. Bueno, salí algunos días con Evan y otros con Giss... pero nada más. Mejor cuéntame tú qué tal te fue —pregunté, seguramente él tenía más cosas que decir que yo.

Gisselle, Gisselle, Gisselle, cada ves que escuchaba su nombre me entraban mas ganas de preguntar de saber como esta aunque puede que ella no pregunte por mi pero a mi si me gustaba saber que estaba bien o no. Reí a carcajadas – Bueno que tal mañana? Podemos salir- dije algo emocionado por la idea y de verdad que necesitaba salir con mis amigos divertirme un rato salir de la monotonía y la rutina que se estaba volviendo mi vida.
Seguía riéndome y esta vez con la respuesta que le dio a mi pregunta – Oh vamos Anne sin mi no te diviertes…- dije señalándome con los pulgares – Soy el que te saco a los lugares divertidos… Sin mi no hubieras tenido esa experiencia que tuvimos en el colegio…- ella tenia que admitir que en parte tenia razón fui yo quien la llevo a aquella fiesta y la enseño a beber algo mas que puro ponche y vino

Ya no aguantaba mas y entre nuestras risas me salió al fin – Anne…. Como esta Giss? Esta bien? – dije en un tono de solo pregunto nada mas aunque tenia un toque de preocupación – Solo pregunto ya sabes siempre andas con ella y hoy estas sola…- trague con dificultad y esperaba una respuesta extendida con detalles aunque no se lo decia

No me hubiese acordado de aquella dichosa fiesta en la que mi cuerpo recibió tal cantidad de alcohol, que terminé bailando arriba de una mesa, lo bueno, era que la fiesta había sido en casa de Thomas y los invitados fueron amigos muy cercanos que, hasta la fecha, no decían nada relacionado con esa noche, al menos no a otros. Agaché la cabeza abochornada al recordar, o más, al intentar recordar entre imágenes borrosas lo que esa noche había pasado. Aunque, según Giss, no había sido tan malo. —Ay, no me hagas acordarme de eso, Tomy —solté, con una vocesilla cantarina y sarcástica.

Y ahí estaba la pregunta del millón, la que había estado reprimiendo desde hacía unos minutos que me había visto. Sonreí, encogiéndome de hombros de manera habitual. —Claro, sólo preguntas — respondí, elevando la ceja de manera divertida —Está bien, no te alteres. Le envié un mensaje justo antes de venir, pero no me respondió, así que no sé si vendrá. Le llamaría, pero cuando ella no responde un mensaje es porque seguro está muy ocupada.—expliqué.

Pronto, alguien vino a atendernos; ni siquiera había que ver demasiado la carta pues ya sabía qué había en ese lugar, siendo tan cotizado y de los que visitaba con frecuencia, incluso podía asegurar que los chicos que atendían ya hasta me conocían.
—¿Que desean ordenar? — dijo la chica uniformada.
—Ahm, quiero un frapeé de vainilla, por favor —pedí, envolviéndole la carta. La chica esperó a que Thomas hiciera su pedido para irse.

Rey a carcajadas por como se puso Anne con lo de aquella fiesta, recordar era bueno pero en definitiva esa noche fue la noche la pasamos bien y nos volvimos locos pero eso es lo bueno de la amistad verdadera que todo queda entre los que estuvieron y que a nadie quien no estuvo no le interese - Tranquila eso toda todavía queda entre nosotros- bromee un poco y ahora toda mi atención estaba en el nuevo tema, al parecer se había dado cuenta de mi interés por saber pero aun así trataba de que no se me notara tanto mi interés

- No si claro estará ocupada....- dije desviando la mirada a otro sitio algo desilusionado pero sonreí de inmediato en cuanto llego la camarera pidiendo nuestras ordenes - Yo solo quiero un Capuccino- dije también entregándole la carta del menú a la chica que nos atendió - Enseguida- Dijo y se retiro con nuestras ordenes

- Bueno Anne que haremos entonces?- Dije volviendo al tema de planear alguna salida - Soy todo tuyo- bromee recostándome de la silla donde estaba sentado con una sonrisa

Agradecí internamente y, creo, también gestualmente el hecho de que Thomas quisiera dejar pasar el tema de la dichosa fiesta. No es que no quisiera recordarlo, no exactamente, porque valla que había sido una gran fiesta, todos nos habíamos divertido a lo grande y, además, esos momentos entre amigos eran los que más atesoraba, bueno, también aquellos en los que me encontraba con Evan. Podría decir que esos eran los mejores, pero incluso yo misma me sentía extraña al admitirlo en mi cabeza, pues, no sé exactamente cómo explicarlo pero los amigos están en todo momento, sí, es cierto, te apoyan y brindan sus compañía, pero una pareja te da más de lo que un amigo puede darte. Una pareja puede romperte el corazón, eso también va incluido en el paquete, pero también puede darte las alegrías más grandes de la vida. Como sea que fuera, el punto era que no podía estar cien por ciento segura sobre qué era mejor: si estar con mis amigos o con mi novio.

Su voz cortó el hilo de mis pensamientos, la camarera se había ido ya y Tom preguntaba sobre lo qué haríamos. Sonreí, encogiéndome de hombros —Pues, primero esperemos nuestras bebidas, después vemos a dónde vamos. —cuando agregó lo de que me pertenecía no pude evitar reír un poco más fuerte entre el barullo de toda la gente ahí dentro, ruborizándome también por la manera en que sus frases habían sonado, tan desacostumbrada a los flirteos y esas cosas —Estoy segura de que si Giss estuviera aquí, ni se te habría ocurrido decir eso —le hice saber, sin intenciones de molestar ni nada parecido.—Pero ya que eres mío por hoy, podemos ir a vagar por la ciudad. No tengo nada que hacer hoy, de todos modos —agregué para finalizar mi comentario.