All you need is love {Evan}

Ese día me había levantado muy temprano para salir a correr un rato al parque, aunque sonara extraño los Ángeles teníamos pesadillas y esa noche había tenido una donde por caer en el pecado de la lujuria Derek sin que yo pudiera hacer nada tomaba el alma de Annelyse sin que yo pudiera hacer nada, Eso había conllevado a que me despertara sudado y muy agitado además te altamente tensionado con la sola idea de que eso pudiese pasar por lo que decidí correr para descargar un poco la adrenalina que contenía mi cuerpo.

Pasado el mediodía había invitado a mi novia a que fuéramos a un parque de diversiones para estar juntos ya que esos días supuestamente había estado averiguando universidades, si bien sabia que no era necesario que lo hiciera no quería que ella pensara que no hacia nada con mi vida la no saber la verdad, solo tarde un día en conseguir la elegida que por cierto quedaba cerca de la universidad de ella para que cada rato que tuviéramos libres y coincidieran pudiera ir a verla.
Llegada la hora pautada procedí a ir a la entrada del parque de diversiones donde habíamos quedado de vernos apoyándome en una pared esperándola cuando me llego su mensaje, sonreí un poco inevitablemente al verlo y solo le respondí que la esperaba. Estaba demasiado ansioso por verla ya que esos días se me hicieron eternos sin tenerla a mi lado, pasada la media hora de esto me llego otro de sus mensajes que me comunicaba que estaba atrasada por el tráfico, teclee la respuesta rápidamente.
No te preocupes mi amor sabes que no me iré a ningún lado. Te amo
Pulse enviar y aproveche esos minutos para ir a comprar algo para ella, cuando volví de encontrar la divise mirando hacia varios lados suponiendo que me buscaba así que me acerque lentamente por detrás poniendo una rosa delante de sus ojos y besando su mejilla a su vez que pasaba mi mano libre por su cintura.- Ya te extrañaba princesa –susurre en su oído sonriendo ampliamente-

Sonreí ampliamente al sentir su sobresalto cuando vio la rosa y me sintió cerca de ella, amaba poder apreciar con total certeza las reacciones que tenía ella ante mí. Era tan transparente que era como un libro abierto que Leia sin ningún tipo de problema además de conocerla tanto obviamente.

Cerré los ojos sintiendo el dulce aroma de su cabello sintiendo como cada partícula era como una nueva cuota de oxigeno hacia mi corazón, eran extraordinarias cada una de las sensaciones que ella podía provocar en mi con el simple acto de su presencia aunque fuese desde lejos, mi corazón comenzaba a latir rápidamente y me sudaban las manos del nerviosismo, recuerdo que cuando la vi Por primera vez sentí lo mismo lo cual me llevo a estar seguro que fue amor a primera vista, sabia que me había enamorado de ella desde el primer instante que la vi y eso no cambiaria nunca.

Entrelace mis dedos con los de ella cuando coloco su mano sobre la mía y bese repetidamente su mejilla cuando se recargo en mi pecho, necesitaba estar todo lo posible en contacto con ella cuando la tenia cerca, ella era mi mayor adicción y lo mejor que me había pasado en mi existencia.-Nunca me iría sin verte mi amor, sabes que te esperaría mi vida entera si eso fuese necesario –dije con sinceridad mirando sus hermosos ojos permitiéndome perderme en ese hermoso color avellana que tenia- Ademas hace dos dias que no nos vemos y ya se me hacia imposible estar sin verte princesa -bese su nariz con cariño sonriendo-

Sentía algo pesado el ambiente del lugar, tal vez solo eran imaginaciones mías tenía que admitir que a veces era algo paranoico con ella, temía que le pasara cualquier cosa pero si eso ocurriese utilizaría mis poderes sin importar que ella me descubriera de esa manera, lo importante era que ella se encontrara bien. Seguí repartiendo besos por su rostro cariñosamente sin ganas de apartarme ni un centímetro de ella, era impresionante la sensación de bienestar que le daba a mi cuerpo pero lo hacía, siempre que estaba con ella me sentía de una forma inexplicablemente pacífica y feliz, supuse que eran los efectos de estar enamorados pero sabía que había algo más detrás de eso, tal vez era lo a lo que le llamaban los humanos “alma gemela” estaba segura que si eso existía mi novia era mi alma gemela.

Sonreí por lo que decía además de por verla sonreír, si ella era feliz yo era feliz también – Sobrevivimos dos días mi amor la próxima vez intentare que solo sea como mucho un día sin verte dos enserio es una tortura –Comente, la mire a los ojos perdiéndome en sus hermosos orbes almendra, sintiendo una especie de corriente eléctrica correr a través de mi cuerpo que termino haciéndome sacudir un poco la cabeza para volver mi atención completamente a ella y no estar mirándola todo el tiempo.

No pude evitar reír al ver su entusiasmo pero termine sonriendo con ternura tomando una de sus manos para entrelazarla con la mía y besando su mejilla al tiempo que tiraba de ella para que comenzara a caminar conmigo – La primer montaña rusa de las tres que hay me parece la opción correcta amor, vamos aumentando la adrenalina de a poco o te apetece hacer todo de un silo tirón e ir a la mejor? –pregunte acariciando sus dedos con los míos-

No podía evitar sonreír al ver el brillo de sus ojos cuando me hablaba de ir a los juegos, tenía esa pureza rara de ver en cualquier ser humano, si bien ella no era un humano normal al ser hija de un ángel igual la consideraba así, me daba ternura ver su alma tan pura a través de sus ojos, gracias a ella habia entendido que era verdad el dicho humano de que los ojos eran el espejo del alma, en sus ojos podía ver su amor hacia a mi o su temor en determinadas situaciones, sus ojos eran mi adicción.

Seguía acariciando su mano con suavidad mientras me abría paso entre la gente para que pasáramos tranquilos, casualmente el parque ese día estaba bastante lleno por lo cual teníamos que tener cuidado de no chocarnos con nadie hasta que volví a escuchar su voz y me di vuelta sonriéndole mirando sus ojos- Está bien mi amor entonces vamos a esa –susurre robándole un beso rápido ya que de repente necesite el contacto con sus labios y luego me di vuelta volviendo a caminar con ella.

Estaba mirando bien por donde estaba la montaña rusa menos peligrosa, no recordaba bien donde se encontraba y con tanta gente a pesar de ser un poco alto tampoco se me hacia fácil encontrarla, si bien era grande no encontraba el camino para ir allí ya que la mayoría estaban obstruidos por la numerosa gente que pasaba de un lado al otro. La mire de reojo para asegurarme que ella estuviera en perfectas condiciones y seguí caminando sin poder evitar sonreír al sentir la suavidad de su mano en la mía y lo cálida que esta era, definitivamente cada vez me encontraba cada vez más enamorado de mi rubia y cada día estábamos mas unidos, me alegraba saber que me necesitaba tanto como yo a ella.

Aún recuerdo la primera vez que nuestras miradas se cruzaron, al instante que la mire supe que ella era la chica que me habían asignado y también supe que su mirada habia calado en lo hondo de mi corazón enamorándome irremediablemente de ella, creo que en ese mismo momento se lo entregue y sinceramente no tenía la mínima intención que me lo devuelva, estaba feliz como estaba.

Escuche que se quejaba e inmediatamente para mi paso dándome vuelta para mirarla con preocupación- que paso bonita? –pregunte mirándola a los ojos y luego vi a un chico mirándola al cual fulmine con la mirada pasando mis brazos alrededor de la cintura de mi novia para protegerla pero al mismo tiempo un poco posesivamente.

La mire entera fijándome que todo estuviera bien, no me parecía que se hubiera quejado por nada ya que sabia que ella no era así y además aproveche para deleitarme un poco la vista, tenia que ser fuerte y conociéndola si la llevaba muy tarde a su casa no me dejaría irme a mi departamento para que no este solo tan tarde ya que tenia miedo que me ocurriera nada. Seria una larga noche si me quedaba ya que me imaginaba como terminaríamos y luego me costaría mirándola a los ojos como siempre que la rechazaba, odiaba ver ese atisbe de decepción en sus hermosos ojos por mi culpa.

Miraba matando con la mirada a ese muchacho, no me gustaba nada la mirada que le estaba dando a mi novia, en cierta pequeña parte lo entendía porque Anny era hermosa y cualquier persona normal con gustos normales se quedaría como idiota viéndola pero no tenia derecho a verla de esa manera, como si se la quisiera comer con la mirada eso despertaba mis celos y aun mas mi instinto de protección que ya de por si siempre lo tenia alto al estar ella a mi lado.

Había estado sumergido en mis pensamientos y en amenazar al chico con la mirada hasta que sentí su caricia en mi rostro, fue como si volviera a la realidad y me calmara muchísimo, la vi a los ojos y sin poder evitarlo sonreí, ella era mi paz, en realidad en vez de ser yo su ángel de la guardia sentía que ella era el mío- Si amor, vamos que no tenemos tiempo que perder –bese su frente y volví a entrelazar su mano con la mía llevándola hacia la montaña rusa.

Una vez que llegamos me acomode en la fila con ella esta vez abrazándola desde atrás, era una necesidad que estemos siempre en contacto, sentirla siempre a mi lado era una verdadera adicción para mi.

Aprovechaba que tenia mi mentón en su hombro para mirar hacia adelante y pensar un poco, si bien los demonios no estuvieran tanto tras el alma de Anny ahí podría dejarme llevar en el plano intimo con ella ya que si fuera así no estaría en un gran peligro si me convertía en un ángel caído además de que ya encontraría la manera de permanecer a su lado de todas formas. Pero estando la situación como estaba era un peligro que eso pasara, además de fallar a mi misión estaría entregándosela en bandeja a cualquiera especialmente a Drake y eso no podía ocurrir bajo ninguna circunstancia, si teníamos suerte con el tiempo a ellos se les pasaría el capricho por su alma pero si no era así estaríamos condenados a nunca poder tener intimidad y no estaba segura si ella querría una relaciona si, si bien sabia que me amaba también tenia en cuenta que ella tenia sus necesidades y no lo decía en el plano sexual solamente, sino que la intimidad iba mas allá de eso, ella necesitaría poder conectarse al 100% con una persona y si bien yo me sentía así de conectado con ella no podíamos demostrarnos nuestro amor por mi culpa.

Bese su mejilla cariñosamente aprovechándome de la nueva cercanía pensando en mi misión, no estaba en mis planes ni siquiera me había pasado remotamente por la cabeza la idea de enamorarme de ella pero lo había hecho, me había enamorado perdidamente de ella y ya no había vuelta atrás, Es que dios tenia que entenderme en cierto punto, quien no se enamoraría de un ser tan puro y hermoso como lo era mi novia, cautivaba a cualquiera que se le acercara sin ningún esfuerzo además que para enamorarme de ella basto solo una mirada, si bien intente resistirme a esos sentimientos no pude y el todopoderoso lo sabia de eso estaba seguro.

En algunos momentos me sentía cansado de no poder estar con ella íntimamente, era algo que realmente deseaba y sabia que ella lo notaba por eso entendía su desconcierto cuando a último momento decidía alejarme. No era fácil hacerlo realmente aveces pensaba que era una de las peores cosas que podía pasar porque si bien era un ángel igualmente tenia esos deseos y siempre conllevaba esa situación a largas duchas de agua fría para no caer en pecado en ningún sentido, hasta se podía decir que evitaba tocarla mas de la cuenta porque solo ella tenia la habilidad de hacerme desearla tanto hasta el punto de sentir que no daba mas de la excitación que tenia y que caería.

Escuche su pregunta y sonreí un poco acariciando su mejilla con la punta de mi nariz mientras se recargaba en mi, yo también podía notar el profundo amor que se tenían sus amigos pero era normal que no se lo quisieran confesar, entendía su miedo yo mismo lo había vivido en carne propia- Ojala si lo hallan hecho pero los entiendo, a mi también me costo mucho decidirme a confesarte lo que sentía por ti y hasta que no me dijiste que sentías lo mismo tenia terror de que me rechazaras y luego no quisieras saber nada de mi.-Me sincere mientras avanzaba un poco con la fila y sin soltarla en ningún momento, acaricie cariñosamente parte de su vientre y deposite otro beso en su mejilla mientras miraba su hermoso rostro.

Por un segundo me pareció notarla extraña ante mi cercanía por lo cual fruncí un poco el ceño confundido, era raro que reaccionara así pero a veces lo hacia, supongo que era algo normal debido al tipo de relación que teníamos pero a veces me daba miedo causarle algún tipo de temor o en todo caso que no se sintiera cómoda a mi lado pero para mi suerte luego de unos minutos siempre se le pasaba y seguíamos igual de unidos que en todo momento.

Se me olvido por unos momentos el hilo de mis pensamientos al notar el rubor que iba tiñendo sus blancas mejillas, era sumamente adorable cuando se ponía así además de saber que era por lo que estaba recordando.
-Pero yo fui el que me declare así que técnicamente me costo mas mi amor –susurre dándole un piquito en los labios y luego dejando varios seguidos en su mejilla- Eso es lo verdaderamente importante y lo que agradezco muchísimo, No se que haría sin ti a mi lado-Confesé mientras la miraba fijamente y sonreía ante su beso sintiendo que el corazón se me iba a salir del pecho de lo rápido que bombeaba.

Volví a apoyar mi mentón sobre su hombro avanzando un poco mas, el próximo turno luego de los que habían subido era el nuestro así que tendría al fin un poco de adrenalina sana, la adrenalina que corría por mis venas cuando ella estaba en peligro no la consideraba como sana ya que no hacia mas que ponerme nervioso y tener que controlarme. Sonreí de lado sintiendo su perfume, era mi adicción en todo sentido, cada una de sus gestos, actitudes y también como era físicamente en fin toda ella era mi locura.

La note bastante perdida en sus pensamientos lo cual era raro por que siempre que estábamos el uno con el otro intentábamos estar todo el tiempo pendiente del otro para no perder ningún tipo de detalle de los momentos que vivíamos, no sabia que pasaba por su mente en ese preciso momento solo esperaba que no fuera nada malo ni nada que nos pudiera afectar a futuro en nuestra relación.

Vi que me volvió a mirar y le sonreí tiernamente dejando un beso en sus labios un poco prolongado sus labios eran el elixir de mi existencia- Para nada espero que tu no tengas miedo además piensa que es la que va mas lento de las 4 que hay en el parque –murmure sobre sus labios y reí alejándome un poco para poder verla bien.

Reí al notar su sincera risa, su risa era música para mi alma me encantaba escucharla, definitivamente amaba escucharla reír y notar que no era fingido si no que la risa le salía del corazón. Lo mire fingiendo seriedad pero no podía ni con mi risa por lo cual termine riendo nuevamente negando con la cabeza levemente, el día que pudiera hacerle la contra a mi novia definitivamente seria el día que las vacas volaran literalmente. Era algo muy raro que no le concediera algo que deseara o que la peleara así fuera jugando, me gustaba que nos divirtiéramos los dos ya que sabia que cuando se enojaba podía tener muy mal carácter, sino siempre era un amor de niña.- Si se que eres una chica valiente amor pero hasta las personas mas valientes alguna vez en la vida tienen miedo.-Replique mirándola con una sonrisa.

Seguí besando sus mejillas cariñosamente sin importarme lo que pensaran los demás, me era necesario estar así con ella cuando podía aunque seguro hasta mañana estaríamos juntos o no sabia cuando volveríamos a separarnos por alguna razón, hasta que sus padres regresaran a su casa seguro tendríamos tiempo de estar juntos tranquilos.- Claro que si mi amor, nunca soltare tu mano y lo sabes.-Respondí de manera dulce mientras entrelazaba sus dedos con los míos con una sonrisa y luego reí.- Si estoy seguro que estarás ahí para mi amor.-Le devolví el guiño sonriendo.

Vi como se apuraba y sonreí divertido siendo arrastrado con ella hasta los primeros lugares, me parecía divertido esto de la adrenalina ya que era un buen descargo, no pensaba gritar claro pero la simple sensación en su momento era bastante placentera había que admitirlo.- Listo amor ya estamos.-Comente cuando me termine de acomodar y nos ajustaron bien los seguros para estar listos para comenzar el juego.

Tome su mano volviendo a entrelazarla con la mía mientras esperaba que empiece mientras miraba unos segundos el cielo, no sabia como podía considerar mi existencia “buena” antes de conocerla, definitivamente había sido porque no conocía el amor. Era perfecta nuestra relación había que admitirlo aunque sonara mal, nos llevábamos perfectamente y no todo el tiempo estábamos derramando miel si no que también nos divertíamos mucho juntos.

Sentí como la montaña comenzó a subir hasta llegar a la cima y la mire con una sonrisa en el rostro.-Te amo.-Susurre antes de sentir como de repente comenzábamos a bajar rápidamente por la velocidad impartida por el juego y sentir como la adrenalina iba adentrándose en mis venas.

Sabia bien la razón de mi existencia según dios, esa era proteger las almas de los seres humanos de las criaturas malignas pero según para mi, mi razón era ella. Me daba terror pensar que podía llegar un día en donde me tuviera que alejar para que fuera completamente feliz, estaba seguro que conmigo lo era pero yo nunca podría darle todo lo que ella necesitaba, la intimidad es imprescindible para el ser humano y hasta a mi me costaba aguantarme pero tendría que tomar medidas antes de caer y ponerla en peligro. No quería pensar en eso en realidad odiaba hacerlo pero había ocasiones en que no lo podía evitar y esos pensamientos superaban mis propios bloqueos para que no saliesen a la luz, esos eran los momentos en que detestaba ser como era.

No decía que ser un ángel no era una de las cosas mas bellas que existía pero con una chica con Annelysse a mi lado me costaba querer seguir siendo uno y no sucumbir ante el pecado de la carne, por primera vez en mi vida enviaba a los demonios que podían hacerlo tranquilamente sin nada a que temer en las consecuencias, no era ningún pecado querer estar con mi novia según mi punto de vista pero si mi dios lo veía como uno no me quedaba otra que acatar sus ordenes.

Sonreía mientras entrelazaba nuestros dedos y el aparato iba subiendo cada vez mas, escuchaba algunos alaridos y lamentos de los asientos de atrás lo que me causaba gracia, hacia algunas noches aburrido en mi casa había visto la película que si no me equivocaba se llamaba “destino final” donde una de estas montaneas se destruía y la gente moría, cosa que estas personas parecía que realmente creían que podía ocurrir. Volví a concentrar mi mirada en ella y asentí con la cabeza sin mediar palabra preparándome para el subidon de adrenalina que estaba por tener.

Se me escapo una suave risa de mis labios al ver como Anny se ponía nerviosa de repente, yo intenaba estar calmado para transmitirle a ella esa sensación de bienestar a pesar del peligro que tal vez ella sentía inconcientemente para que estuviera mas tranquila. El te amo de mis labios salio sin que lo planeara simplemente al verla así me había salido de lo mas profundo del alma, la amaba y por mas que fuese un pecado lo haría siempre.

A medida que el juego iba bajando cada vez mas rápido no podía evitar reír, en verdad lo estaba disfrutando además de que de repente había sentido esa adrenalina que tanto me divertía correr por mi venas, había sido muy buena idea salir con mi novia a un lugar como este donde nos podíamos divertir tranquilamente.


Off: todo bien ^^ yo también ando algo complicado con los tiempos así que ntp

Había disfrutado el juego en gran medida me parecía divertido y además miraba todo el tiempo de reojo a mi novia sonriendo mas ampliamente al ver la emoción que destilaba y la cara de felicidad que tenia, haría cualquier cosa siempre para verla así. Ella era mi única prioridad, no me importaba ni mi mismo con tal de que Anny fuera feliz, seria capaz de matar por ella y por mas de que no estaba bien que un ángel pensara eso no podía evitarlo cuando algo malo podía pasarle o simplemente sabia de las malas intenciones hacia ella sacaban lo peor de mi, esa parte que supuestamente en los Ángeles no debía existir ya que éramos seres extremadamente pacíficos y siempre buscábamos el bien común pero verdaderamente no me salía cuando algo podía pasarle.

Recuerdo perfectamente que una noche mientras dormía a su lado misteriosamente dios apareció en mis sueños, habíamos tenido una larga charla mas que nada para que el me aclarara que cosas debía cambiar y que sabia que estaba conciente de mis tentaciones pero que debía resistir, que ya mucho estaba haciendo por mi al no alejarme de ella con el peligro que presuponía que cayera en la tentación pero también estaba conciente que el sabia que nadie la cuidaría mejor que yo que Daria mi vida por ese ser que tanto amaba. Sin ella mi existencia no tendría sentido por mas de que EL me dijera que solo era una misión mas yo sabia que no, tal vez el estar enamorado condicionaba mi pensamiento pero simplemente no veía mi vida sin ella a mi lado, sin su sonrisa, sus hermosos ojos y su pureza, esa pureza que tanto me enamoraba y que yo no era nadie para romper.

Tenia miedo de como terminara esa noche realmente, me conocía la secuencia o mas ó menos pensaba en mi mente como terminaría todo y lo peor de todo era que cada vez menos podía ocultar lo que ella me provocaba y si hablaba en el sentido hormonal, estaba seguro que ella sentía mi excitación al besarnos y tenerla tan pegada a mi antes de parar lo que la hacia sentirse mas confusa y ni que decir de mi que tenia que aguantar el dolor que la erección me causaba y encima la frustración que tenia. Aunque todo eso se iba de mi mente al volver a abrazarla para que durmiéramos o simplemente estuviéramos juntos con tranquilidad.

Mentiría si dijera que en cierto punto no quería terminar de demostrarle mi amor de forma carnal, yo también deseaba saber que se sentía hacer el amor con tu pareja mas aun con el tipo de conexión que teníamos ambos que era de mas profunda, no creía realmente que alguien pudiera tener una relación como la nuestra.

Nos bajamos y sonreía mientras veía lo emocionada que estaba aun aunque también estaba algo embobado con su belleza, no podía ser mas hermosa porque no le alcanzaban los segundos era definitivo.-Fue muy divertido mi amor.-vi. Su gesto y me mordí el labio tragando saliva en seco, cuando se ponía provocativa me costaba un poco mas mantener los papeles pero igualmente lo hacia. Me acerque a ella con lentitud sin despegar mi mirada de sus ojos y abraze su cintura con mis brazos.- Creo que me bastara con una buena ración de besos.

Su respuesta fue justo lo que esperaba que fuera. Debo confesar que siempre me gustó provocar esas reacciones en Evan. Era divertido ver como se debatía entre besarme frente a todo el mundo de una manera poco común y mantenerse sereno. Aunque la verdad es que nunca me había salido muy bien eso de seducir, no era exactamente lo mío. Sonreí cuando sus brazos me envolvieron y mordí mi labio inferior mientras elevaba el rostro hacia el suyo para alcanzar a rozar sus labios.
—Concedido —canturree al tiempo que envolvía su cuello en mis brazos y, sin darle muchas vueltas al asunto, lo besé tiernamente, ahí frente a toda la masa de gente.

Me dejé llevar por sus labios, amoldándolos y siguiendo su ritmo que era casi como una danza. Fui consciente de como el mundo iba desapareciendo a nuestro alrededor y de cómo las mariposas comenzaban su incansable revuelto en mi estómago. Me sentí de lo mejor, algo que siempre me pasaba cuando estaba a su lado, era como el karma, se contagiaba con una facilidad impresionante y yo amaba eso.

—¿Te he dicho antes lo rico que besas? —se me escapó decir en un suspiro bastante notable pero íntimo. Dejé que nuestras narices se tocaran mientras me perdía en sus ojos tan claros.

Cuando me di cuenta de lo que había dicho no pude evitar sonrojarme y en seguida bajé la mirada abochornada. Luego me di cuenta de que no había por qué ponerse así y elevé mi rostro de nuevo para mirarle.
—¿Entonces vamos a la que sigue? —animé volviendo a ser la niña escondida en el cuerpo de una mujer de veintiún años.

Off: Perdona que esté tan cortito u.u es que estoy de vacasiones y no tengo mucho tiempo. Saludos

No tenia los pensamientos puros de siempre, la miraba y todo en ella me seducía pero es que era la mujer mas hermosa que había visto en mi vida y eso que había visto muchas Ángeles pero nunca nadie como ella, tan hermosa que te deja embobado con solo tenerla en tu campo de visión. Por eso también podía ser que cuando estaba con ella nada existía a mí alrededor, era la única que podía lograr eso en mí por eso y más la amaba tanto. La pegue un poco mas a mi cuando se acerco mas y antes de que pudiera sonrier porque me había dicho concedido ya tenia sus labios sobre los míos por lo que cerré los ojos y me deje llevar por ellos, por esos labios que simplemente me llevaban a la locura siempre.

La besaba lentamente, disfrutando del calor y sabor de sus labios, de lo adictivos que eran y de todo lo que me hacían sentir. No había nadie mas a mi alrededor ni siquiera en el mundo solo éramos ella y yo en nuestra burbuja, en nuestro mundo donde todo estaba bien y nadie corría peligro de nada. No entendía como alguien podía sentir tantas cosas por un beso antes de estar con ella siempre me había preguntado porque a los humanos les gustaba tanto besar, con ella aprendí el porque lo que me hacia no poder imaginarlo el hacerlo sin sentimiento, sin sentimiento seguro no cargaba tantas emociones que hacían un simple rose de labios lo mas especial del mundo, sin emociones simplemente no valía la pena besar por eso estaba seguro que jamás besaría a otra persona que no fuera mi rubia.

¿Y yo te he dicho todo lo que me haces sentir por un beso?-Retruque sonriendo mientras acariciaba su nariz con la mía y miraba sus hermosos ojos, no había nadie mas afortunado que yo en la faz de la tierra y dudaba que lo hubiera en el cielo o en el mismísimo infierno, era la persona mas feliz que podría haber por el simple hecho de estar con ella y de tenerla entre mis brazos, el simple hecho de saber que existía me hacia inmensamente feliz mas que cualquier cosa.

Sonreí ampliamente ante su sonrojo, se veía hermosa con las mejillas así de sonrojadas por lo que bese una de ellas cariñosamente mientras la abrazaba con cariño hasta que escuche su pregunta.- Vamos a los autitos chocones, veras lo peligroso que puede ser tu novio.-Jugaba entrecerrando los ojos como quien planea algo malo para luego reír y volver a entrelazar sus dedos mientras caminábamos allí.

Empezaba a pensar con seriedad la idea que tal vez esta fuera la noche en la cual le tendría que decir toda la verdad, el rechazarla una vez mas no se veía bien en mis planes mas que nada por el simple hecho de que no quería lastimarla mas ni que pensara que no la quería lo suficiente, ella era virgen de eso estaba seguro lo cual me hacia sentirme muy honrado de que quisiera entregarme aquello tan preciado a mi, pero también me hacia sentir tremendamente mal al no poder corresponder aquella entrega, y lo peor era que sentía que nunca podría hacerlo, siempre la cuidaría pasara lo que pasara pero no podía negarme a mi mismo que cabia la posibilidad de que luego que le dijera la verdad y que supiera que nunca iba a poderme entregar del todo a ella Anny decidiera dejarme, por mas amor que me tuviera tal vez no le parecería lo suficiente una relación del tipo que podríamos tener, creo que hasta que me toque íntimamente o yo tocarla de manera mas intima seria pecado por mas de que no se llegara a la realización del acto.

Me reí sin poder evitarlo cuando me lanzo una de sus típicas miradas en forma de reto y la forma que levantaba una ceja que me parecía sumamente tierna, por mas que ella quisiera demostrar otra cosa para mi siempre seria la cosa mas tierna, hermosa y sexy que existía, era simplemente la combinación perfecta, mi combinación perfecta.-Deberías tenerlo porque esta vez no te dejare ganar.-explique con un tono falsamente modesto como si las veces que ella me hubiese ganado en algo fuera porque yo la había dejado, mi meta era provocarla un poco para divertirme, es que no podía evitarlo cuando se enojaba me encantaba como se ponía además de que tenia mas excusas para besarlas ya que la convencía que se le pase el enojo con besos.- Creo que ese dicho contigo no va mi amor, ¿recuerdas que te he visto manejar?.-pregunte con diversión, sabia lo buena que era al volante aunque eso en este mismo momento podía ser contradictorio para mi, si vamos al caso nunca había manejado un auto solo una moto que era la cual tenia para transportarme siempre y a la cual adoraba, no podía negar de mi pasión por las motos y la velocidad pero como sabia que eran un tanto peligrosas intentaba no usarla demasiado, si tenia un accidente y nada grabe me pasaba seria algo sospechoso y por el momento lo mejor era seguir en el plan de humano normal, luego que mi novia supiera la verdad tal vez podría enseñarle mas cosas acerca de mi mismo si es que aceptaba seguir a mi lado.
Fuimos hasta los autitos chocadores y la mire con una sonrisa en los labios.- primero las damas pero cobrare peaje.-dije en tono de broma antes de buscar sus labios y besarlos con suavidad durante unos momentos, me separe con una sonrisa en los labios mientras miraba sus hermosos ojos.- te amo.-murmure y luego me fui directo a uno de los autitos subiéndome y mirándola, era cosas tan comunes en la vida hacer esto pero el hacerlo con ella hacia que fuese algo sumamente especial que seguramente no olvidaría nunca como cada cosa que pasaba a su lado.- espero que estés lista para perder y que luego no te enfades conmigo por ello.-dije intentando no reír y entrecerrando los ojos como quien desafía a otra persona.