Empezar de nuevo (Lily) [TEMA CERRADO]

El camión de la mudanza por nuestra parte ya estaba delante de la casa de dos pisos, era más grande que el piso en el que vivía con mi madre antes de que nos dijera de mudarnos.
Llevé las cajas dentro mientras mi madre se aseguraba que todo estuviera bien dentro de la casa y luego salió fuera a ayudar con las cosas que pesaban menos, mientras yo y los señores de las mudanzas nos ayudaban a entrar las cajas dentro, mas algunas cosas nuestras del piso anterior.
Ese día era el más caluroso del verano, o al menos lo parecía, quizás se debería a mi camiseta negra de manga corta, dicen que el negro atrae al calor más que el blanco y por ahora me lo creo.

Mi madre miró el reloj de agujas de su muñeca un poco nerviosa en la entrada de la casa y cruzo de brazos mirando la carretera. Me situé a su lado mirando donde miraba ella y luego desvié la mirada hacia ella.
-No tardaran en llegar...-dijo mi madre con cierta preocupación, normalmente no se preocupaba tanto pero desde que estaba con Neil, mi futuro padrastro, parecía que había ganado el premio a Miss preocupación. Me quedé con mi cara seria y ayudé a entrar las últimas cajas y volví a salir al escuchar a mi madre y su ‘¡Ya están aquí!’ tan contento y entusiasta. Caminé fuera de la casa y vi el camión de la mudanza enorme, más que el nuestro, situarse delante de la casa. De el salieron Neil y la blondie, quiero decir Lily, mi hermanastra ahora con la que apenas he hablado… Y ella tampoco se interesa en hablarme. Le dediqué una seria mirada mientras Neil y ella venían a saludar, la saludé con la cabeza mientras mi madre abrazaba a Neil con cariño.

Neil me miró abrazado a mi madre y me saludó dándome la mano, yo se la estreché fuertemente y escuché un cumplido sobre mi forma física, miré a Lily de reojo, a mi padrastro y me encogí un poco de hombros. Mi madre añadió algo al cumplido.

-Si, Erik hace mucho deporte así esta de fuerte…- ella sonrió orgullosa de su hijo. Puse los ojos en blanco. -Oye hijo...¿Por qué no ayudas a Neil y Lily con las cajas de la mudanza? -me dijo, suspiré y asentí sin decir palabra pasando al lado de Lily y cogiendo cajas del camión. Mi padrastro murmuró un gracias mientras decía algo a Lily y a mi madre, Clare.

Caminaba por un hermoso jardín, el sol bañaba cada roncón de aquel lugar, las flores emitían el más fresco de los olores y en medio de todas ellas había un enorme árbol cuyas ramas estaban repletas de hojas y frutos rojos que no había visto nunca. Me acerqué mientras una suave brisa revolvía mi cabello y mi vestido negro corto, rocé uno de los frutos rojos pero me llamó la atención y concentré mi vista en ello. Un volumen se encontraba a dos pasos de distancia, en la hierba, y no dudé en agacharme y cogerlo "Dentro de cada Ángel" sonreí.

De repente un fuerte pitio sonó cerca de mí, alargué el brazo y paré aquel horroroso sonido que me despertaba cada mañana, me tapé con la sábana hasta la cabeza con la esperanza de seguir con aquel sueño pero segundos más tarde mi padre entró en la estancia, sonriente "Venga Ly, enseguida llegarán los de la mudanza." Justamente por eso deseaba más aun perderme en el jardín de mi sueño junto aquel libro, pero finalmente accedí y me levanté para terminar de recogerlo todo.
Media hora más tarde llegó el gran camión de la mudanza y todos los hombres, incluido mi padre, terminaron de cargarlo todo.
El viaje a Londres algo largo pero animado, la mitad del viaje se lo pasó hablando con su padre sobre curiosidades de los ángeles cosa este sabía que le animaría aunque procuraba no hablar del tema con su hija, y la otra mitad observando como se alejaba de la casa en la que había crecido.

Al llegar vio que, en la puerta de la casa, había un camisón de mudanza similar al suyo pero algo más pequeño y completamente descargado, ellos habían llegado antes, pensó. Primero vio a Clare, su madrastra, contenta de verlos llegar y a continuación a Erik, su hermanastro, con el que apenas había articulado palabra.
Mi padre los saludó a ambos y después hizo un comentario sobre la fuerza de Erik, "Buah tendré que soportar esto cada día", pensé desanimada, y después sonreí a Clare en forma de saludo después esta le dijo a su hijo que nos ayudara con las cajas.
Pasó junto, y ni me inmuté preferí escuchar el comentario de mi padre sobre las dimensiones de la casa. Mientras que los hombres bajaban todo del camión Clare y yo lo ordenábamos todo la posible dentro de la casa hasta que los primeros terminaron y se marcharon con los camiones excepto Erik y me padre que volvieron a entrar en la casa.

Una vez todos en casa, ayudé a organizar las cajas, las mías las puse al pie de la escalera para llevármelas a mi cuarto.
Ayudé a dejar las cajas de cubertería y demás en la cocina, y subí unas cuantas donde ponía ''ropa de invierno'' y ''trastos'' con mi padrastro al desván.

Bajé las escaleras y me quedé sin bajar dos escalones apoyado en el pasamanos.
Mi madre nos reunió a todos en el recibidor y sonrió contenta juntando las manos mientras Neil cerraba la puerta de la casa.
-Chicos...-empezó mi madre mientras Neil se situaba a su lado.-Aquí empezaremos una nueva etapa de nuestras vidas, todos juntos, Neil y yo queremos que esto salga bien y... necesitamos de vuestra parte para que podamos conseguir ser una familia unida... Sera difícil pero confiamos en vosotros. -continuó mi madre mirándonos a ambos un poco seria y luego nos sonrió.-¿De acuerdo?

Suspiré y asentí.
-Bien, pues entonces podéis ir a elegir habitación.-nos dijo mi madre. Entonces por primera vez en todo el rato que llevábamos con las cajas y la mudanza, hablé.
-Y... no sería mas justo que quien ha llegado antes elija primero habitación?-dije mirándolos, mi madre se quedó algo boquiabierta. Y blondie, digo, Lily no se como se quedó, no la miré.
-Erik, cariño, poneos de acuerdo de que habitación es la de cada uno, no tiene porque que elijas tu primero al haber llegado antes, esta casa es de los cuatro, además las chicas primero.-añadió mi madre serena y luego sonrió, mi padrastro también sonrió diciendo algo sobre que mi madre tenía razón.
-Vale.-contesté serio y hice una mueca con los labios, la verdad si tenía razón mi madre, no se porque se me ocurrió decir aquello, pero a mi me parecía justo que si había llegado antes podía elegir habitación... además que mas daba, total era una habitación en la que viviría intentando convivir con mi madre, Neil y Lily.

-Anda, subid. Seguro que os gustaran las habitaciones.-dijo ella mientras se echaba a un lado con Neil para que Lily pudiera pasar y subir las escaleras.
Me di la vuelta sin mirar si me seguía Lily y subí las escaleras hacía las habitaciones.
Llegué al rellano donde todas se conectaban, la de matrimonio, las otras dos y el baño en medio, me di la vuelta para ver cual elegía Lily.

Apilé todas mis cajas juntas para que no se confundieran con el resto, aunque llevaran mi nombre escrito no me fiaba, y terminasen en cualquier lado de la casa. Junto con mi madrastra coloqué cosas en la cocina y el salón mientras me hacía preguntas sobre el estilo de la casa y demás, hasta que llegaron Erik y mi padre y este soltó su sermón que yo sabía lo bien preparado que lo tenía.
Al terminar moví la cabeza hacia un lado, suspiré, sin que se notase mucho, y asentí lo mejor que pude. Clare nos propuso que fuésemos a elegir habitación entonces mi hermanastro habló, la primera vez que le escuché en todo el día, y lo único que pude hacer fue alzar las cejas "Genial! Un niño de mama en casa -.-", pensé.
Mi padre y su novia se apartaron para que pusiera subir las escaleras y así hice siguiendo a la persona que dormiría en la habitación de al lado. Al llegar a la planta superior se volvió hacia mi para ver que habitación elegiría y así hice, le rodeé y toqué la puerta más alejada de la habitación de matrimonio. -Lo siento, te ha tocado el centro. -Dije en un tono normal pero evitando soltar una sonrisa, él dormiría junto a "los padres" y el baño y yo entre el baño y una pared. -Creo que el jardín es bastante habitable si tienes mucho calor por ahí.-Dije refiriendome a su habitación sin poder evitarlo, pero todavía sin sonreír.

Me rodeó y se fue a la habitación mas alejada de la de matrimonio, entre el baño y una pared, la mas grande se cogió, bueno yo tampoco necesitaba mucho espacio.
La miré con mi porte serio y puse los ojos en blanco luego abrí la puerta para ver la habitación nueva que me había tocado y antes de entrar le dije algo a Lily.
-Gracias, pero no creo que me haga falta.-dije serio, viendo el amplio balconcito personal que tenía para mi solo, luego entré a ver la habitación por dentro, no era muy grande pero ya me servia, ademas el balcón valía la pena, si alguna vez me sentía agobiado siempre podía salir fuera a relajarme.

Cerré la puerta y bajé las escaleras para coger mis cajas, cogí dos y las subí, al subir y en medio de las escaleras noté que Lily estaba delante, bajaba a por sus cajas supongo. Pero o subía ella y me dejaba pasar o bajaba yo... no creo que hiciera el feo de dejarme con las cajas cogidas, que por cierto pesaban los suyo, tanto rato. Esperé que se apartara pues subiendo un escalón mas hacia ella hasta ponerle las cajas delante prácticamente.

Abrí la puerta de mi habitación y esperé, apoyada en el marco de la puerta, una respuesta por parte de Erik.
Era tan distante, serio, y tan... poco hablador que me frustraba la idea de vivir con él durante tanto tiempo, prefería eso a que se hubiera considerado mi amigo desde el primer día pero esto no cambiaba la idea de que me molestaba aunque no fuera a propósito.
Entré en el dormitorio y cerré la puerta tras de mí, era bastante grande , sonreí, por lo menos me había tocado una buena habitación, después de todo. Las paredes estaban pintadas de blanco, cosa que hacía la habitación más grande aún. "Pintura", pensé con una sonrisa la idea de pintar mi habitación, "La pintaré", me dije sin importarme lo que pensarían el resto de los habitantes de la casa, "Aunque se lo dié a Clare y a Neil". Me asomé por la ventana y al momento descubrí que la habitación de mi hermanastro tenían un gran balcón, por el contrario la mía no tenía aunque era más grande que la suya.
Salí de mi cuarto para recoger mis cajas cuando en mitad de la escalera me encontré a Erik subiendo con las suyas, subió otro escalón pretendiendo que le dejara pasar poniendo casi las cajas delante mía. Por un momento se me pasó por la cabeza la idea de abrirle un poco la caja para ver que llevaba en ella, pero enseguida cambié de parecer. Dudé durante un momento y después me hice a un lado para que pudiera para pero dejándole poco espacio.
Al llegar abajo cogí dos de las cajas con las que pensé que podría subir sin ningún problema hasta que llegué al más arriba de las escaleras y tuve que esperarme un poco para poder seguir.

Lily me dejó pasar, le dije un 'gracias' al pasar sin mirarla y fui hacia mi habitación, dejé las cajas en el suelo una al lado de la otra y abrí una de ellas cogiendo mi ropa de su interior y colocandola en el armario de delante de la cama, cada cosa en su lugar. Observé la habitación y abrí el balcón para que entrara aire, luego volví para abrir la otra caja de mis cosas pero ni siquiera la llegué a abrir.
Escuché el ruido de pisadas en las escaleras y luego se paraban, sería Lily subiendo sus cajas, quizás debería ayudarla, pero la cuestión era; ¿Se dejaría ella ayudar?

Asomé la cabeza por mi habitación y la vi a medio camino por subir. Caminé hacia la escalera mirándola.
-¿No puedes con ellas?-pregunté refieriendome a las cajas. Pensé en ayudarla, pero tampoco quería que pensase que yo era de esos tipo de chico los que piensan que las chicas no pueden con nada o son inferiores, nada de eso. Simplemente me habían educado así, aunque siempre tenía el mismo porte serio, reservado, pero era amable y buena persona.
Miré a las cajas y luego a Lily esperando una respuesta por su parte. Me apoyé en la barandilla mirándola severo.

Escuché como alguien se aproximaba desde la planta superior a las escaleras, donde me encontraba agachada con las cajas en la mano, mi hermanastro. -N... si, puedo.-Dije volviendo a hacer fuerza para subir las cajas, pero apenas había subido dos escalones cuando empezaron a resbalarse las cajas de mis manos aceleré todo lo que pude pero al subir el último escalón me tropecé y junto a las cajas caí al suelo. Cogí enseguida la caja donde iba mi ropa interior y la cerré, ya que por la caída de había abierto un poco, con la esperanza de que Erik no hubiese visto nada, por el contrario de la otra salieron varios libros sobre ángeles, por suerte. "Maldita sea" dije, recogiendo de nuevo los libros, al saber que Erik había presenciado aquella ridícula y espantosa escena sobre mi caída.
-Genial, ya te puedes reír de mi hasta el resto de nuestras vidas. -Dije por el título de los libros y por espantosa caída.

Alcé las cejas cuando dijo que si que podía con las cajas que se le resbalaban de las manos, negué con la cabeza y quité la mano de la barandilla cuando se cayó al suelo con las cajas, bueno al menos ya estaba arriba, pensé con humor, raro en mi, no era tan chistoso.

Me giré hacia ella dando un paso hacia delante para ayudarla, la caja de la ropa interior se había abierto, Lily la cerro y yo desvié la mirada, esas cosas no me importan. Luego vi algo que si llamó mi atención mas que otra cosa... libros, sobre ángeles, fruncí el ceño pensativo, ¿ella sabía que su padre lo era y ella era una nephilim?
Cogí dos libros del suelo, los que estaban mas a mi alcancé y leí los títulos sin hacer caso a lo que había dicho, no pensaba reírme. Pero había dicho algo en concreto que... La miré frunciendo mas aun el ceño, ¿ella sabía lo que yo era?
Tenía entendido de que no sabía nada.... pero quizás Niel se lo explicó, sería lo justo dado que yo se lo suyo y ella... no se si sabe lo mio.
-¿De donde sacas estos libros?-pregunté, había cada uno difícil de encontrar... me sonaban de haber encontrado el titulo en alguna pagina de Internet... y otros simplemente eran libros literarios. La miré esperando respuesta.- ¿Te... interesa el tema de los ángeles?-dije entrecerrando los ojos, parecía enfadado por ello, pero solo estaba curioso, de si sabía o no lo que yo era... y que sabía a cerca de los ángeles. Para lo poco que hablábamos y nos había tenido que tocar ese tema de conversación, el mas evitado para no ser descubiertos... menos mal que estábamos en casa.

Erik se acercó a mí y por suerte, o más bien desgracia, se fijó en los libros sin darle importancia a la otra caja de mis pertenencias. Cogió dos libros mientras yo maldecía para mí el echo de ser tan floja y recogía el resto del suelo. Vi como me miró con el ceño fruncido y pude notar como alguna idea se le pasaba por la cabeza hasta preguntarme por los libros. -Mi padre viaja mucho...tiene contactos... -Contesté, algo dubitativa, por toda respuesta. Sabía que esos libros no eran fáciles de encontrar y no estaban en cualquier biblioteca de ciudad.
Volvió a mirarme y me quedé casi paralizada, me había preguntado sobre ángeles y parecía estar enfadado por hablar de ese tema. No sabía que contestarle y por un momento se me pasó por la cabeza la idea de que él supiese la verdadera identidad de mi padre y mía. -¿Hay algún problema con eso?. -Dije poniéndome un poco a la defensiva. Le quité los libros y los guardé en la caja, no quería volver a caerme así que cogí la otra caja y la metí en mi habitación, ahora saldría a por la otra.

Ladeé la cabeza cuando dudo al responderme, su respuesta tenía sentido pero no la forma en que contestó. Igualmente intenté no preguntar demasiado sobre el tema... no aun, solo hasta que estuviera seguro de que sabía ella.

Me quitó los libros poniéndose a la defensiva.
-Ninguno.-respondí sereno aun con el ceño fruncido y ella se marchó con una caja hacia su habitación, dejó la otra en medio de la escalera así que la cogí, sin mala intención alguna, y se la dejé en la puerta de su habitación, sin entrar. Observé la habitación que había elegido asomando la cabeza, era mas grande que la mía pero no tenía balcón...

Me quedé un momento mirando la habitación de Lily pensando en los libros de ángeles, que nadie piense mal... hasta que escuché la voz de Neil subiendo las escaleras.
-¿Como va eso?-dijo simpático mi padrastro acercándose a la puerta de la habitación de Lily, primero me miró a mi y luego a su hija.-¿Os gustan las habitaciones nuevas?-preguntó mirándonos a ambos, yo asentí mirándolo dejando de fruncir el ceño y curvando los labios hacía un lado en una mueca, casi sonrisa, pero no lo era. ¿Habría escuchado la conversación entre Lily y yo? ¿El sabría que yo era como su hija, un Nephilim? ¿Se lo habría contado mi madre?,pensé mientras lo observaba, tenía aquella típica presencia de bienestar, tranquilidad y amabilidad, y la verdad le tenía respeto así que hablé para que no pensara que fuera maleducado.

-Sí, Sr. Anderson, están muy bien.-contesté y luego miré a Lily.
-Oh, Erik llamame Neil.-me dijo en tono amitoso y me dio una palmada en el hombro, le miré un poco sorprendido aunque ya lo había echo alguna vez cuando nos vimos la segunda o tercera vez para que confiara en él y empezar relación padrastro-hijastro.
-De acuerdo, Neil.-dije mirándolo y volviendo ha hacer una mueca mientras asentía. La verdad Neil me caía bien, era muy bueno con mi madre y nos había cogido cariño, mas a mi madre eso si, pero a pesar de que no le hablaba mucho sabía que podía quererme como un hijo, eso no quería decir que sustituyera a mi padre... eso lo sabía.

Quizás había sido algo borde o maleducada con Erik, no era mi forma de comportarme normalmente era algo más tranquila. Dejé la caja en una esquina de la habitación y al salir a por la otra me encontré a mi hermanastro plantado en la puerta, con la caja en suelo, observando mi habitación hasta que apareció mi padre acercándose desde las escaleras. Ambos, Erik y yo, asentimos a su pregunta yo con una sonrisa, para que mi padre estuviera satisfecho, ¿Nos habría escuchado a Erik y a mí?, y él con una especie de mueca-sonrisa todavía no comprendía porqué le contaba tanto sonreír. –Si…-Contesté después de Erik, y le miré como había hecho él, pero mi padre me cortó.
-Me alegro de que vaya todo bien. Seguro que tenéis muchas cosas en común. –Dijo mi padre con una de sus mejores sonrisas. ¿Cosas en común? ¿Con un humano, serio, que ni siquiera habla? Lo dudaba mucho. ¿Sabría Erik lo que en realidad era mi padre?
La nueva intervención de mi padre me distrajo de esos pensamientos. -Clare ha pedido comida china, enseguida la traerán a casa. Hemos montado una mesa pero os toca ponerla. -Nos dijo dándonos una última sonrisa y volviendo abajo.
-Vale, papa. -Dije antes que se marchase, se me hacía de lo más incómodo tratar con mi padre si Erik o Clare estaban delante. Cogí la caja de los libros y la metí en mi habitación junto a la otra, salí y bajé las escaleras en dirección a la cocina.

Neil nos dijo que tendríamos muchas cosas en común... eso ya me hacia sospechar de que ellos sabían lo mio.... ¿Que tendría en común con Lily? Bueno aparte de lo ya visto... le interesaban los ángeles pero ¿de la manera que a mi? O solo por leer de ellos?
Según mi padrastro mi madre pidió comida china y que habían preparado la mesa ya, y que nos tocaba ponerla. Puse las manos en los bolsillos y me apoyé en el marco de la puerta de la habitación de mi hermanastra.
Miré a Neil mientras bajaba las escaleras y luego a Lily, la esperé en las escaleras y fuimos a poner la mesa. Mientras Neil y mi madre estaban en el jardín mirando que tendrían que hacerle un repaso al césped.
Cogí los vasos de la cocina y los distribuí por la mesa del salón, luego me giré volviendo a la cocina cuando Lily venía con los cubiertos y casi nos chocamos pero fui rápido y la esquive... Llegué a la cocina y cogí una botella de agua, no sabía que querían para beber los demás así que al volver al salón mientras Lily ponía los cubiertos le pregunté.
-¿Que quieres para beber?-dije mientras ponía la botella en el centro de la mesa y la miraba. Mi madre había puesto un mantel nuevo, mas elegante, y había una vela a un lado de la mesa, era amplia pero de momento solo había cuatro sillas a su alrededor.

Erik y yo comenzamos a poner la mesa mientras Clare y me padre hablaban en el jardín sobre el estado de este y sobretodo del césped que necesitaba un corte.
Cogí los cubiertos, se me hacía raro coger cuatro, de cada, en vez de dos, por el camino me crucé con Erik y casi lo apuñalo pero por suerte pudo esquivarme a tiempo. Él ya había colocado los vasos y junto a ellos yo los cubiertos cuando llegó con una botella de agua. -Agua.-Contesté mirando la botella.
Salí al jardín para avisar que ya habíamos puesto la mesa. -Ya está todo, solo falta servir. -Dije desde la puerta, Clare me sonrió. -¿Te gusta la comida china?. -Comenzó a hablar mientras entrábamos en la cocina para servir y Erik y me padre se iban sentando en la mesa. -Si, mucho. –Dije amablemente.
Colocamos varias fuentes de comida sobre la mesa y después me tuve que sentar frente a Erik y junto a mi padre, ya que este había ocupado el lugar más alejado de mi hermanastro, solo para estar enfrente de Clare.
Serví agua para mi madrastra y mi padre, que me lo había pedido al verme llenando mi baso. -¿Quieres?. -Pregunté,refiriéndome a la bebida, a Erik, algo tímida pero en un tono normal.

Lily casi me acuchilla con los cubiertos, la vi irse a avisar a nuestros padres, mi madre y su padre, y mientras me senté. Mi madre se sentó a mi lado y empezó a servir la comida y Lily ponía agua en los vasos. Me preguntó si quería, la miré y asentí serio.
-Gracias.-contesté mientras desviaba la mirada a la comida china.

Una vez servidos todos nos pusimos a comer en silencio, yo como de costumbre comía un poco mas rápido que mi madre, que iba lenta a la hora de masticar con esa sonrisilla de enamorada, de vez en cuando lanzaba miradas a Neil, luego a Lily y después a mi. ¿Se estarían diciendo algo en código o como iba esto?, pensé pero seguí comiendo.
-Bueno ¿y que tal hasta ahora? ¿Todo bien?-preguntó mi madre, yo asentí luego miré a Lily.
Bebí de mi vaso de agua y dejé de mirarla, se ve que mi madre se dio cuenta de eso porque, y ya sabía por donde iba cuando empezó a hablar, diciendo algo que quizás a Lily la sorprendería.
-Escuchad chicos, Neil y yo pensamos que deberíamos dejaros tiempo para hacer algo juntos y que os conocierais mas... todo esto a sido un poco repentino, y creo que antes de empezar el curso podríais tratar de conoceros un poco.-dijo mi madre y tragué mirando a Lily, luego a mi madre y me encogí de hombros.
-Vale...-dije aunque sonó un poco vago, la verdad no era mucho de relacionarme con los demás pero... si con Lily, mi nueva hermanastra, tendría que convivir seria mejor saber algunas cosas de ella que no que fuera una completa desconocida, pero no se si a ella le haría gracia ya que nos comportábamos como si fuéramos extraños o algo así. Comí de mi plato y sentí esos ojos en mi otra vez, miré a mi madre que me miraba con cara de 'en serio Erik'. Puse los ojos en blanco y suspiré.
-Esta bien, vale.-dije tragando y luego miré a Lily.

Serví agua en el vaso de Erik y comencé a comer, como el resto. -De nada. -Dije mirando mi comida. Clare y yo comíamos más lentas que los dos hombres, entre otras cosas ella no paraba de mirar a mi padre y viceversa, no estaba acostumbrada a que mi padre se mostrara cariñoso con otra mujer que no fuese alguna de mi familia y aunque no me molestaba me ponía nerviosa.
Mi madrastra parecía querer sacar algún tema de conversación así que comenzó preguntando si estábamos bien por el momento. Erik y yo asentimos casi a la vez y luego este me miró, le miré y seguí comiendo, me inquietaba que me mirara.
Como había pensado Clare quería llegar hasta un buen tema de conversación pero nunca me imaginé que fuera ese precisamente, nos había propuesto a mi hermanastro y a mí conocernos más antes de empezar el instituto. Me atraganté un poco al tragar de golpe y tosí, hacia un lado, pero apenas hice ruido.
A Erik le costó un poco pero al final terminó aceptando la propuesta de su madre, y me miró de nuevo. -¿Qué dices Lily?. –Me preguntó mi padre con una sonrisa, todos me miraban. –Vale. –Contesté, con una pequeña sonrisa forzada, mirando a Clare y a mi padre, luego a Erik.
–Pero, no conozco ningún lugar aquí. –Dije desviando la mirada hacia el agua y de nuevo hacia a Erik.

Neil preguntó a Lily para que contestara después de mi y aceptó, no sabía que aceptaría y sonrió y todo, seguí comiendo mientras Lily dijo que no conocía ningún lugar y me miró, yo no contesté.
Volví a sentir los ojos de mi madre mirándome y la miré. Alcé las cejas mientras masticaba, creo que quería que le contestara a mi hermanastra.
Mi madre puso los ojos en blanco y miró a Lily.
-Oh por eso no te preocupes Lily. Erik podría enseñarte algún lugar... para que vayáis conociéndoos y veas el vecindario.-dijo mi madre sonriendo a Lily. Me quedé mirando a mi madre sorprendido y ella me miro, yo miré a Lily.
-Em...bueno yo también soy nuevo aquí...-dije tragando y miré a mi madre que me miraba con esa cara de nuevo para que no siguiera, pero si yo conocía pocas cosas allí, bueno era verdad que conocía mas Londres que Lily....-Si, claro..por supuesto.-contesté, luego desvié la mirada pero pude saber del cierto que mi madre y Neil se miraban sonriendo. Bebí agua mientras pensaba en ideas para hacer con mi nueva hermanastra, tampoco sabía que le gustaba no tenía muchas opciones.

Mi madre sonrió a Lily y unos segundos después se me ocurrió un sitio donde podríamos ir, pero no se si era apropiado decirlo delante de mi madre y mi padrastro, ya que eran cosas de adolescentes. Yo por mi parte no me importaba si ir o no... pero quizás a Lily le gustaba la idea y querría venir.
La miré mientras acababa de comer y desviaba la mirada hacia otros lados si ella me miraba aunque hacía lo mismo que yo, en realidad estábamos en la misma situación solo que ella no conocía el lugar...
Acabé de comer y esperé a que mi madre sacara un pastelito que había preparado para el primer día antes de empaquetarlo todo de nuestro antiguo hogar. Como ella sabía a mi no me gustaba cualquier pastel así que lo hizo mas o menos especial, también la ocasión lo requería, así que no era de esperar que al acabar ella se levantara sonriente hacia la cocina.

Miré a mi padre y luego a Clare que me contestaba en el lugar de su hijo, solté una sonrisa, para no parecer maleducada, aún más pequeña que la anterior. "¿Como nos vamos a conocer si ni siquiera habla?", pensaba, ante la idea de pasar un día entero caminando con Erik cruzando apenas un hola y adiós. Lo siguiente fue un especie de cruce de miradas entre los cuatro que terminó con Clare y mi padre, Erik y yo mirándonos hasta que habló mi hermanastro para soltar una de sus frases que cuando notó la mirada de su madre cambió por cuatro palabras.
Noté como Erik me miraba y al mirarle yo, desviaba la mirada y viceversa.

Clare se levantó para traer un pastel que había echo especialmente para aquel día, me levanté y cogí platos y cubiertos nuevos para servir la delicia que había preparado mi madrastra, me alegré que hubiese alguien que cocinara así de bien.

-Erik, Lily, nosotros vamos a comprar.-Dijo sonriente mi padre, tras terminar de colocar todas las cosas en su lugar. -Ya casi es hora de cenar y los supermercado de cerrar y nosotros no tenemos reservas... -Odiaba cuando hacía ese tipo de comentarios realmente pensaba que era el mejor padre del mundo pero eso no cambiaba su forma de hacer una mala gracia, suspiré y seguí escuchando. -Cuidad bien la casa. -Añadió, después miró a Clare y ambos fueron hacia el garaje. Escuché como arrancaba el motor, se abría la puerta y se marchaban, mientras, mi hermanastro y yo parados en el salón. -Te ha tocado un gran balcón... -Dije en un intento de sacar algún tema de conversación.

Comí el riquísimo pastel de mi madre con ganas, manteniendo las formas pero con ganas de comerlo, era lo único de pastel que comía, el de mi madre Clare.
Al acabar Neil y mi madre se fueron a comprar, mi padrastro tenía razón sin reservas para comer los próximos días en esa casa, ejem... nuestra nueva casa, algo había que llevarse a la boca y no teníamos nada ni para mañana.
Tras despedirnos del padre de Lily y mi madre nos quedamos los dos un poco en silencio hasta que ella lo rompió tratando de empezar algun tema de conversación.
-Si.-contesté simplemente, me quedé unos minutos callado y luego volví ha hablar.-La tuya es mas grande...-dije, Erik no se te ocurre nada mejor que decir? Lily intenta conversar, me dije a mi mismo pero había poca confianza y sin confianza me costaba conversar de cualquier cosa.
Así que hice un intento por hablar también, ya que conviviría con mi hermanastra hasta Dios sabe cuando.
-Am... voy a ver el jardín. ¿Vienes?-pregunté con las manos en los bolsillos y dando media vuelta girando la cabeza para mirarla al formular la pregunta. Desde que había llegado a la nueva casa no había visto como era el jardín de atrás, según Neil antes le faltaba un corte al césped y algunos arreglos.

-Si...una cosa por la otra... -Dije sin saber muy bien que decir, tampoco es que me hubiese contestado mucho aunque en parte lo entendía no me conocía prácticamente de nada, pero tampoco es que hiciese mucho para cambiar eso. Comenzaba a juguetear con los dedos cuando me habló.
-Vale. -Contesté volviendo la mirada hacia a él y metiendo también las manos en los bolsillos.

Al llegar al jardín me paré a su lado pero con cierta distancia, me sentía un poco incómoda. -Parece que mi...padre tiene razón, le hace falta un corte. -Dije respecto al césped, y cortándome un poco al hablar de mi padre, todavía se me hacía raro hablar de él con alguien que conviviría durante mucho tiempo en esa misma casa. Eché un vistazo a todo el jardín, que lucía un bonito verde, volví la cabeza hacia la casa y de nuevo hacia el jardín hasta mirar el suelo que pisaba Erik, pero sin mirarlo a él por si se daba cuenta. Nos iba a costar coger confianza.

Al llegar al jardín lo observé, Lily hizo un comentario respecto a lo que dijo Neil antes, si, su padre tenía razón. Me preguntaba si me pediría ayuda para que lo arreglara con el, seguro que si, sabiendo mas o menos como es... o quizás esperaría a que me ofreciera a ayudarlo. La verdad de confianza no había mucha nos habíamos visto pocas veces, el se veía mas con mi madre...
-Si, tiene razón.-simplemente contesté, no iba a decir nada pero me pareció maleducado no decir algo.

Me quité las manos del bolsillo observando desde la puerta el lugar y decidí caminar por el lugar así que salí al jardín por completo y lo miré, había un tronco caído, como haciendo de banco tapado por el césped que crecía alrededor de este. Luego una mesa un poco sucia con sillas, deberíamos limpiarla, también las plantas necesitaban un regado y quizás cortar algunas hojas. Ahora sabría como era tener jardín, desde pequeño que vivía en un piso y no sabía como era tener jardín, me preguntaba como viviría mi hermanastra antes. Ante ese pensamiento me acordé que estaba aun en la puerta y me giré hacia ella.
-Creo que puede estar plagado de bichos.. mejor no pases por aquí hasta que el césped no este cortado.-le dije serio, como siempre. No para asustarla, sé que a algunas chicas les den asco o miedo los bichos, no sabía si Lily era una de esas, era más bien para aconsejarla que no se acercara porque podrían picarla. Eso me llevó a... ¿y si me pican a mi?

Y en efecto con tan solo estarme un momento allí noté un pinchazo en el brazo y me quejé.
-¡Au!- dije y me miré el brazo, había un mosquito, lo espanté con la mano y me quedé mirando la picada, parecía hacerse un poco mas grande y picaba mucho.

Mi hermanastro comenzó a caminar hacia el jardín en sí, y dudé un segundo en seguirle pero opté por quedarme en mi lugar. El jardín era grande o por lo menos un poco más que el de mi antigua casa en Liverpool, aunque eso sí, este, al contrario, necesitaba un arreglo lo antes posible.
-No soy de esas chicas que se ponen locas cuando ven un bicho, aunque algunos dan mucho asco, pero...gracias por el consejo. -Reconocí de forma normal, él seguía serio, entonces supuse que no tendría nada que ver conmigo ni con la mudanza, como había pensado en un principio, si no que era su forma de comportarse habitualmente.
Abrí los ojos de golpe. -Erik, ¿estás bien?. -Dije acercándome a él deprisa, pero sin correr, pasando entre la hierba bastante alta. Vi como espantaba el mosquito que le había picado y le miré el brazo. Me adelanté un paso pero enseguida me di cuenta y me quedé inmóvil antes de tocarle el brazo. -Deberías echarte agua, y...procura no rascarte. -Dije mirando el picazón, debía ser un mosquito grande.

Lily se acercó a mi y la miré unos segundos nada mas, luego miré la picada en el brazo.
-Si.. no es nada.-le contesté, pero en realidad me picaba, pero bueno tendría que aguantarme. Normalmente no era ningún quejica así que no me hacia el fuerte, o si? Bueno no importaba... lo que importaba ahora era ponerme algo para la picada de mosquito en el brazo y alejar a Lily del jardín plagado de insectos.
La miré lentamente cuando fue a tocarme el brazo y fruncí un poco el ceño levemente como extrañado o confuso, o una mezcla de las dos, no estoy seguro. No estaba muy seguro porque ella iba a hacer eso pero luego no lo hizo.
-Me pondré crema para las picadas de mosquito.-dije serio y baje el brazo dejando de tocarlo, picaba lo suyo pero me quede sin darle importancia, mi cara seguía serena.-Mejor vayamos dentro.-dije haciendo un ademan hacia la casa. Esperaba que Lily no se quedara allí, sino quería ser devorada por los mosquitos...
Nuestros padres no hacia mucho rato que se habían marchado y aun teníamos que ordenar cajas y las cosas en nuestros respectivos cuartos. Mañana tendríamos que arreglar el jardín con Neil y eso llevaría al menos toda una mañana y parte de la tarde depende de nuestra maña para la jardinería... Y yo no es que supiera mucho, la verdad.
Desvié la mirada hacia la picada al notar que picaba mas que antes y luego hacia la casa esperando a que Lily fuera hacia dentro.

-Si. -Dije solamente. -Creo que tu madre puso una pequeña caja arriba con cremas, y productos de cosmética. -Añadí al cabo de unos segundos, "Supongo que esto es una relación de hermanastros" me dije a mí misma, al percatarme de la situación en la que estábamos.

Lo más cercano a un hermano o hermana había sido uno de mis primos, hijo del hermano de mi padre, mi tío. En Liverpool, nuestras casas estaban juntas y desde que tengo uso de razón ambos viajábamos de una casa a la otra para jugar, cenar, etc. Cuando éramos pequeños todo era mucho mejor, sin problemas, pero mi primo era un ángel y ya desde los doce años sus padres empezaron a instruirlo, eso provocó que cada vez nos viésemos menos aunque nos llevásemos igual de bien. Ahora yo me he mudado de ciudad y sería casi imposible vernos a menudo.

Volví a caminar hacia la casa, mirando el suelo con cuidado de no pisar insectos. -Subiré arriba para coger la crema. -Dije, dentro, una vez de vuelta junto a la escalera. -Deberías echarte agua. -Dije un poco tímida, subiendo la escaleras. Ella misma no sabía por qué se comportaba así con él, con un poco de confianza, aunque fueran hermanastros realmente no sé conocían. Pero algo le obligaba a comportarse así.

Camine tras ella hasta entrar en la casa espantando a algunos mosquitos que venían a por nosotros y cerré la puerta del jardín detrás de mi.
Asentí serio cuando dijo que iba a por la crema y volví a mirarme la picada, se estaba haciendo mas grande y picaba mas.

Me volvió a recomendar echarme agua, parecía preocupada o solo lo decía por decir?, pensé, pero creo que era lo primero.
-Estoy bien...-dije para que no se preocupara, en realidad parecía que me estaba haciendo el fuerte y no sabía porque, nunca actué así... la verdad creo que fue para que no se preocupara tanto.. pero porque lo hacía? a penas nos conocíamos... entonces me quedé algo pensativo y el picor de la picada de mosquito me sacó de mis pensamientos.
Cuando subió a por la crema intenté no rascarme, pero era un poco imposible así que decidí hacer lo que Lily me había dicho. Me acerqué a la cocina y me eché un poco de agua del grifo luego me sequé y esperé a Lily abajo.