Probando la mercancía nueva

Después de desarme de uno mas de esos ángeles protectores,que llevaba tiempo persiguiendo,me apetecía pasearme un rato ir al bar la mayor parte del tiempo lo pasaba o persiguiendo,matando o en otros casos haciéndolo con todo lo que pillara y que me pareciese hermoso,pero sobre todo que el placer estuviese por delante ya que casi siempre no repetía y era muy raro en mi en ese caso.

Me coloque bien la cazadora negra subiéndome al coche, conduciendo a la velocidad que siempre iba para no ver a la escoria que siempre recorría las calles del lugar,algunas veces los humanos me daban repugnancia al ser tan débiles y delicados asi que prefería no verlos,al llegar aparque el coche y entre al bar encendiendo un cigarro,pude observar que estaba mas o menos lleno,menos mal que sirviendo son buenas estos humanos-me dije para mi mismo,fui pasando por delante de toda esa gente y se metió en mi camino una humana,creo que se llamaba algo parecido a nata o algo asi.

Drake quería hablar contigo sobre lo de anoche yo es que nose eres mi jefe y no esta muy bien.

Exacto la noche anterior me la había follad*, quería probar el material que uno de mis encargados me traía,ver como parloteaba me aburría en cantidad y le di de lado caminando hacia mi despacho que era en un piso superior, subí las escaleras y me senté poniendo los pies encima de la mesa acomodándome en mi sillón,Erik había traído a una nueva camarera,una tal Cassandra,viendo su curriculum me aburrí y cuando vi la foto, sonreí malicioso y la mande a llamar cuanto antes quería ver como se las gastaba la chica nueva,ya que Erik la habia apodado como "la gatita",fui al mini bar poniéndome una copa hasta que viniese la mundana.

Jueves...se acercaba el plato fuerte para el nogocio de los bares y pub.El jueves era el día oficial en el que comenzaba a llenarse el local y a trabajar sin parar, por lo que debería estar preparada y no agotarme demasiado pronto.Bufé suavemente mientras terminaba de limpiar las mesas y prepararlo todo para la noche.A penas llevaba un fin de semana trabajando en aquel lugar y no podía permitirme ni un solo fallo, por lo que estaría con las pilas a tope hasta que llegara el domingo, costara lo que costase.El encargado de personal era por suerte bastante agradable, por lo que no me costaba mucho obedecer sus órdenes, lo cual hacía que el trabajo fuera un poco más agradable, o mejor dicho...menos desagradable.

El lugar comenzaba a llenarse por momentos y aunque todavía estaban instaladas algunas de las mesas del día, pronto se retirarían para convertir el bar en una pista de baile y borracheras.Suspiré suavemente y volví a la barra una vez que hube limpiado todas las mesas.Entonces me llamó el encargado y sonreí ligeramente acercándome a él.-Dígame.-dije suavemente con una amable sonrisa esperando las nuevas órdenes."El señor Donovan quiere verte.Ha dicho que te espera en su despacho, así que no tardes.No le gusta que le hagan esperar".Tras escuchar eso hice una mueca algo preocupada y le miré interrogante.-¿He hecho algo mal?-pregunté algo angustiada esperando que la primera vez que viera al jefe no fuera para despedirme."No, tranquila.Únicamente querrá conoccer a la nueva.No te preocupes" me dijo poniéndome una mano amablemente en el hombro.

Entonces asentí ligeramente un poco más tranquila y dejé mi delantal colgado arreglándome un poco el pelo para tener un buen aspecto y causar una buena impresión al jefe.Nunca le había visto, y nadie me había hablado de él, pero esperaba parecerle un buen fichaje para su negocio, de modo que llegué a la puerta de su despacho y di unos suaves golpes abriéndola después un poco para asomarme.-Disculpe señor, soy Cassandra.¿Me llamaba?-pregunté suavemente con una ligera sonrisa mientras entraba lentamente en el despacho.

Vi por una de las ventanas que daban al local como Erik la llamaba para que subiese para hablar conmigo,como Erik me hacia una señal de las nuestras,por que algunas veces se las daba de enterado explicándome cosas para conquistar a las mujeres que yo sabia de carrerilla,el pensaba que era un mundano mas que quería sexo con alguna que otra mujer ,pena me daba cuando se acercaba a decirme que una tía buena que había en el bar nos miraba sinuosa.

Vi como la chica colocaba su delantal y como se arreglaba para presentarse a mi ,y la perdí de vista cuando ella subió las escaleras,puse dos copas poniendo en una de ellas un whisky que me traían expresamente para mi,ya que con las bebidas igual que como con las mujeres era muy selecto ya que cada uno tenia una propiedad,mis pensamientos fueron interrumpidos por unos leves toques en la puerta, ahí estaba,me dije a mi mismo sin darme la vuelta ,hable a chica-Pase ,señorita acomodose en el sofá del fondo,que beberá dígame Whisky o simplemente agua-me gire mirándola,como esperaba Erik la había elegido como quería tan bellas ,pero lo peligrosa con esa tímida sonrisa no me dejaba ver esa gatita que según Erik era-Por fin tengo el gusto de conocerla querida,como ya sabrá soy Drake Donovan,su jefe-Le cogí de la mano besándola,respirando de ese olor que tenían esos humanos una mezcla de rebeldía,miedo y excitación-Acomódese Cassandra,la puedo llamar Cassie no,tu a mi Drake simplemente-Me senté en mi sillón mirándola detenidamente con cautela para que ella por ahora no creyese que era un psicopata salido,aunque lo era.

Cuando entré al despacho ante la invitación, el señor Donovan estaba de espaldas a mí, pero podía apreciarse a la perfección que bajo su camisa se encontraba un cuerpo bastante bien formado, por lo que era de suponer que le agradaba cuidar de su aspecto.Me senté en el sofá donde él me indicó y escuché su pregunta negando ligeramente.-No quiero nada, gracias, así estoy bien.-dije con tono amable.

Después se acercó a mí y pude ver que mis suposiciones eran ciertas, ya que sin duda alguna, el jefe tenía un buen aspecto.Me recriminé a mí misma aquellos pensamientos y me centré en lo que me decía, ya que no estaba ahí por su aspecto, sino por el hecho de que era mi jefe y había solicitado mi presencia en su despacho.Me extrañó un poco su gesto cuando me besó la mano y esperé que no fuera uno de aquellos hombres que se aprovechaban de su posición, porque por mucho que yo necesitara el trabajo y él fuera mi jefe, no pensaba dejarle que se aprovechara de ello.

Traté de no pensar en ello en aquel momento y simplemente intentar conocerle un poco para saber como actuar frente a él.-El gusto es mio señor Donovan.-dije educadamente.Me acomodé en aquel sillón obedeciendo su petición pero manteniendo la distancia por respeto mientras asentía ante su pregunta.-Claro, Cassie está bien.-dije sonriendo un poco.-Mmm...está bien, Drake.-dije algo insegura, ya que me resultaba un poco extraño llamar por su nombre a mi jefe.

-Y...dígame Drake, ¿para qué me llamaba?¿He hecho algo mal?-dije con cierto tono de preocupación e inmediatamente pensé en el incidente con el cliente de hacía unos días.-Si es por el incidente ocurrido con aquel cliente, debo decirle que fue en defensa propia. Trató de propasarse y no iba a permitírselo, por mucho que fuera un cliente.-dije con cierta molestia en mis palabras, ya que no creía que mereciera una reprimenda por aquello.

Me sorprendió su negativa al ofrecerle una copa,lo que demostraba que tenia respeto por su trabajo ya que era muy raro que las mujeres que trabajaban en mi bar no se aprovechasen de que fuesen camareras para servirse lo que quisiesen y acabasen donde acabasen pero fuera del bar y sin ni siquiera cobrar una noche,ademas de una gatita salvaje,rubia,y hermosa,responsable,tenia buen ojo Erik,recogiendo todo los detalles hasta en el momento que bese su mano,que note como esa inseguridad de estar allí,como un soldado que se mete en territorio enemigo y guarda las distancias ,asi esta Cassie,y yo como pez en el agua,como siempre lo había estado.

-Créame cuando le digo que el gusto es mio por que he oído mucho sobre ti,Cassie-me acomode mejor dando un suave sorbo a la copa de whisky que de ella quedaba muy poco,tenia que reconocerlo el whisky y las mujeres eran mi droga asi que por que ,poder permitirme ambos,la oí hablar y sonreí entrecerrando los ojos,recordando todo lo que me había dicho Erik ,sobre lo que había pasado con el cliente de hace unos días,el cual esta metió una golpisa un acto muy valiente por la parte Cassie por que este la quería digamos ultrajar pero mal para mi negocio ademas quería saber su versión.

-Pues le he citado aquí para repasar su trabajo que por ahora no ahí queja ninguna,y sobre lo del malentendido no se preocupe por ese caballero de malas costumbres no volverá a ver y menos a ultrajarla-recordé por un momento lo que hicieron con el y un pensamiento turbio paso por mi mente-debo reconocer Cassie que es usted muy valiente y sobretodo inalcanzable para ese hombre que pretendía hacerle daño-me tome otro trago levantándome y asomándome por la ventana para mirar a los clientes y a la camarera nueva de esa noche-te llamaba para otra cosa ,pero mejor sera que venga conmigo a otro lugar y no se preocupe no le haré nada soy un hombre de palabra-cuando dije eso mi yo interior quizo reírse a carcajadas,y la mire tendiéndole una mano.

Lo mirase por donde lo mirase, aquella situación me resultaba verdaderamente extraña, y es que en primer lugar, no creía tener motivos para recibir una bronca del jefe, y tampoco una felicitación. Por otro lado, si se debía a aquel incidente con el cliente, creo que hubiera bastado con pedirle al encargado que me dijera que no volviera el lunes, todo ello sin necesidad de pasar por el despacho. Estaba bastante inquieta, no podía negarlo, y es que si había algo que lograba estresarme realmente era no saber el porqué de las cosas, y eso era lo que me estaba ocurriendo en ese momento. Sacudí ligeramente la cabeza tratando de despejar mi mente y decidí que lo mejor era dejar que las cosas fluyeran y adaptarme poco a poco a los acontecimientos sin adelantarme.

Seguidamente, escuché aquello que dijo sobre que había oído mucho sobre mí y me pregunté cuanta información podría haberle dado el encargado y como de favorable resultaba esa información para mi trabajo. Me llevaba bien con Erik, mi "superior" por debajo del jefe, y no era consciente de haber cometido ningún fallo con él, pero inconscientemente aún seguía buscando un motivo para mi reunión aquel día con el jefe y mi éxito en aquel propósito seguía siendo nulo, lo cual lograba frustrarme un poco.

Entonces, pareció ser que Drake percibía mi desconcierto y se dispuso a explicar la razón de su llamada, aunque realmente, lo único que me aclaró fue que no se debía a el incidente con el cliente y que contaba con su apoyo en aquel asunto, lo cual resultaba reconfortante en cierto modo.-No me considero una persona especialmente valiente, sencillamente defiendo mis derechos y mi integridad.-dije con seriedad, ya que a lo largo de mi vida, yo y solo yo, me había preocupado por mi propia seguridad.

Presté más atención en sus palabras cuando dijo que eran otros los motivos que le habían llevado a reclamar mi presencia, pero dudé un poco cuando mencionó el hecho de ir a otro lugar para continuar la conversación. No entendía muy bien aquel hecho, ya que para cuestiones de trabajo no se me ocurría un lugar mejor que su despacho, pero Drake me ofrecía su mano y por el momento no me había dado motivos para desconfiar, por lo que cogí su mano sintiéndome algo extraña y manteniendo mi actitud cautelosa.-De acuerdo, vamos.-dije asintiendo ligeramente.

Drake era sin duda un hombre con un toque muy misterioso que le daba, porque no decirlo, un punto sexy a su favor, aunque también era cierto que en ocasiones su aspecto o forma de expresarse parecía peligroso, por lo que yo no me olvidaría de ser cautelosa. Sugetó mi mano suavemente y no se me escapó aquella breve expresión de sorpresa que apareció en su rostro, pero decidí dejarla pasar sin entender muy bien que era lo que pretendía realmente.

Me parecía que estaba tomándose tal vez demasiadas confianzas conmigo cuando apenas me conocía, lo cual no dejaba de resultar extraño, pero él era el jefe, y mientras no transpasara los límites que yo misma había impuesto para conmigo, no tenía nada que decirle. Entonces escuché lo que dijo y alcé un poco una ceja sin entender exactamente cual era el significado oculto de sus comentarios, ya que estaba segura de que sus palabras resguardaban un secreto o un doble sentido.

Unos instantes después me explicó que iríamos al almacén ya que a pesar de que sabía que yo ya había estado allí, quería que yo me encargara de un trabajo digamos que "especial" y que confiaba en mí para ello. Me quedé bastante confusa tras escuchar aquello, dado que no llevaba mucho tiempo trabajando con él, pero no iba a negarme a lo que probablemente significaría un dinero extra que sin duda me vendría estupendo, por lo que no comenté nada al respecto, aún faltaba enterarse de en qué consistía el "trabajito".-Mmm...de acuerdo.-dije sin más. Cogió las llaves del almacén y me pidió que pasara yo delante bajo aquella conocida tradición de las damas primero, pero no fue eso lo que me inquietó, sino el comentario que le siguió alegando que probablemente no quisiera soltar su mano. No lo hice, debido a que él lo había solicitado así, pero no dejaba de resultarme extraña aquella circunstancia, y mucho más tras aquel comentario.

Salí del despacho sin soltar su mano y bajé las escaleras con cuidado de no tropezar sintiendo como él me seguía de cerca sin remedio, ya que nuestras manos permanecían unidas. Cuando llegamos al piso inferior me detuve al final de las escaleras y aguardé a que él dijera algo, ya que no sabía si iríamos directamente al almacén o querría informar primero a Erik, el encargado.