¡Al demonio! {Thomas}

Agotador, esa era la palabra perfecta para describir mi trabajo los sábados por la noche.Además, por si fuera poco, aquella noche estaba siendo un auténtico infierno sin mi ayudante, ya que a pesar de que debería haber entrado hacía más de media hora, todavía me encontraba sola tras la barra atendiendo todos los pedidos de borrachos, juerguistas y personas adaptables a todos los perfiles.Bufé agobiada mientras servía un vaso más entre los muchos que ya había servido y que aún me quedaban por servir y se lo dí al hombre que lo había pedido recogiendo después el importe que metí de inmediato en la caja registradora.Una chica llamó mi atención desde el otro lado de la barra y me acerqué hacia ella inclinándome un poco sobre la barra para escucharla por encima del sonido de la música mientras escuchaba de fondo los gritos del viejo borracho de siempre reclamando mi atención. "¡Ey, rubia!¡Ven aquí a darme lo mío!" gritaba aquel viejo tan desagradable soltando después una fuerte risotada ronca.Sonreí amablemente a la chica y le puse de inmediato su pedido para después gruñir maldiciendo por lo bajo mientras me acercaba al borracho dispuesta a atenderle de una vez.

-¿Qué te pongo?-pregunté de la forma más agradable posible acercándome un poco con cierto asco para poder escuchar sus palabras."¿Qué tal si te vienes conmigo un rato y me enseñas lo que tienes ahí para mí, preciosa?"dijo el viejo baboso acercando una de sus manos a mi pecho.En ese momento no aguanté más y le propiné un fuerte puñetazo en las narices con la suerte de que en ese preciso momento aparició mi compañero con el hombre de seguridad y se llevaron al viejo fuera del local."Siento la tardanza, y la escenita que acabas de pasar.Tómate un descanso, yo me ocupo durante un rato."dijo mi compañero amablemente metiéndose en la barra.Le sonreí agradecida a pesar de que lo merecía por su retraso, y salí de la barra aliviada de poder descansar un rato sentándome en una de las escasas mesas que quedaban puestas a aquellas horas tratando de relajarme aunque solo fuera durante un ratito.

La verdad era que estaba realmente harta de toda aquella mierda, de los borrachos, de las peleas, de los retrasos de mi ayudante.Todo aquello me sacaba de mis casillas y me ponía de un humor de perros que además tenía qué ocultar, ya que "el cliente siempre tiene la razón" primera regla de comportamiento para los trabajadores.Sin embargo aquella noche había sido diferente, porque antes de ser empleada de aquel antro, era mujer, y no pensaba dejar que un viejo baboso y borracho se propasara conmigo por un empleo mal pagado.Finalmente había salido victoriosa de aquel "encontronazo" debido a mi mal genio, pero aún así, no podía evitar el hecho de estar nerviosa por lo ocurrido.Suspiré pesadamente echándome el pelo hacia atrás mientras apoyaba los codos en la mesa y cerré los ojos apenas unos segundos tratando de dejar atrás lo ocurrido.

Estaba algo sedienta, de modo que cogí una botella de agua fría y me senté de nuevo en aquel lugar dispuesta a disfrutar de al menos unos minutos de paz y descanso.Fue entonces cuando escuché una voz masculina a mi lado que alababa el derechazo que le había dado a aquel abusador.Me giré algo sorprendida y observé al chico que había frente a mí.Era joven, suponía que tendríamos más o menos la misma edad, llevaba un abrigo negro y tenía aspecto cuidado, por lo que suponía que no venía a buscar nuevas disputas.Esbocé una pequeña sonrisa ladeada por su comentario y reí suavemente bebiendo un trago de mi botella de agua, que por lo que se veía, no me duraría mucho.

-Sé defenderme solita, y ese desgraciado ya se había pasado de la raya.No pensaba consentirle que se aprovechara, por muy cliente que sea.-dije algo molesta recordando los hechos asqueada.-Y bueno, espero que tú no vengas buscando otra muestra de mi buena mano, porque la verdad ya tengo bastante por hoy.-dije bufando suavemente mientras hacía un gesto con la mano ofreciéndole la silla libre que había en mi mesa.

Vaya que si tenia carácter esta chica pero no venia con las mismas intenciones que el otro sujeto solo quería socializar, la chica tenia un aire a que era independiente que no necesitaba de nadie para hacer las cosas ella era diferente a mis amigos frecuentes ya que mis amigos del instituto eran de familia adinerada pero yo no veo la diferencia entre uno y otro todos somos iguales tenemos los mismos problemas y los mismo tropiezos en la vida.
Reí ante lo que decía y y alce mis manos como diciéndole que estoy desalmando que no venia con esas intenciones babosas - Tranquila que no soy de ere tipo- dije metiendo una mano en el bolsillo delantero de los jeans que cargaba - Si me hubieras dejado llegar le hubiera dado su merecido pero ya te encargaste- dije riendo, me agradaba la chica, mire a mi alrededor el sitio estaba abarrotado de gente michos bailando otros tomando y otros queriendo salir de ahí con algo bueno para esta noche, detestaba a las personas así que solo quieren algo solo por unos momentos y ya como si fueses divertido eso se parecían a mi padre que ya últimamente no lo quería como tal ya que quiere manipularme y no me dejare

Antes de sentarme junto a la chica me fije que su botella de agua se había acabado - Quieres otra o algo en especial?- pregunte señalando la botella de agua

Al parecer el chico era un muchacho agradable y no tenía intención alguna de comprobar en su propio rostro como de buena era mi mano.Además, después de todo el estrés de las horas de trabajo y el incidente ocurrido, tal vez no me viniera mal el hecho de charlar un poco con alguien que no fueran clientes pidiendo que les pusiera su bebida.Sonreí amablemente asintiendo cuando el chico dijo que no era como aquel cliente abusón y bebí lo que quedaba de mi botella de agua jugando con ella sobre la mesa.Reí suavemente sin poder evitarlo cuando dijo que me hubiera defendido pero que yo no le había dado tiempo.

-No te preocupes, siempre he tenido que apañármelas sola y ahora no iba a ser diferente.-dije con una leve sonrisa.-Pero bueno, gracias de todos modos.Supongo que la intención es lo que cuenta.-dije riendo suavemente.Bufé suavemente cuando el chico miró a nuestro al rededor haciendo yo lo mismo, y es que sin duda, mi descanso sería corto porque siendo sábado el local estaba hasta los topes.

El chico todavía permanecía de pie y entonces escuché su pregunta y eché un vistazo a mi botella vacía dudando un momento.-Mmm...una Coca-Cola estaría genial.No puedo beber alcohol cuando estoy de.."servicio".-dije riendo un poco divertida para después sonreírle con amabilidad por el hecho de ofrecerse a traerme una bebida, ya que no estaba acostumbrada a que hicieran muchas cosas por mí.

Sonreí amablemente observando detenidamente a aquel chico, y es que realmente era un chico muy simpático, o al menos eso parecía, lo cual era estupendo, porque tras aquel incidente con el viejo borracho, un poco de paz y tranquilidad era justo lo que necesitaba, y aquel chico parecía una compañía agradable para ello.

Le dediqué una sonrisa algo más amplia asintiendo ante sus palabras y me quedé mirándole mientras él caminaba hacia la barra en busca de otra bebida.Mi compañero no tardó mucho en atenderle, sin embargo, no pude evitar reír algo divertida al ver como un par de chicas lo rodeaban con aspecto coqueto, supongo que tratando de llevarse el premio con ellas.Pero, por alguna extraña razón que yo no alcanzaba a entender, el chico rechazó a las dos hermosas mujeres y tras conseguir librarse de ellas, caminó de nuevo hacia donde yo me encontraba, disculpándose por la tardanza.

Negué con la cabeza sonriéndole mientras cogía mi refresco y le miré aún extrañada porque no se hubiera ido con aquellas chicas.-Mmm...esas muchachas prometían diversión, si te hubieras ido con ellas lo habría entendido, no tienes ninguna obligación conmigo.-le dije sonriendo con sinceridad, ya que era todo un detalle que hubiera preferido quedarse haciéndome compañía a mí antes que ir a divertirse.