Welcome to the hell [Wyles´ relationships]

Empecemos describiendo cómo es Christopher con la gente que le importa, que es poca, o con aquella a la que desea corromper; con este tipo de gente Christopher es simpático, dulce, inteligente y divertido, jamás apostarías por su identidad, jamás sabrías que es un demonio, pero justo eso es lo que desea conseguir con esta actitud, que sus víctimas no sepan con qué se están enfrentando, ese es el juego para él, esa es la diversión.

Siguiendo con el grupo de sus víctimas, Jeremy jamás descansa, jamás se detiene hasta que aquel humano que ha entrado en su punto de mira acabe cometiendo algún error, y es ciertamente bueno, sabe cómo manipular y le da igual que herramientas usar, chantaje, seducción... siempre logra lo que desea, y si no, no se hace responsable de sus posibles actos, si el alma objetiva no es suya, Chris acabará con ella antes de que pueda ser de nadie más.

¿Con los que no conoce? Con los que no conoce y no tienen ninguna relevancia para él se muestra algo más próximo a su verdadera identidad, arisco, borde y frío; no le importa herir los sentimientos de los demás porque él carece casi en absoluto de ellos, y algo que no tiene es la conciencia, y tampoco desea tener, disfruta con su nueva vida.

Hemos dicho que carece casi en absoluto ¿Acaso hay excepciones? Hemos decir que solamente hay una, una ángel de la que se enamoró y la llevó a su caída perdiéndole después la vista, está completamente enamorado de ella y aún hoy sigue su rastro para volver a estar junto a ella, pero piensa que fue ella la que decidió no volver a verle debido a su caída.

Hay algo que siempre le ha gustado y que después de su muerte siguió gustándole, el deporte y la velocidad, y hoy en día se dedica a eso siendo un jugador de fútbol americano aspirante, pero sabe que es mejor que el resto y que podría ser una estrella ¿El problema? Simple, no estaba seguro de qué hallarían si le hacían un análisis contra el dóping, al fin y al cabo... está muerto.