#} Petición & Casting de Cannon

Luz y oscuridad, el ying y el yang, el mal y el bien... una lucha interminable desde el principio de los tiempos. Mi nombre es Evan O´connor y tras salvar la vida a un pobre niño mientras éste se ahogaba, mi destino estaba escrito.

Cuentan las malas lenguas, mitos y leyendas que nosotros los ángeles, somos , seres puros y libres de toda materia y por lo tanto, seres inmortales, pero se equivocan. La inmortalidad no es infinita. Para un ángel su peor castigo es que te corten las alas, en terminos humanos, volver a ser inmortal, pero mi peor castigo no es ser mortal, para mi seria un regalo. Siendo mortal podria hacer lo que mi cuerpo me pedía cada vez que estaba con ella.

Mi cometido como Ángel, es velar por el alma de Annelysse, una Nephilim y la chica por la cual volvería a dar mi vida por salvarla. Un alma que ha sido dada en mano al demonio personificado en Drake Donovan, un ser de lo más despreciable. Pero no la tendrá, no mientras yo siga con vida

02:35 AM Cualquier discoteca londinense.

La música retumbaba dentro del local de manera pegajosa. Estruendos a cada segundo. Subidas y bajadas constantes del ritmo. La gente se arremolinaba a a su alrededor como una gran masa atestada de cuerpos en movimiento, bailando, cantando, disfrutando. Las luces cayeron de golpe y un foco intenso de color verde salió de cada esquina del local, iluminando a toda la muchedumbre. La música paró de manera seca. Se oyeron dos, tres, cuatro toques de bajos y volvió al mismo ritmo machacón y movido de antes.

''One, two, three.. Fuck it!'' Cantaba la voz femenina. Christopher ya había escuchado antes esa canción. No era dado a ese tipo de música, no al menos en años pasados, pero últimamente se veía continuamente envuelto en ambientes como aquel, por lo que dejarse llevar por el sonido taladrador del dance que echaban en las discotecas londinenses, era algo casi imposible. De todas formas tan solo buscaba eso, ¿no? Dejarse llevar. Olvidar al menos por un par de horas, que aun seguía dando palos de ciego en su búsqueda. Deseaba como nunca antes encontrarla. La echaba demasiado de menos... pero sus fuerzas y empeño empezaba a flaquear de un día para otro. La extrañaba demasiado, joder. Lo que más le dolía era tener que comerse ese dolor, tragárselo con amargura y guardárselo para sí mismo. Pocas personas sabían lo que él realmente sentía por Katherin. Le sobraban dedos de una mano para contarlas.

-¿Bailas?-una voz femenina, delicada, lo sacó de su ensoñamiento. La pregunta era en sí una mera estupidez ya que él ya bailaba. Lo único era que él sabía por dónde iban los tiros en ese caso. Bailaba, si. Pero solo. La muchacha se pegó a su torso y Christopher enarcó una ceja, en parte divertido, en parte extrañado. Desde que le había perdido el rastro a Katherin no se había sentido exactamente ''fiel''. No era algo así como ''un maldito capullo que se follaba a todo lo que se movía'', pero si que había hecho un par de cosas de las que se había arrepentido al instante. Ya fuera por rencor, ira, frustración o simplemente el intentar buscar una distracción dónde menos debía hacerlo.

Fuera como fuere, él no le negó aquel baile. La canción había cambiado a una menos pecaminosa, más veraniega y eso hizo que el ambiente se relajara un poco. Solo quería divertirse y olvidar por una noche eso que le quitaba el sueño día tras día: No tenerla.